El Ayuntamiento de Valencia está estudiando poner límites a las despedidas de soltero que cada fin de semana inundan el centro de la ciudad. Entre las medidas que se barajan, prohibir y aplicar sanciones a los que lleven megáfonos, complementos con forma de genitales en la cabeza o porten muñecas de carácter sexual.
Así lo aseguró este viernes la concejala de Turismo, Paula Llobet, que rechazó "demonizar" este tipo de celebraciones, pero abogó por "poner límites" para lograr un ocio "responsable y respetuoso con los vecinos y el patrimonio".
Además, a partir de este sábado y durante tres fines de semana, un "equipo especializado" recorrerá las calles del barrio de Russafa para concienciar a los grupos que estén de celebración que deben hacer compatible su fiesta con el respeto a los vecinos.
Estos grupos recopilarán información, mediante encuestas, para conocer la incendia que tienen este tipo de fiestas en el barrio.
"No queremos turismo de borrachera para nuestra ciudad, estamos trabajando para atraer turismo de calidad respetuoso con la vida de los vecinos de nuestros barrios", defendió la concejala.
El Ayuntamiento se ha sumado a la campaña "¡QUE VIVAN LOS NOVIOS que respetan Russafa!" puesta en marcha por la plataforma Convivir Russafa, compuesta por hosteleros, comerciantes, vecinos y entidades culturales.
Además, con el apoyo del Ayuntamiento y la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia, la campaña informativa se extenderá este año a otras zonas de ocio de la ciudad, como Ciutat Vella y Eixample a través de mensajes en soportes digitales y pantallas de las líneas de autobuses de la EMT.
También se instalarán los mensajes en las estaciones de trenes, la de autobús y zonas turísticas.