La Melodía de Nokia o Nokia Tune: el sonido más popular en el mundo de la telefonía fue 'robado' hace 30 años a un compositor de Villarreal (Castellón). Son cuatro compases míticos que se reconocen al instante y que evocan tanto a la marca como al modelo 3310, uno de los dispositivos más insignes de Nokia a lo largo de su historia.
Este tono de llamada básico e inconfundible era el preestablecido de los móviles marca Nokia. Su origen corresponde a los compases 13-16 del solo de guitarra de la composición musical 'Gran Vals', del guitarrista español Francisco Tárrega.
Fue escrito en 1902, pero 92 años más tarde la empresa de telefonía lo reclamó como sonido registrado. Apareció por primera vez en el modelo Nokia 2110, lanzado en 1994, y fue el primer tono musical identificable en un teléfono móvil.
Se estimó que la melodía era escuchada en todo el mundo 1.800 millones de veces por día, es decir, unas 20.000 veces por segundo.
El 'robo' de Nokia
En España, el artículo 26 de la Ley de Propiedad Intelectual -Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual, regularizando, aclarando y armonizando las disposiciones legales vigentes sobre la materia- determina un plazo general de protección de los derechos de explotación que durará "toda la vida del autor y setenta años después de su muerte o declaración de fallecimiento".
Cuando Nokia decidió que estos cuatro compases formarían parte de la "sintonía" de la marca y del tono de las llamadas en sus dispositivos, la melodía ya formaba parte del dominio público.
Francisco Tárrega falleció en el año 1909 y Nokia aprovechó este fragmento en el año 1994, cuando se escuchó por primera vez. Pasaron exactamente 85 años -y aún le sobraron 15-, por lo que la empresa cumplió la Ley española.
El dominio público lo constituyen todas las obras que no están protegidas por el derecho de autor y que, por lo tanto, pueden ser utilizadas sin permiso o sin tener que pagar al autor original.
Esto significa que las obras de dominio público pueden ser copiadas, distribuidas, adaptadas, interpretadas y exhibidas en público gratuitamente.
El creador
¿Qué se sabe del verdadero compositor valenciano que, sin pretenderlo, compuso uno de los sonidos más reconocibles de la cultura popular española?
La Real Academia de la Historia recoge que Francisco Tárrega fue guitarrista, compositor y pedagogo. De hecho, se le considera el creador de los fundamentos de la técnica de la guitarra clásica del siglo XX y el impulsor de la guitarra como instrumento de recital.
Nació en el seno de una familia humilde y su infancia transcurrió entre Villarreal y Castellón. Un accidente marcó su vida cuando cayó a una acequia, lo que le ocasionó problemas oculares.
Su padre, con el temor de que quedara ciego, se trasladó a Castellón para que asistiera a clases de música y pudiera ganarse la vida como músico.
En 1874 entró en el Conservatorio de Madrid, donde estudió composición con Emilio Arrieta. Virtuoso de su instrumento, era conocido como el "Sarasate de la guitarra". Ya en 1880 dio conciertos en París y Londres.
Algunas fechas destacables de su trayectoria fueron el 5 de mayo de 1881, cuando actuó en privado para la exreina Isabel II de España en su residencia del Palacio de Castilla.
También el 25 de mayo del mismo año participó en la conmemoración del bicentenario de la muerte de Pedro Calderón de la Barca en el Teatro del Odeón, en presencia de Isabel II de España y del embajador de España en París. En este espectáculo, interpretó su Fantasía española, así como otras piezas.
Realizó frecuentes giras, pasando por Perpiñán (Francia), Cádiz (España), Niza (Francia), Mallorca (España), París y Valencia, entre otras.
En la capital valenciana conoció a Conxa Martínez, una rica viuda que lo tomó bajo su protección artística y le ofreció a él y a su familia una casa en Barcelona, donde compuso la mayor parte de sus obras más célebres.
De vuelta de un viaje a Granada escribió el trémolo 'Recuerdos de la Alhambra', y en Argelia le llegó la inspiración para componer 'Danza mora'.
Aparte de sus obras originales para guitarra, que incluyen las dos mencionadas, Lágrima, Capricho Árabe o Variaciones sobre la Jota Aragonesa, arregló piezas de otros autores para este instrumento, como algunas de Ludwig van Beethoven, Frédéric Chopin, Felix Mendelssohn, Franz Schubert y las famosas Serenata Española de Joaquín Malats y La Paloma de Sebastián Iradier.