Valencia

Mucho se ha escrito sobre los Borgia, esa familia que ha pasado a la historia por sus crímenes y su supuesta crueldad y depravación. Pero no es oro todo lo que reluce. Y, no para blanquearlos, sino para ponerlos en su contexto histórico, el periodista y escritor Juanjo Braulio (Valencia, 1972) dedicó dos años de su vida a investigar sobre esta saga valenciana. 

Esa búsqueda de respuestas que le llevó a estar dos meses investigando en Roma culminó con la que es su tercera novela: En el nombre del Poder (Ediciones B), de la que ha salido ya su segunda edición.

A la casa de los Borgia pertenecen los dos únicos pontífices españoles que han existido: Calixto III (Alfonso de Borja) y su sobrino Alejandro VI (Rodrigo de Borja). Este último ha pasado a la posteridad como un papa sin escrúpulos, pero los historiadores defienden que la mayoría de los rumores sobre él son exageraciones o directamente mentiras.

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"Los Borgia no fueron los criminales que ha pintado la historia, pero sí que fueron políticos. Políticos de su tiempo y que, como los de ahora, en el nombre del poder, piensan que vale todo", afirma Braulio a EL ESPAÑOL. 

"Nuestros Tudor"

En el nombre del Poder es el primer volumen de una bilogía de ficción centrada en la historia de los Borgia, entre los años 1467 y 1498. "Son nuestros Tudor", subraya. 

Los lectores encontrarán, a modo de thriller, la historia del ascenso de un cardenal procedente de la pequeña nobleza valenciana, de Xàtiva, que gracias a la educación y a "una serie de carambolas y mucha habilidad" consiguió hacerse con el poder de toda la cristiandad.

Es la historia del papa Alejandro VI, quien "influyó en el mundo tal y como lo conocemos hoy". El segundo libro, que saldrá en septiembre, narra el auge y caída de su hijo César Borgia. Se dice que César fue quien inspiró El príncipe de Maquiavelo.

El libro de Juanjo Braulio

Braulio no niega las sombras de esta saga, pero recuerda también sus luces. Fue el famoso papa Borgia quien hizo el reparto del nuevo mundo entre la Corona de Castilla y Portugal. "Si hoy América Latina habla castellano y portugués es porque el papa Borgia delimitó cuáles son las áreas de influencia", explica. También, para el escritor, fueron importantes en la consolidación del poder de los papas durante cuatro siglos.

Sin embargo, de estas hazañas pocos se acuerdan. "Fueron muy falleros: tremendos, espectaculares y grandes, pero en 50 años desparecieron en Italia", destaca.

Y si han pasado a la historia como criminales es, en opinión del autor, porque Alejandro VI y su hijo César intentaron crear un principado en el centro de Italia, siendo extranjeros, algo que nunca les perdonaron. 

Difamaciones

"Fue la primera familia, junto a Cleopatra, que padeció una campaña de lo que ahora llamamos fake news", explica. Fue una campaña intensa, primero en vida, pero que siguió tras su muerte. 

Al respecto, el autor del libro asegura que los Borgia no calibraron bien el peligro que suponía un invento de esa época, la imprenta. "Un personaje de la novela defiende en un momento dado que un escribano con una imprenta es capaz de hacer más daño que un batallón de mercenarios, pero los Borgia no le hicieron demasiado caso a ese invento que sacaba panfletos donde acusaban al papa de una serie de crímenes".

Hay constancia, según explica, en cartas de embajadores, de que el papa se reía de esos panfletos que circulaban por Roma, preguntándose quién haría caso a "esas barbaridades". "Y sin embargo, eso les persiguió durante 500 años", afirma Braulio.

Los Borgia mintieron, sobornaron, robaron y asesinaron como hicieron otras familias poderosas de aquella época. Los Orsini, los Médici o los Trastámara usaban los mismos métodos, aunque hayan pasado a la historia como mecenas.

Por qué si se comportaban como muchas otras casas poderosas del siglo XV, la imagen de los Borgia es la de una familia viciosa y despiadada. Braulio cree que la literatura tiene bastante que ver. También la Reforma protestante, que los usó como "ejemplo de la degradación de la Iglesia de Roma", aunque no fueran los únicos.

El periodista y escritor cita otros casos, como el del papa Sixto IV, que pidió "jugo de hombres jóvenes como remedio en su lecho de muerte". O el caso de Julio II, "cuya homosexualidad era conocida y que, pese a ser un papa guerrero, pasó a la historia como el que encargó a Miguel Ángel la Capilla Sixtina".

