En las mesas valencianas no puede faltar una buena picaeta en verano, o lo que es lo mismo, el aperitivo, ya sea en una reunión de amigos o en familia. Hay muchos platos que se sirven antes de sentarse a comer y a uno de ellos se le considera una "auténtica joya de la gastronomía valenciana".

Lo que nunca puede faltar es el sepionet, una receta sencilla de preparar y que solo se conoce en la región. "Se trata de un cefalópodo similar a la sepia o la jibia, pero de menor tamaño, normalmente de unos ocho diez centímetros", explica el pescadero Francisco Oñate a EL ESPAÑOL.

Oñate asegura que "hay mucha controversia con la denominación de las distintas especies y lo que la gente común entiende por estas, ya que muchas veces los restaurantes nombran a los pescados de forma incorrecta en sus cartas".

Lo que más vende en su pescadería en cuanto a cefalópodos (invertebrados marinos) es la sepia y el chipirón (calamar de pequeño tamaño, aproximadamente de 10 a 15 centímetros).

"El sepionet fresco se vende, pero en mucha menos cantidad. Sale caro", comenta el pescadero. A día de hoy, el precio en el mercado es de aproximadamente 40 euros el kilogramo. Sin embargo, el producto congelado tiene un importe inferior porque su calidad empeora. "Suele venir de Marruecos y está a unos 12 euros/kg", asevera.

Eso sí, la tapa de un buen sepionet como aperitivo es para disfrutarla, y se suele servir de la siguiente manera:

El blog La Tauleta explica su elaboración, tal y como lo preparaban las mujeres de los pescadores de un pequeño pueblo costero.

Se diferencia de la sepia en que no hay que limpiarlos, solamente basta enjuagarlos por si contienen arena, pero sin sacar las bolsitas de tinta ni las mini tripas o la piel. No se deben estrujar para evitar romper la bolsa de tinta, por lo que se recomienda escurrirlos en un colador antes de llevarlos a la sartén.

Posteriormente, hay que calentar aceite en una sartén y colocar los sepionets. Se deben dejar dos minutos por un lado, y otros dos por el otro (hasta que obtengan un color dorado), vigilando que no se queme la tinta. 

Pasado este tiempo, se les agregará un picado de ajo, perejil, aceite de oliva y unas gotas de vinagre. Ademas de este sencillo aliño algunas personas suelen acompañarlos con un poco de mayonesa o allioli.

Turismo gastronómico

La Comunitat Valenciana cuenta con una cultura gastronómica de gran valor: recetas tradicionales tan internacionales como los arroces o la paella, productos agroalimentarios diversos y de alta calidad, tal y como destaca la Generalitat Valenciana.

Su sector hostelero está consolidado los últimos años, ya que hay un número importante de cocineros y cocineras, líderes de este movimiento gastronómico, que aportan su creatividad y excelencia: 25 estrellas Michelin y 45 restaurantes con soles Repsol.

La gastronomía propia es un recurso de primer orden para el turismo de la Comunitat Valenciana. Desde el Gobierno valenciano insisten en que "refuerza la esencia y los valores del estilo de vida que nos identifica como destino mediterráneo: hospitalario y saludable, reflejo de una Dieta Mediterránea declarada por la Unesco Patrimonio Inmaterial de la Humanidad".

La influencia de la gastronomía en los viajes y el crecimiento de los visitantes atraídos por la cocina y la despensa de los destinos turísticos es una realidad. Guías como la Michelin o la Repsol lo corroboran.

Así, la gastronomía se ha convertido hoy en un segmento de oportunidad para la competitividad y el posicionamiento turístico, un producto que contribuye a la sostenibilidad y al desarrollo territorial, con importantes beneficios intersectoriales.

El área valenciana de Turismo impulsa el turismo gastronómico desde un concepto amplio, contando con todos los agentes que intervienen en la "cadena de valor" y con "un enfoque compartido por un buen número de iniciativas y proyectos, públicos y privados, surgidos en la Comunitat Valenciana".