Valencia

Hay un lugar en Valencia muy cerca del mar donde el tiempo parece haberse detenido. Se trata de Casa Montaña, una antigua taberna con cerca de 200 años de historia, convertido hoy en día en un acogedor restaurante que pone en valor los productos locales y difunde la cultura del vino.

Es el bar más antiguo de Valencia y se encuentra en la calle de Josep Benlliure, en el popular barrio del Canyamelar de Valencia. Casa Montaña se define como "la casa del buen vino y del buen producto", un hogar para clientes y amigos, "una parte del relato y la historia de Valencia".

Aparentemente, nada ha cambiado en Casa Montaña desde su fundación en 1836 porque "sigue siendo un lugar de encuentro, que nos abre la puerta a un universo de sensaciones", según destaca la página web del establecimiento. Es un restaurante con solera y personalidad desde su apertura, convirtiéndose en un punto de encuentro habitual de los políticos e intelectuales valencianos de la época.

En 1836, Valencia tenía una economía diversa, pero una de las principales actividades industriales era la elaboración de tejidos de seda. El gremio de velluters (seda) controlaba esta actividad y desempeñaba un papel crucial en la ciudad.

Los agricultores trabajaban en la huerta valenciana, cultivando frutas, verduras y arroz, mientras que los comerciantes participaban en el comercio local e internacional.

En ese contexto nació la taberna. Casa Montaña ha conseguido sobrevivir al paso del tiempo, a los bombardeos de la Guerra Civil, a las pandemias y a los cambios de propietarios durante cerca de dos siglos.

En 1861 se produjo el primer relevo generacional en el negocio y Casa Montaña fue heredada por Ramona Montaña Romeu, hija de los fundadores.

Unos años después, en 1880, se acometió la reforma de la barraca original donde se encontraba, dando lugar al edificio con la fachada actual de estilo modernista, según informa el establecimiento.

Más tarde, el matrimonio Omedes–Doménech compró Casa Montaña por 10.000 pesetas en 1907 y María Pérez, viuda del bisnieto de los fundadores, se hizo cargo del local hasta 1960.

Ese mismo año, Casa Montaña fue traspasada a Enrique Guerra, que sólo regentó el establecimiento durante dos años.

La propiedad de la histórica bodega volvió a cambiar de manos en septiembre de 1962, siendo traspasada al matrimonio formado por René Soriano March y Juana María Reus March. En 1991 un nuevo traspaso dejaría el control del negocio al cargo de Santiago Polo García, pintor de profesión.

Finalmente, en 1994, Casa Montaña fue de nuevo traspasada y recayó en manos de Emiliano García Domene, actual propietario de la misma e impulsor definitivo de la tradición enológica y gastronómica que marca la solera y la personalidad única de esta histórica bodega de la ciudad de Valencia.

Emiliano García ha sido concejal de Turismo e Internacionalización en Valencia con el PSOE y es el impulsor de la ampliación de la oferta gastronómica y vinícola. En el año 2006, Alejandro García Llinares, hijo de Emiliano García e Ingeniero de profesión, se incorporó al negocio, asegurando el relevo gerencial y la renovación necesaria que define a esta casa de tradición marinera.

Vino en Casa Montaña. CASA MONTAÑA

Mejor bar de vinos

En 2023, fue galardonado con el premio Mejor bar de vinos de España otorgado en los IWC 2023. En esa edición, el restaurante valenciano consiguió este prestigioso premio gracias a su trabajo por convertirse en uno de los locales de referencia en el mundo del vino de España.

El restaurante está especializado en tapas tradicionales, priorizando los productos de proximidad y de temporada. Su cocina fusiona recetas tradicionales con tendencias actuales que miran al mar y a la huerta.

Entre sus tapas destacan las habas salteadas con jamón, la sardina ahumada o la anguila del mediterráneo ahumada con brotes y brunoise de verduras y pimienta rosa.

En el bar más antiguo de Valencia también se encuentran las clóchinas valencianas, la típica sardina a la plancha del Mediterráneo y la laureada sepia con cebolla. La carta también incluye una variedad de conservas, carnes, embutidos y quesos.

Los menús degustación incluyen uno que recoge una selección de sus tapas más tradicionales desde 1836 por 37 euros por persona (bebida no incluida). 

Tapa del restaurante. CASA MONTAÑA

La extensa carta de vinos y la difusión de la cultura del vino resultan un valor añadido de carácter diferencial. Disponen de referencias de todo el mundo, dedicándole un peso especial a los vinos españoles, particularmente a los valencianos, y a las variedades autóctonas recuperadas.

El establecimiento asegura que la profesionalización del personal de sala también es uno de los principales objetivos de Casa Montaña. El restaurante cuenta con una plantilla con sumilleres que ostentan los títulos de WSET (Wine & Spirit Education Trust) en el nivel 2 y 3.

Además, Casa Montaña dispone de una nueva herramienta digital de gestión de bodega y carta de vinos, "en una clara apuesta por modernizar y lograr la excelencia en el servicio del vino". Un lugar que no te puedes perder si visitas Valencia.