El primer pecado que se le reprocha ahora al papa Borgia es que tuviera hijos. Esto no era un problema en su época. De hecho, su antecesor en el cargo, el papa Inocencio VIII, tuvo más de 20 hijos, tal y como recuerda Braulio.

Los reproches de incesto con su hija Lucrecia son falsos, según los historiadores, que afirman que es una de las mujeres más difamadas de la historia. Braulio señala que sus tres bodas respondían a intereses políticos y que fueron sus enemigos quienes usaron esos matrimonios rotos para insinuar incesto con su padre y su hermano.

La acusación que sí es cierta es la simonía, es decir, la compra de cargos eclesiásticos. "El papa Borgia consiguió ser elegido pagando alrededor de 40.000 ducados entre sobornos directos y promesas de cargos. Serían unos 70 millones de euros de ahora", señala.

"Eran políticos"

Por todo ello, según el autor, esta saga familiar valenciana no puede ser blanqueada, porque no eran "ejemplares", pero sí "admirables": "Se comportaron como príncipes del Renacimiento, como políticos".

Al respecto, Braulio encuentra paralelismos entre los políticos de hace seis siglos y los de ahora. "Si tienes que retorcer las instituciones, lo haces, si te faltan siete votos para ser papa, se pagan", asevera.

Además, aunque ya no haya "batallones de mercenarios gascones, ni asesinatos en mitad de la noche", asegura que "se asesina civilmente en las redes sociales y se destruyen reputaciones con las mismas armas que entonces".

El Papa Alejandro VI

¿Por qué elegir a los Borgia para su nueva novela? Para Braulio, la respuesta es sencilla. Por una parte, cree que su época es tremendamente similar a la nuestra, un tiempo de cambios, donde "el pasado no acaba de morirse y el futuro no acaba de nacer".

Por otra parte, confiesa que le obsesiona la idea del poder y lo que son capaces de hacer las personas para conseguirlo y mantenerlo. "Por muy poderoso que seas, una serie de concatenaciones de mala fortuna puede hacer que todo tu poder se disuelva. Los Borgia son un buen ejemplo: vinieron casi de la nada, lo tuvieron todo y lo perdieron", destaca.

Su libro, sin embargo, no es un ensayo ni un libro de historia. Es una obra de ficción que intenta darle un sentido a las preguntas sin respuestas, que son muchas. Usando sus propias palabras, el libro cuenta lo que pasó o pudo pasar.

"Hay muchísimas preguntas sin responder", defiende. Entre ellas, Braulio señala el asesinato de su primogénito, Juan. "Su cadáver apareció con la bolsa de oro intacta para indicarle que lo habían matado por motivos políticos. A los tres meses, el papa ordenó que no se investigara más, algo que señala como culpable a su hijo César".

Para relatar la historia de esta controvertida familia, el periodista y escritor ha elegido a Miquel de Corella, más conocido como don Micheletto, un valenciano que acabó siendo el verdugo personal tanto del papa como de César Borgia. "Me interesa la figura del que hace posible que el poderoso lo sea, porque este rara vez ejecuta las ordenes que da, siempre hay alguien que lo hace por él".

Es el personaje que se encarga de revelar los secretos y los encargos que llevó a cabo, en una Roma en la que el arte convive con la falta de escrúpulos, las mentiras, las intrigas palaciegas y los crímenes más despiadados. Un tiempo en el que en el nombre del poder, todo valía. 

Juanjo Braulio. EE

Juanjo Braulio nació en Valencia en 1972. Es graduado en Enseñanzas Artísticas por la Sankt Eskils Skola de Eskilstuna (Suecia) y licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Politécnica de Valencia. Tiene un máster en Creación de Guiones Audiovisuales por la Universidad Internacional de Valencia.

Como periodista especializado en información política, ha trabajado en periódicos, radio, televisión y gabinetes de comunicación. Un compendio de sus columnas de opinión fue publicado en forma de libro con el título La escalera de Jacob.

También es autor del libro de viajes sobre Suecia En Ítaca hace frío y las novelas El silencio del pantano -Novela Negra del año 2016, más tarde llevada al cine- y Sucios y malvados, calificado por la crítica como "un monumental thriller literario" sobre la violencia de género.