Valencia

A poco más de una hora de Valencia y de Alicante se encuentra una masía apartada y silenciosa de siete habitaciones, rodeada de un parque natural y donde no hay ni rastro de civilización. Es el destino perfecto para los amantes de la naturaleza que deseen escapar de la ciudad.

Las vistas dan a las montañas de la Sierra de Mariola. Además, la residencia está totalmente equipada: cuenta con una piscina de agua natural de 20 metros para refrescarse durante la época estival, una chimenea para mantener el interior a temperatura cálida durante el invierno y una decoración cuidada al detalle.

Es propiedad de una pareja francesa, Stéphane e Ylena, que convirtieron este hotel en un lugar perfecto para relajarse, pues la finca está rodeada de un enclave natural.

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En complejo también se celebran matrimonios, ya que es capaz de albergar hasta 200 comensales. De hecho, su zona exterior tiene más de 150.000 metros cuadrados de extensión.

La conocida como Finca Micalas se localiza al pie del Parque Natural de la Sierra de Mariola, un paraje natural lleno de una vegetación exuberante cerca de Bocairent, un municipio del interior de la provincia de Valencia.

La Guía Repsol, a manos de Mariola Cubells, hace su propia radiografía del lugar y la historia de sus propietarios: "Se conocieron en Dubái, donde ambos vivían y trabajaban, mientras visitaban un museo".

En busca del silencio llegaron a esta finca. "Queríamos un sitio lejos de la costa, en plena naturaleza, donde poder levantar algo especial", contó Stéphane a Cubells.

Zona exterior de la masía 'Micalas'. Eva Máñez

La finca era una casa familiar de 2.500 metros y 35 hectáreas de terreno, que solo se usaba en vacaciones y que llevaba cerrada más de diez años. Con mimo y con paciencia arreglaron siete de sus 14 habitaciones, descolgaron los cortinajes, repoblaron la casa con todos los enseres atesorados a lo largo de los años y se quedaron a vivir.

Por otro lado, las combinaciones cromáticas son un "juego constante" en el hotel. Por ejemplo, el salón dispone de muebles de colección de los años 50, así como pinturas, objetos y libros que llenan otras estancias.

Cada una de las habitaciones que componen este hotel es diferente. Según Mariola Cubells, "todas son coquetas, confortables y están aderezadas con reliquias que esta pareja ha reunido a lo largo de sus viajes por el mundo y que siguen escogiendo en cada rastro que visitan".

El paseo que rodea la finca 'Micalas', en Bocairent (Valencia). Eva Máñez

Una de las excursiones que puede realizar el visitante es explorar la población cercana de Bocairent, considerado uno de los pueblos más bonitos de la provincia y que además es medieval.

Otra opción a pocos kilómetros de 'Micalas' es una singular ruta vinícola, la de Terres dels Alforins, entre las comarcas de la Costera y La Vall D'Albaida. 

Bocairent

Bocairent es un pueblo medieval excavado en la roca de las montañas al que llegaron los romanos y los árabes. El lugar permite viajar en el tiempo a aquel que lo visita, pues se trata de un destino con siglos de historia.

Se le conoce como "La piedra viva" y se localiza a una hora y media del centro de Valencia. Los musulmanes llamaron a la ciudad Bekirén (piña o colmena), dadas las formas que ya entonces presentaba en su casco urbano. Bocairent es su actual denominación.

Con el paso de los años, las diferentes épocas vividas han dejado su huella en el conjunto de su municipio; con un singular trazado en sus calles al estilo árabe, con subidas y bajadas, escaleras, revueltas, plazoletas o callejones.

La Sierra de Mariola o el nacimiento de los ríos Vinalopó y Clariano rodean Bocairent, que siempre ha querido respetar la naturaleza y sus formas, por eso no es extraño encontrarse con monumentos o viviendas excavadas en la roca.

Respecto a la historia del pueblo, se han encontrado restos de asentamientos humanos del Neolítico en las cuevas del Vinalopó y de la Sarsa, así como diversos poblados íberos ubicados en pequeñas lomas de la zona. 

Los romanos también dejaron su huella en algunas villas del término, mientras que la etapa islámica fue una de las más prósperas y la que ha dejado un mayor legado. La música tradicional, la gastronomía, las fiestas y algunas tradiciones lo demuestran.

En 1245 la población pasó a formar parte de la Corona de Aragón. En 1418 fue declarada Villa Real y en 1587 Felipe II le otorgó el título de Real Fábrica de Paños, que dotó a Bocairent con el Libro de los Privilegios, la reglamentación corporativa de las actividades textiles y oficio que ha continuado hasta la actualidad.