Los vestigios más antiguos de este municipio de la provincia de Valencia se remontan a finales del Paleolítico superior. Actualmente forma parte de la segunda corona del área metropolitana de Valencia y es capital de la comarca de Camp de Túria. Se trata del término de Llíria.
En el Eneolítico hubo un importante poblado en el puntal de la rambla Castellarda, que debió perdurar hasta los primeros tiempos del Bronce. También existieron varios poblados en el Castillarejo de Peñarroya, en la Lloma del Camí del Cavall, en el Tossal de Sant Miquel y en la Cova Foradà.
Pero la actual ciudad de Llíria tiene sus raíces en la Edad del Bronce, en el establecimiento que hacia la mitad del II milenio a.C. hubo en el cerro de San Miguel. Después, tuvo influencia el poblado ibérico de Edeta-Lauro, que fue capital de Edetania.
Llíria, además, posee los restos de la que fuera una de las ciudades ibéricas más importantes. Con cerca de 10 hectáreas de extensión y llamada Edeta, fue sede administrativa y centro de poder de Edetania, un gran territorio que se extendía desde el río Júcar hasta el Palancia.
Este yacimiento arqueológico otorgó el mejor conjunto de cerámica pintada de toda la cultura íbera, que se encuentra expuesto en el Museo de Prehistoria de la Diputación de Valencia. De las numerosas piezas que lo componen destacan el Vaso de los Guerreros y el Khalatos de la Danza.
Época romana
La importancia -política y económica- de Edeta fue primordial durante los siglos I y II (municipio romano en época de Augusto), mientras que su declive, iniciado en el siglo III y acentuado los años posteriores, pudo ser consecuencia paralela al crecimiento de Valentia. También rivalizó con Saguntum (Sagunt).
Uno de los símbolos más emblemáticos de la presencia romana en Edeta es el Molló del Pla de l’Arc, una pilastra romana de tres metros de altura.
Cerca se encuentran los Mausoleos Romanos, uno de los mejores ejemplos de arquitectura funeraria romana del siglo I, conformado por dos mausoleos o edificios funerarios que formaban parte de la antigua necrópolis de Llíria.
De hecho, algunas de las piezas arqueológicas recuperadas están expuestas en Museo de Prehistoria de Valencia y en el Museo Arqueológico de Llíria (MALL).
Al-Ándalus
Más tarde, con la dominación de los andalusíes se perfeccionaron las acequias y el sistema de regadío de la huerta de Llíria; mientras que en el aspecto político fue sede residencial del 'Cadí', especie de juez o magistrado de la ley musulmana, designado directamente por el califa.
De los siglos VIII al XIII la actual 'Vila Vella' fue una medina islámica llamada Lyria. Tuvo una gran importancia estratégica: así lo demuestra el hecho de 1090, cuando fue asediada por Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, por no pagar las parias (impuestos).
La medina islámica tenía como edificios más representativos de la sociedad andalusí: la mezquita como centro religioso, la alcazaba como fortaleza defensiva y el Hammam como baño público.
Corona de Aragón
En el año 1239, el rey aragonés Jaime I conquista Lyria y en 1253 le otorga la Carta Puebla que la convierte en villa real del Reino de Valencia dentro de la Corona Aragón. La villa fue repoblada principalmente por familias cristianas de procedencia catalana, aragonesa y occitana.