El turismo rural en la provincia de Valencia tiene una parada obligatoria. A tan solo 35 minutos del centro de la capital valenciana, esta escapada permite disfrutar de senderos rurales y paisajes naturales, a pie o en bicicleta.
Para ello, hay que trasladarse a Alborache, en la comarca de la Hoya de Buñol. Es una localidad que ha mantenido intacta su esencia rural y tradicional, y que ha sabido poner en valor su entorno y paisaje.
En concreto, la ruta de los Molinos es un recorrido en el que admirar la naturaleza y que está al alcance de todo tipo de senderistas. Con algo menos de dos kilómetros, cuenta con muchas paradas para sacar fotografías y se puede hacer tanto a pie, como en bicicleta.
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Se trata de un trazado por los "preciosos" parajes naturales de Alborache. Durante el camino se pueden descubrir los antiguos muros y las ruinas de los molinos que había antiguamente y que se usaban para aprovechar la fuerza del agua del río Buñol.
Los molinos han sido utilizados históricamente para moler cereales, chocolate o para fabricar papel.
Durante todo el recorrido se escucha el cantar de los pájaros y el sonido del agua. Además, se puede hacer una parada para descansar, beber agua y comer al haber una zona de descanso con mesas y bancos.
El senderismo en Alborache tiene más opciones que sumar a esta ruta, pues hay decenas de caminos rurales rodeados de frutales. Entre ellos están los espárragos silvestres, algarrobos e higueras que acompañan a cualquier senderista a su paso.
Ruta por el pueblo
Aún hay más que hacer en Alborache: pasear por su centro urbano. Hay una ruta marcada con flechas que conduce por los lugares emblemáticos del municipio, como la Plaza de los Zorros, la Fuente de la Agricultura o los recomendables Parque y Fuente de San Jaime.
Otro de los puntos de interés es el mirador sobre el valle del río Buñol con el que observar las vistas al paisaje rural.
Por otra parte, el mercadillo dominical, sus embutidos y sus cocas salás son grandes motivos por los que no perderse este destino, desde el que además se pueden enlazar rutas con otros parajes cercanos, como las Cuevas del Turche en Buñol, la de las Palomas en Yátova o la senda que sube al Castellet en Turís.