A 85 km de la ciudad de Valencia se encuentra uno de los pueblos más reconocidos por la calidad de sus aguas y la variedad de fuentes que posee. Montán, situado en el interior de la provincia de Castellón, cuenta con una singular Ruta del Agua que cada verano constituye un gran reclamo para los turistas.
La Ruta del Agua o Ruta de los Manantiales compone un recorrido senderista frecuentado por las propiedades beneficiosas que el agua de sus manantiales tiene para la salud y por realizarse en un entorno fresco que contrasta con el calor habitual en verano.
En Montán, las temperaturas máximas oscilan entre los 25 y los 28 grados en los meses más calurosos del verano; mientras que las mínimas se sitúan entre los 13 y los 17 grados, cinco grados menos de media que en la capital de la Comunitat Valenciana.
La vegetación que envuelve la localidad y que protege sus calles de la intensidad del sol en verano junto con la gran calidad y variedad de sus aguas, convierte esta ruta senderista en uno de los secretos mejor guardados de la provincia.
En el término municipal de Montán, 35 fuentes contribuyen a la riqueza natural del paisaje y componen un itinerario único por las propiedades beneficiosas que el agua de sus manantiales tiene para la salud y que recoge Faustino García Chirivella en su libro La Ruta del Agua.
Al descender por la carretera del Puerto de Arenillas, una parada obligada para el viajero es la Fuente del Madroñal, conocida por sus efectos positivos en el riñón y por ser una zona natural de descanso para los viajeros.
Dentro de la localidad, todas las fuentes presentan singularidades. Sus aguas refrescan a los turistas en sus excursiones, y en los alrededores del casco urbano se encuentran algunos de los parajes más destacados.
El manantial de la Fuente del Nacimiento abastece a todo el pueblo de Montán y es una de las fuentes más conocidas por sus rutas de senderismo complementarias como la que llega a la Cueva Cirat, un pequeño tesoro de interés geológico.
A sus pies, se encuentra la Fuente de La Tejería. Su contenido en sulfatos le confiere propiedades diuréticas y laxantes y su área de pícnic natural permite a los visitantes descansar bajo la sombra de los árboles.
Otro de los puntos de interés es la Fuente de Bajo Castillo. Sus aguas desembocan en el Río Montán y es una de los lugares más visitados por sus propiedades beneficiosas para tratar enfermedades en la piel.
Una vez en el casco urbano el principal reclamo es la Fuente de La Plaza, situada en el centro neurálgico del pueblo, y de cuyos grifos con forma de león brota el agua procedente del Nacimiento.
Sin embargo, pese a que estos cuatro puntos son los más destacados en el recorrido, otras fuentes se encuentran repartidas por el itinerario. Las aguas de bajas temperaturas de la Fuente del Molino, la Fuente Amarilla y la Fuente de la Losa sirven como parada en esta fresca ruta senderista.
Paraísos naturales
Además de refrescar a los turistas y las propiedades beneficiosas que los manantiales aportan a la salud de los visitantes, este itinerario esconde verdaderos paraísos naturales entre las montañas.
Uno de ellos es el Pozo de las Palomas, el cual se encuentra al bajar una senda habilitada y accesible para familias, junto a la Fuente de Peña Blanca. Este espacio natural es idóneo para el baño formado por una poza de agua cristalina que cae en forma de cascada.
Este y otros parajes naturales que componen esta ruta senderista están comprendidas en la iniciativa turística propuesta desde el Ayuntamiento de Montán. Este recorrido fresco y saludable en la comarca del Alto Mijares es ideal para escapadas familiares e imprescindible para este verano.