Miles de viajeros pasan el verano cada año en la Comunitat Valenciana, un territorio con una costa privilegiada repleta de paraísos. La mayoría de visitantes buscan playas kilométricas de arena fina, a ser posible poco masificadas, y pueblos con encanto en los que disfrutar una puesta de sol única.
La ciudad de Peñíscola, al norte de la Comunitat Valenciana, se encuentra en un punto privilegiado del Mediterráneo español, donde el atardecer dibuja colores inolvidables. Es uno de los mejores puntos de la costa de Castellón para disfrutar de una puesta de sol única.
Los 79 kilómetros cuadrados de extensión del municipio, 17 de los cuales transcurren paralelos al litoral, se reparten entre las superficies forestales y los cálidos cultivos mediterráneos, entre los que no faltan el naranjo, el olivo y el almendro.
La ciudad antigua está coronada por la que fuera morada del papa Benedicto XIII, conocido como el papa Luna.
Se trata de un castillo-fortaleza del siglo XIV construido sobre un imponente peñón que se alza 64 metros sobre el mar. La fortaleza está unida a la población por un cordón de arena que tiempo atrás era barrido por las olas durante los temporales, transformando a la ciudad en una efímera isla. El paisaje alcanza su máximo esplendor con la puesta del sol.
Mayor atractivo
El Castillo, anclado en el mar sobre un gran montículo, es el mayor atractivo de la ciudad y ayuda a reconstruir el pasado de caballeros y fortalezas almenadas que ocuparon las tierras del Maestrazgo.
El papa Luna lo eligió para recluirse y luchar por la unidad de la Iglesia Católica. La fortaleza domina el punto más alto de la península.
Según informa el Ayuntamiento de Peñíscola en su página web, el patio de Armas "es un delicioso balcón para admirar el Mediterráneo, y la torre del Homenaje una plataforma perfecta para contemplar la panorámica de la costa.
En primavera y verano, este recinto amurallado acoge un festival de cine de comedia española y un festival de música antigua y barroca, que se celebre este fin de semana.
Los orígenes del Castillo de Peñíscola se remontan a tiempos andalusíes, cuando al parecer existió una fortaleza usada para el control fronterizo.
Esta alcazaba y todo el núcleo poblacional fueron tomados por Jaume I de Aragón en 1233. Un siglo después, Jaume II permitió que la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón (Orden del Temple) se instalase en la zona, según destaca el área de Turismo de Peñíscola
Los templarios levantaron sobre los restos musulmanes lo que es la actual fortaleza.
"Un lugar que ocuparon entre 1294 a 1307, año en el que buena parte de los templarios fueron apresados de orden del papa Clemente V, que temía perder poder político en favor de estos", subrayan.
La fortificación se construyó en función de unos patrones románicos.
Posee unas proporciones y características similares a las de la mayoría de los castillos templarios, edificados tanto en Europa como en Oriente. Como dato, el municipio asegura que "se calcula que en Europa existieron un total de 800 castillos de este tipo, habiendo sobrevivido solo un centenar".
El caso de Peñíscola es particular, no solo por haber pervivido, también por el posterior uso que se le dio a la fortificación
Con la desaparición de la Orden del Temple la fortificación quedó totalmente abandonada. Ya en el siglo XV fue ocupada por el papa Luna.
Conocido como el antipapa, fue designado máximo representante de la Iglesia "en el contexto del denominado Cisma de Occidente, un momento histórico en el que llegó a haber hasta tres papas, cada uno de ellos con un reconocimiento político y social limitado".
En 1417 el Cisma de Occidente finalizó con la elección de un único papa con sede en Roma. Fue entonces cuando el conocido como papa Luna (que había sido elegido en Aviñón bajo el amparo francés) acabó depuesto, excomulgado y declarado antipapa.
Benedicto XIII se refugió en el Castillo de Peñíscola, siendo este hecho el que ha determinado que la fortaleza también sea conocida con el nombre de Castillo del papa Luna.
Falleció en 1423 y en la actualidad son varias las leyendas y relatos poco creíbles que mencionan que su fantasma se aparece en este Castillo. Hoy en día, esta fortaleza protagoniza cada día una postal espectacular con el ocaso del sol.
Lugar de rodajes
Esta historia del papa Luna y los caballeros templarios fue reflejada por El Ministerio del Tiempo, la popular serie de TVE que escogió el propio Castillo de Peñíscola para hacer el viaje en el tiempo.
Pero la fortaleza no solo ha sido elegida para esta producción, también ha sido el escenario de varias escenas en Juego de Tronos. La serie también rodó en el Parque de Artillería o la Plaza de Santa María, conocidos rincones de la localidad.
A su vez, en el Castillo de Peñíscola también se han rodado películas como El Cid (1961), conocido largometraje de Charlton Heston y Sophia Loren. O la popular Calabuch (1956) de Luis García Berlanga, considerado y reconocido pionero del cine español.