Valencia

Se tardan aproximadamente cuatro horas en viajar de Madrid hasta Valencia en coche. De camino al destino las personas que se desplazan por carretera suelen realizar al menos una parada para coger fuerzas y repostar combustible.

A la entrada de la capital valenciana, por la concurrida autovía A-3, hay un restaurante especializado en arroces a leña en el que merece la pena desviarse unos minutos. La Guía Repsol recomienda degustar su menú y visitar el establecimiento, calificado como Solete de Carretera.

La arrocería Las Bairetas, a la altura de la población valenciana de Chiva, es "parada obligatoria" y más, con su arroz de pato y ajos tiernos, según la guía gastronómica. Los arroces son el eje principal de su carta, que se compone principalmente de menús cerrados, tanto de diario como durante los fines de semana.

Asimismo, es un restaurante familiar y lo regenta la segunda generación. El origen del negocio se remonta a los años 90. Corría el año 1980 cuando Rafael Margós y Ana Benzal decidieron emprender un pequeño negocio familiar de paellas por encargo. Conocido como Paellas Margós, pronto alcanzó el éxito gracias a la calidad de su producto.

Los hermanos Marcos y Rodrigo Margós refundaron las nuevas Bairetas en el 2008. Para ello, combinaron la propuesta original de las paellas que realizaban sus precursores con otros platos de influencia internacional, fruto de la creatividad y curiosidad culinaria de Pablo Margós, jefe de cocina, su asesor gastronómico y también hermano.

Al mediodía preparan arroces variados elaborados con producto y agricultura locales. "La paella valenciana es nuestro punto de partida, el origen, de dónde venimos", aseguran los propietarios.

Por las noches, viernes y sábados experimentan con cocina de influencia japonesa en entrantes y tapas, además de ofrecer una selección de hamburguesas gurmé de "alta calidad".

En definitiva, los hermanos Margós se reinventaron con dos conceptos totalmente diferentes en el mismo local, pero en distintos momentos del día para dar más opciones a los valencianos que acuden especialmente a su local. 

En Las Bairetas habitualmente se da cabida a diferentes eventos sociales y profesionales. La capacidad del local es de hasta 150 comensales. También disponen de una sala privada enfocada a comidas de negocios, mientras que, por otro lado, durante más de veinte años preparan comidas para llevar, "con pasión y mimo". 

El restaurante tiene una terraza al aire libre, menús degustación, servicio de animación infantil, cursos de cocina y servicio de cáterin.

De pequeño a gran negocio

Rafa Margós se dedicaba a trabajar la tierra para sacar a sus tres hijos adelante, mientras que Ana Benzal trabajaba de lo que podía y ayudaba a su marido. Un día llegó la noticia de un nuevo embarazo, y eso significaba una boca más que alimentar.

Entonces, se les ocurrió la brillante idea de montar un pequeño negocio de paellas para llevar en el bajo de su casa, en un espacio de tan solo cinco metros. 

Al principio empezaron siendo encargos para eventos puntuales, como cumpleaños o San José, pero poco a poco el matrimonio empezó a fidelizar a la clientela de Chiva y alrededores y cada fin de semana iba a recoger su paella valenciana hecha a leña para llevar.

Los hermanos más mayores Rafa, Rodrigo y Marcos Margós empezaron a freír carne y a estar pendiente de los minutos de cocción del arroz, y el pequeño, Pablo, ayudaba a su madre a cobrar y estaba pendiente de todo lo que pasaba a su alrededor.

Entre fuegos a leña, máscara y arroz, fue inevitable que los cuatro hermanos que habían crecido entre fogones no encaminaran sus carreras hacia la hostelería.

Primero lo hizo Rafa, que estudió en la escuela de hostelería de Santa Pola y no tardó en convertirse en jefe de cocina de restaurantes como el Hotel Ignacio o la cafetería de El Corte Inglés.

Más tarde lo siguió Marcos, que estudió en la escuela de hostelería de Castellón y que no dudó en que quería seguir los pasos de su padre y su hermano mayor. Pasó por el Hotel Ignacio o el Restaurante El Pelegrí en Chiva. Actualmente es un propietario y está considerado como uno de los principales arroceros de la Comunitat Valenciana. 

Rodrigo al principio fue más reticente a seguir la saga familiar, y aunque al principio estudió enología en la Escuela de Viticultura y Enología de Requena, más tarde decidió estudiar magisterio. Pronto se dio cuenta de que lo que verdaderamente le apasionaba eran los vinos, así que cambió de rumbo y redirigió su carrera hacía su pasión. Hoy es jefe de sala y sumiller.

Con el paso de los años, en 2007 y con Pablo en la Escuela de Hostelería de Cheste, pensaron en dar el gran salto y montar una arrocería a leña, Las Bairetas, donde se entremezclaran entrantes más vanguardistas sin perder de vista el producto local, con los arroces a leña que habían cocinado junto a sus padres toda la vida.

El pequeño de los Margós no tardó en unirse al clan familiar que conformaban Las Bairetas. Fue gracias a la pasión que trasladaron sus progenitores las que llevó a los hermanos a conseguir retos que catapultarían a Las Bairetas de Chiva como una de las mejores arrocerías a leña de toda la Comunitat Valenciana.