Valencia

Una colosal obra de ingeniería hidráulica romana se ha convertido en uno de los monumentos más visitados del interior de Valencia. La obra despierta un gran interés y fascinación por su antigüedad, complejidad y diversidad estructural.

Se trata del acueducto romano de Peña Cortada, situado entre los términos de Tuéjar, Chelva, Calles y Domeño en la comarca de Los Serranos.

Declarado Bien de Interés Cultural en 2004, esta colosal obra de ingeniería hidráulica fue construida por los romanos en el siglo I d. C.

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El acueducto es uno de los más relevantes del país y todavía conserva tramos a lo largo de 28 kilómetros.

No obstante, un estudio reciente del arqueólogo y doctor en arquitectura de la Universidad Politécnica de Valencia Miquel Martí Maties amplió su recorrido hasta la misma capital valenciana, con una distancia total de algo más de 98 kilómetros,

Los elementos más espectaculares son el Puente de la Rambla de Alcotas, el del Barranco del Gato y la Peña Cortada en término de Calles, un impresionante corte vertical seguido de una galería tallada en la roca que se puede recorrer a pie.

Esta obra de ingeniería hidráulica es de tal magnitud que combinando distintos sistemas de conducción de aguas, desde su origen en el río Tuéjar y hasta que se le pierde la pista en los montes de Domeño, salvaban grandes accidentes topográficos de la comarca.

En el acueducto de Peña Cortada coexisten dos tipos de construcción, el de acueducto puente y el de acueducto viaducto.

Según destaca el Ayuntamiento de Calles en su página web, en el primero se aúnan las técnicas ya resueltas del puente y del arco honorífico o triunfal que aquí se emplean.

Sobre todo, puntualizan, para salvar la Rambla de Alcotas y el Barranco de la Cueva del Gato "con la monumentalidad requerida por sus autores para magnificar el poderío de su imperio".

En el segundo tipo de acueducto, de circulación libre por canal que confirma en su tramo excavado en roca el dominio técnico romano en cuanto a sistemas de conducción de aguas.

El conocimiento de la técnica era tan avanzado que incluso Vitrubio, arquitecto y escrito de esta época romana, ya aconsejaba cubrir este tipo de canalización para conservar mejor las propiedades del agua, "abovedándolos para que el sol no alcanzara al líquido".

La longitud de los restos hallados es de 28,6 kilómetros y atraviesa las poblaciones de Tuéjar, Chelva, Calles y Domeño. Siendo en Calles dónde se encuentran los yacimientos mejor conservados.

Descubrimiento

Fue en 2020 cuando el historiador valenciano Miquel Ramón Martí señaló la posibilidad de que en la provincia de Valencia se encuentre uno de los mayores acueductos romanos de la península Ibérica con unos 98,6 kilómetros de longitud, que irían desde el municipio de Tuéjar hasta la ciudad de Valencia.

"Yo mismo me he ido sorprendiendo conforme iba dando pasos", llegó a declarar el arqueólogo en una entrevista concedida a la Cope.

Los romanos eran los mejores ingenieros, y ellos han dejado huella. Somos herederos hasta hoy", aseguró. A su parecer, es la mayor responsable de la vertebración del territorio peninsular.

"Sus acueductos son el esqueleto a partir del cual las villas romanas pueden beber", destacó entonces.

El arqueólogo valenciano puso en valor este modelo arquitectónico marcado por Roma y señaló a la sociedad de aquel entonces como una población "moderna".

En lo refrente a su descubrimiento y al significado que tiene que los romanos consiguiesen trasportar agua a lo largo de casi 100 kilómetros, el experto confirmó que es un hecho que "pone en cuestión esa idea de la huerta islámica como si antes aquí no hubiera huerta".

"Los romanos, el agua que les sobraba de las termas, de las fuentes, etc.. todo eso iba directamente a sus campos", expuso. 

La hidráulica romana fue la que marcó las pautas en la Península Ibérica, algo que después recuperarían los pobladores islámicos.

"Las acequias y los azudes son 'chapucillas' que aprovechan el acueducto descuartizado que ha caído para sus pequeños pueblos o alquerías".

Con 23 kilómetros más que el de Cádiz, el de Valencia sería el más grande de España, aunque colegas de profesión ponen en duda el trabajo de este experto valenciano.

Además, según esta teoría, sería el sexto del mundo clásico, por delante de estructuras de abastecimiento de agua como Aqua Marcia (Italia), de 91 kilómetros, o la de Colonia (Alemania), de 95 kilómetros.

Ruta

El paraje se encuentra una hora en coche de Valencia y hay multitud de rutas para llegar hasta él.

La mayoría pasan por encima del puente. Es bastante ancho, unos 2 metros, por lo que no tiene mucha dificultad para pasar pese a que no dispone de ningún tipo de protección.

Justo después de pasar el puente, se encuentra otra obra impresionante. Se trata de la Peña Cortada, un pasillo cortado en la roca, para que el agua corriera fácilmente a través de la montaña. 

A partir de aquí, se sigue el camino del agua por túneles cortados en la roca.

Una ruta que permite comprobar obras de ingeniería romana construidas hace 2.000 años con el fin de conseguir llegar el agua hasta las poblaciones cercanas.