"Se caracterizan por su versatilidad y por capacidad de modificación y adaptación a cada evento", explican los impulsores del Roig Arena. Hasta la fecha, ninguno ha sido construido como tal en las tres grandes ciudades de España, y esto cambiará con la apertura, a mediados de 2025, del nuevo pabellón multiusos de Valencia.

En Madrid, el enclave por excelencia para celebrar grandes eventos a puerta cerrada es el Wizink Center. En Barcelona, el Palau Sant Jordi. Son grandes recintos, con capacidades de 17.400 y 18.000 espectadores en modo concierto, respectivamente.

Cuentan con un problema común: fueron ideados para uso exclusivo deportivo, y acogen espectáculos con un gran esfuerzo de organización que requiere costosos montajes y desmontajes de escenarios.

Ese es, precisamente, el problema que resuelve el concepto Arena, construido para compatibilizar el deporte con la transformación ágil del espacio que permita en la pista otro tipo de espectáculos multitudinarios.

El Roig Arena, financiado por el presidente de Mercadona, Juan Roig, con un presupuesto de 280 millones de euros, ya tiene construidos los muelles de carga subterráneos. Los camiones, sin molestia alguna para los vecinos, podrán acceder a escasos metros de la pista para desplegar las infraestructuras de los artistas.

Se trata de comodidad, pero también de dinero. La agilidad en el montaje y el desmontaje permitirá muchos más días de actividad y facturación, y todo en un "recinto hermético", con eventos a puerta cerrada con garantía total de celebración.

Madrid, desde la imponente reforma del Bernabéu, cuenta con un estadio cubierto (techado pero no hermético) que triplica las capacidades de un Arena: hasta 65.000 asistentes. Ello le permite acoger espectáculos de talla mundial como los ya celebrados de Taylor Swift o Karol G.

La liga de los Arena es otra, la de conciertos menos numerosos, pero que son mucho más abundantes. Y la apuesta por celebrarlos en un recinto completamente cerrado, sin la contaminación acústica que ha llevado al Ayuntamiento de Madrid a restringir esta actividad.

Fachada cerámica

El pasado martes, el estudio Erre Arquitectura, responsable del diseño del recinto, explicó que los trabajos se centran ahora en la cubierta y la fachada, que contará una "piel cerámica" conformada por más de 9.000 piezas.

Tras el "hito" que supuso el izado de las ocho gigantescas cerchas de la cubierta, actualmente se está trabajando para que estos dos elementos, cubierta y fachada, generen un recinto "totalmente hermético con el que ofrecer la mejor experiencia tanto visual como acústica a los espectadores de los distintos eventos que tendrán lugar los 365 días del año". Tendrá también multitud de salas de menor tamaño para espectáculos más reducidos y eventos corporativos.

Interior del Roig Arena. EE

Una de las características diferenciadoras del diseño del pabellón, según expuso la firma, es la presencia de espacios exteriores "que permitan disfrutar del clima y ambiente mediterráneo que ofrece la ciudad de Valencia". Será un lugar abierto todos los días con una oferta gastronómica variada.

Según agregaron, sus impulsores continúan trabajando "en la construcción de las terrazas que envolverán al recinto cubierto". "Espacios que ofrecerán a visitantes y espectadores la posibilidad de disfrutar del edificio y sus servicios en cualquier momento del año", indicaron.

Estos espacios exteriores están suponiendo "un proceso de ejecución laborioso y complejo que mediante un sistema de postensado permitirá crear una estructura de hormigón que alcanzará los 25 metros de longitud".