Hay un lugar que está a una hora del centro de Valencia que es atravesado por un río y cuenta con piscinas naturales de hasta 50 metros de longitud. Está levantado sobre antiguas aldeas del Imperior Romano que datan del siglo I DC. Fueron pequeños asentamientos agrícolas muy apreciados por los romanos por sus tierras fértiles y productivas.
Se trata de Ontinyent, una población situada en la comarca de la Vall d'Albaida, enclavada en el centro de la parte más occidental y rodeada de buenas tierras de cultivo y a orillas del río Clariano.
En Ontinyent se encuentra el Pou Clar, un espectacular paraje fluvial de gran belleza y valores ambientales que se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos de la provincia de Valencia.
En este paraje se encuentra sus conocidas piscinas naturales, algunas de ellas de hasta 50 metros de longitud. En el lecho rocoso del barranco, donde nace el río Clariano, se encuentran varias de las pozas o piscinas que forman parte de este paraje valenciano. Las primeras piscinas son las más pequeñas y tienen forma de caldera, mientras que las más grandes se encuentran río abajo.
El Pou Clar Forma parte del Paraje Natural Municipal de la Sierra de l'Ombria y es la principal aportación de agua en el río Clariano. Un destino ideal para una escapada de verano o refresacrse un día de verano.
Ocupación romana
La ocupación humana de su territorio está documentada desde la época prehistórica. Según destaca el portal de Turismo de Ontinyent, "se conocen algunos yacimientos de finales del neolítico, como por ejemplo el Arenal de la Costa, así como numerosos poblados de la Edad del Bronce, entre los que destaca el Cabeço de Navarro". También hay otros con restos ibéricos, sobre todo tardíos.
De la época romana "se conoce la existencia de varios asentamientos agrícolas de pequeña entidad, repartidos por el territorio, iniciándose la mayoría de estos en la época de Augusto en las primeras décadas del siglo I DC". Algunas de estas aldeas "sólo perduraron hasta medios o finales del siglo II DC, mientras que otros prosiguieron, seguramente, hasta el siglo V DC".
Aun así, ninguno de los asentamientos romanos conocidos hasta ahora, se ubica en lo que en la actualidad es el casco urbano medieval de Ontinyent, conocido como la Vila. "Aunque debió de existir alguno en las proximidades por ser uno de los sectores más fértiles y con las mejores tierras del término", precisan desde el ayuntamiento.
De hecho, "el nombre de Untinyân mismo, claramente preislámico, es seguramente el que ha substituido a un nombre de origen latino".
El ayuntamiento de esta localidad valenciana destaca el "descubrimiento y excavación parcial de lo que sería un amplio yacimiento romano en el Llombo, en la zona del actual polideportivo, de amplia perduración cronológica".
También se han podido documentar arqueológicamente los restos de un extenso cementerio tardorromano en el Bancal del Cel, la Casa Calvo, a unos 2 kilómetros al sur del casco urbano medieval, con cerca de un centenar de tumbas, del siglo VI DC aproximadamente.
Cuevas del siglo X
El Pou Clar suministró agua a la población de Ontinyent hasta la década de los 60, y todavía hoy suministra parte del riego de la huerta de este municipio.
En las paredes que cierran el paraje se abren las conocidas como ventanas del Pou Clar, unas cuevas excavadas en la peña entre los siglos X y XII que sirvieron de graneros, según informa el Ayuntamiento de Ontinyent.
El Pou Clar es el paraje fluvial más importante del municipio y alberga importantes valores naturales y paisajísticos.
El río Clariano nace allí mismo y en sus primeros metros configura una serie de pozos excavados por el agua sobre roca calcárea, conformando un paisaje bien singular de formas redondeadas y tranquilas láminas de agua.
La fuerte vinculación de esta zona con la población local hizo que cada pozo tenga un nombre, de arriba abajo se llaman Pou dels Esclaus, Pou Clar, Pou Gelat, Pou de la Reixa, Pou Fosc y Pou dels Cavalls.
Dada la belleza del lugar, su fama ha ido en aumento en los últimos años, por lo que ha sido necesario tomar una serie de medidas para regular su acceso por parte del Ayuntamiento de Ontinyent, y así conservar un paraje tan emblemático y singular.
A partir del mes de septiembre, ya no es necesario hacer un reserva para acceder al paraje. Pero los meses de verano hay que reservar para poder bañarse en el siguiente enlace.
En los últimos días, el Ayuntamiento de Ontinyent ha anunciado que reforzará el servicio de vigilancia este verano para preservar la seguridad de los bañistas y proteger esta joya fluvial. Y que el Pou Clar siga siendo un paraje impresionante y seguro para refrescarse en verano.