Confeti, música, traca valenciana y albahacas gigantes. Son los elementos esenciales que caracterizan la tradición peculiar y el ambiente festivo de un pueblo valenciano situado a tan solo 30 minutos del centro de la capital. 

Por las calles de Bétera pasean las albahacas más grandes del mundo cada 15 de agosto. Es su manera de ofrendar a la Virgen de Asunción, conocida popularmente como la Mare de Déu d'agost, mientras el pueblo se inunda de toneladas de confeti. 

En la localidad valenciana de Bétera, durante al menos 400 años, se ha realizado la ofrenda a la Virgen. Consiste en "adornar su lecho con albahacas antes de su tránsito al cielo".

De hecho, se remonta a la tradición milenaria cuando otras civilizaciones, como griegos, fenicios y romanos, practicaban rituales de agradecimiento por las cosechas el 15 de agosto.

¿Y por qué la alfàbega? El nombre genérico deriva de los términos Okimon y basilikos, que en griego antiguo significan "oloroso y real, perteneciente al rey". Ya en el siglo III a.C., el filósofo y botánico Teofrasto justificó en su denominación las numerosas virtudes que poseía.

Es probable que la planta llegara a Europa por el interés que despertaban sus vínculos con ritos sagrados y por sus supuestos poderes sobrenaturales.

Tanto es así que Bétera lleva la alfábega por bandera y hasta hoy en día se le rinde culto a este vegetal. En la época musulmana su uso estuvo muy extendido, y en este momento histórico corresponde la primera prueba de la existencia de la albahaca en el municipio: el hallazgo de un alfabeguer en la torre islámica de Bofilla, datado entre los siglos XII y XIV.

En la actualidad, se cultivan con cuidado durante meses para que crezcan y luzcan su verde tan característico el día grande de la fiesta. Los cossieters, que son los portadores de las plantas, las llevan desde l'Hort de les alfàbegues, cuando se inicia la Rodà (el recorrido de la ofrenda), hasta los pies de la Virgen. 

Durante el trayecto por las calles, presiden el ritual dos mujeres solteras (obreres fadrines, las máximas representantes de las Fiestas de Agosto) que visten con la indumentaria valenciana tradicional, junto con els Majorals (los fiesteros), quienes se encargan de lanzar miles de kilos de confeti por la población con sus camisas de flores coloridas y un pañuelo bordado en el cuello.

Una obrera soltera en la ofrenda a la Virgen por las calles de Bétera (Valencia). Raquel Granell

Los 22 mayorales de este 2024 también han portado a juego unos sacos de tela del mismo estampado que sus floreadas camisas, donde han ido depositando las 13 toneladas de confeti que han cubierto las calles de Bétera.

Precisamente, la verdadera "batalla campal" se inicia al terminar el recorrido. Miles de papeles minúsculos de colores adornan el suelo, momento en el que los vecinos y visitantes aprovechan para enzarzarse entre sí y lanzar contra sus contrincantes puñados de confeti.

Es, sin duda, el momento en el que mayores y pequeños disfrutan rebozándose en el suelo. Incluso algunos se esfuerzan en quitarse el confeti que se ha colado en el lugar más recóndito que jamás hubiera imaginado; en los bolsillos del pantalón, entre el pelo o hasta en el calcetín. Pero es casi imposible. 

De hecho, los trabajadores municipales se apresuran para limpiar las calles y dejarlas lo más impecables posible para el resto de los festejos, aunque a la semana siempre hay algún que otro papel en el suelo que se resiste a quitarse del asfalto. O que se lleva la abuela en el bolso "de recuerdo" sin saberlo.

El desfile

El desfile lo inicia la clásica pareja del tabal y la dolçaina (el dueto instrumental del folclore valenciano). A continuación, una a una van saliendo todas las albahacas por orden de altura, de menor a mayor.

Para el transporte de estas majestuosas plantas, de aroma inconfundible, se utilizan una especie de andas. Así, los jóvenes, invitados por la obrera, transportan las albahacas de la ofrenda hasta la iglesia.

La primera obrera soltera, Alba Aznar, y la segunda obrera soltera, Sonia Amposta, han sido acompañadas este año por el director general de Diversidad, Stephane Soriano, el diputado provincial de Turismo y Deporte, Pedro Cuesta, el de Medio Ambiente, Avelino Mascarell, y alcaldes de municipios como Villamarxant, Olacau y Meliana. También por la alcaldesa de Bétera, Elia Verdevío.

Las dos jóvenes han paseado por el pueblo junto a su "sombrillero", la persona encargada de protegerlas del sol con una sombrilla artística bordada a mano.

Pasadas las 10.00 horas el conocido como Corral de les Alfàbegues ha abierto sus puertas para dar paso a las 16 alfàbegues y a la comitiva, engalanada por la rica indumentaria de los vestidos confeccionados a mano por expertas indumentaristas de Bétera.

La alcaldesa, Elia Verdevío, ha puesto en valor el vestuario de las obreras como "uno de los elementos más especiales de todas las Fiestas de Agosto y uno de los secretos mejor guardados", confeccionados a mano.

Las albahacas gigantes, símbolo de la tradición festiva de Bétera (Valencia). EE

Como si se tratase de una reina, les han seguido sus familiares varones más próximos, el resto de la corporación municipal, la albahaca más grande que le ha correspondido por sorteo y la banda de música que cierra la primera parte de la ofrenda. La segunda parte es idéntica a la primera, pero con la otra obrera soltera.

Tradicionalmente, hay dos clavariesas casadas, vestidas de riguroso negro, cuya misión es la de acompañar, custodiar y guiar a las dos obreras solteras. Las mujeres casadas se encargan de recibir a las jóvenes y de colocarles la mantilla blanca para entrar al templo con ellas.

Ya con la mantilla han entrado todas juntas al interior de la parroquia para realizar la ofrenda a la Virgen de la Asunción, un momento en el que "el sentimiento y el aroma de sueño que desprenden les alfàbegues se une en un majestuoso escenario que culmina la frenética mañana", tal y como ha declarado el concejal de Fiestas, José Vicente Martí.

Además, ha valorado el acto como "espectacular": "Tal y como contaban nuestros antepasados y como bien dice la tradición, durante la Rodà no puede haber mujer más bella que las Obreras y para resaltar su belleza y ocultar la de otras lanzan confeti sobre la gente".

Por la noche, pólvora

Para finalizar el día y comenzar "la noche más especial del año", Bétera vibrará a partir de la una de la madrugada con los más de 2.600 cohetes que serán disparados por los mayorales 2024 en la calle Gascón Sirera.

Los representantes de las fiestas serán los encargados de disparar un total de 100 kilos de pólvora acompañados por las cuatro peñas coeteras de Bétera: Amics del Coet, Vol Lliure, Fogoners.15 y Fills de la Pólvora, en una cordà montada en cuerda que "únicamente se puede disfrutar en Bétera".