Valencia

Cerca de la Sierra Calderona, en la localidad valenciana de El Puig, se alza, en medio de la huerta, una espectacular finca donde se celebran bodas y convites nupciales. Se trata de un monasterio cartujo que data del siglo XVII; un espacio que además fue declarado Bien de Interés Cultural por el gobierno valenciano en 1996.

La edificación es un antiguo monasterio cartujo español fundado en 1272 y está formado por un conjunto edificado cerrado con jardines que lo rodean.

Cuidadosamente rediseñados para albergar desde la ceremonia a la fiesta final, pasando por el aperitivo y el convite, los antiguos Huertos de los Cartujos conservan la esencia y el sabor de la época, siendo sus edificaciones, La Torre Mudéjar (s.XVII), la Noria de los Palomos y el Jardín San Bruno, símbolos del entorno.

El recinto de Jardines La Cartuja cuenta con numerosos rincones para celebrar el banquete: por un lado está el salón Ara Christi capaz de albergar hasta 250 personas, de estilo modernista, con grandes ventanales y espectaculares vistas de la Iglesia de La Cartuja.

Por otro lado, el salón Invernadero dispone de capacidad para 400 personas y desde él pueden observarse los Jardines de la Torre y de San Bruno. 

La historia de Ara Christi

La historia empieza el 2 de noviembre de 1582 cuando Elena Roig, viuda del caballero valenciano Gaspar Artés, redacta su último testamento según su deseo: construir una nueva cartuja.

Elena Roig, hija de Tomàs Roig y hermana de Cristòfol y Joaquim Roig, formaba parte de una familia acomodada de la ciudad de Valencia. La mujer consideró que su fallecimiento sería próximo y pensó dejar su gran herencia al resto de familia, personal de servicio, religiosos, parroquias o conventos.

Todo indica que Elena Roig tenía una vinculación especial con estos monjes cartujos, probablemente por influencia de su hermano Cristòfol, que era inquisidor apostólico en Zaragoza y canónigo de la Catedral de Valencia. Pero finalmente la herencia nunca les llegó a los frailes citados.

Exteriores de Jardines de la Cartuja. Bodas.net

Ya en el siglo XVIII, la vida en la cartuja de Aracristi transcurrió tranquilamente, exceptuando hechos como la Guerra de Sucesión, donde los cartujanos se alinearon al bando austracista; o la creación de la Congregación Nacional de las Cartujos Españoles.

El siguiente siglo empezó con la primera exclaustración -proceso por el que se sale de la vida religiosa-, debido a la invasión francesa. La segunda exclaustración sucedió durante el gobierno del Trienio Liberal, mientras que la última y definitiva fue provocada por la desamortización de Mendizábal de 1835.

Desde el año 1999 se decidió emprender la recuperación de la cartuja por iniciativa privada de un grupo inversor Grupo Ciudadela. En colaboración con las autoridades locales llevó a cabo un profundo proceso de rehabilitación del monumento.

En la actualidad, la Cartuja de Ara Christi es propiedad de la empresa inmobiliaria Grupo Ciudadela. Esta empresa ha realizado numerosos esfuerzos a nivel económico para la protección de este monumento histórico.

Una ceremonia en Jardines de la Cartuja (Valencia). Bodas.net

Además de ser un recinto en el que se celebran ceremonias, la Cartuja se ha potenciado para crear un complejo hostelero, deportivo y de ocio. Hoy en día, la empresa de hostelería catalana Grupo Paradis hace uso de las instalaciones para la celebración de distintos actos, además del hotel Casa del Prior.

En la zona deportiva, existe un campo de golf, campos de tenis de tierra batida, de cemento y piscina olímpica. También cuenta con una zona lúdica infantil y un restaurante especializado en la gastronomía valenciana bajo el mando de Jaime Plasencia.

Arquitectura y ornamentación

La Cartuja comprende una serie de edificaciones desarrolladas alrededor de un gran claustro. El acceso al antiguo monasterio se realiza a través de un portón. Seguidamente, están las edificaciones principales en las que destacan, por proximidad y volumen, la iglesia y una torre cúbica defensiva.

La organización funcional de la propia cartuja obedece a los esquemas peculiares de esta orden contemplativa de la Iglesia católica; una iglesia centrada al sur del claustro, con su cabecera al norte, flanqueada por dos claustros y dependencias a ambos lados, y el gran claustro rodeado en sus flancos oeste, norte y sur por celdas. A su vez, una serie de huertos las circunda.

La ornamentación es clasicista a base de relieves de escayola en pilastras, capiteles y pechinas, pero lo que resalta son los esgrafiados en la cúpula. La sacristía, a la izquierda del templo, es otra amplia estancia abovedada.

Como mobiliario de interés, solo se conservan los marcos y puertas que son muestras de la carpintería valenciana de siglo XVI.