El reto de esta pequeña empresa para tener listos los 120.000 kilos de tomate maduro para la Tomatina
La Tomatina celebra su 77 edición este 2024. Fue declarada fiesta de Interés Turístico Internacional en 2002.
27 agosto, 2024 16:36La peculiar batalla que se libra en la localidad valenciana de Buñol cada año necesita de munición que se cultiva durante meses, hasta conseguir la maduración perfecta. La producción de la 77 edición es completamente valenciana, ya que los tomates provienen de campos de la zona sur de la capital.
Este 2024 un total de 120.000 kilogramos de tomate se han repartido en siete camiones. Por primera vez salen de una pequeña empresa familiar valenciana ubicada en Silla y de ahí hasta Buñol. El próximo miércoles 28 de agosto recorrerán las calles de la población.
Los siete vehículos pesados ya están cargados y listos para la Tomatina y hasta la hora de la celebración los custodiará la Guardia Civil en el recinto que ha preparado el Ayuntamiento.
"Ha sido un esfuerzo increíble y un reto un tanto complicado. Estamos muy contentos, pero ha sido mucha responsabilidad", confiesa Susana Ribes, una de las propietarias de Frutas y Verduras Massanassa, a EL ESPAÑOL.
La variedad del tomate perfecta para el lanzamiento es el de pera. Insiste en que estos productos siguen un tratamiento específico para que antes de la cita estén maduros. "No se pueden tirar tomates que hagan daño", asevera Ribes. Tampoco son aptos para el consumo.
"A finales de abril el tomate empieza a echar sus raíces, pero la recogida depende de la climatología y, sobre todo, del calor", explica la propietaria. "Hemos sufrido por si no salían las cuentas a causa de la sequía", ha señalado.
De hecho, controlan el estado del tomate mediante cámaras de frío que ocupan 4.000 metros cuadrados, con mayor o menor temperatura según la madurez de cada uno de ellos.
Frutas y Verduras Massanassa ya intentó que sus tomates fueran los protagonistas el año anterior, pero desestimaron la oportunidad por la sequía. La adjudicación de la empresa se realiza mediante licitación pública y para ello pujan las diferentes compañías.
"Ha sido una satisfacción muy grande a nivel personal y empresarial", ha afirmado la propietaria. Aun así, ha recordado los momentos duros que han sufrido: "Entre las lluvias y la sequía pensábamos que no llegaríamos a obtener los 120.000 kilos."
Empresa valenciana
Frutas y Verduras Massanassa nace de la iniciativa de cuatro hermanos en el año 1992: Salvador, Susana, Sergio y José Miguel Ribes.
Desde hace ya 32 años empezaron a pequeña escala con la venta de frutas y verduras frescas en la población de Massanassa en Valencia. Con los años consiguieron una extensa cartera de clientes que pudo dar el salto a la venta al por mayor.
Actualmente desde su planta central se distribuye todo tipo de frutas, verduras, hortalizas y productos de cuarta gama elaborados por ellos mismos por todo el territorio nacional.
Ribes también ha apuntado que algunos de los múltiples campos que tienen por la provincia de Valencia son "plenamente ecológicos". Al mismo tiempo, ha destacado su compromiso con el medioambiente: "Disponemos de vehículos eléctricos, renovamos el techo de la nave y colocamos placas solares".
Estos cambios les han permitido rebajar hasta el ochenta por ciento del coste energético que tienen, lo que repercute en una "mayor competitividad" en el mercado.
Por último, ha subrayado que su almacén está abierto las 24 horas del día, ya que la distribución y el reparto de sus alimentos no cesan en ningún momento.
Historia de la fiesta
La Tomatina fue declarada fiesta de Interés Turístico Internacional desde 2002 por la Secretaría General de Turismo. La historia se remonta al último miércoles de agosto del año 1945, cuando unos jóvenes pasaban el rato en la plaza del pueblo para presenciar un desfile de gigantes y cabezudos.
Los chicos decidieron hacerse un hueco en la cabalgata, pero su ímpetu provocó que cayera un participante. Este, preso de la ira, empezó a golpear todo lo que encontraba a su paso.
Casualmente allí había un puesto de verduras que fue utilizado por la multitud enfurecida para arrojarse tomates, hasta que las fuerzas del orden público pusieron fin a tan particular batalla.
Al año siguiente, los jóvenes repitieron el altercado de forma voluntaria, y hasta llevaron los tomates de su casa. Lejos de aceptar como habitual este suceso, la policía prohibió que se repitiera e intentó evitar este suceso como tradición.
Por esta razón, la Tomatina fue prohibida a principios de los años 50, aunque esta decisión no disuadió a sus participantes y alguno de ellos fue detenido. El pueblo habló y la fiesta volvió a autorizarse, y cada año fue sumando más participantes.
Finalmente, se permitió la festividad y se institucionalizó como fiesta local. Con el paso del tiempo, esta celebración comenzó a popularizarse en el resto de España. Desde entonces, ha crecido en número de participantes y el entusiasmo por la misma. Y es el máximo reclamo turístico de Buñol.