La bebida que surgió por casualidad en el siglo XX y se convirtió en un símbolo de la ciudad de Valencia

De la misma manera que a Valencia se la reconoce por sus platos tradicionales, hay una bebida icónica que evoca a la ciudad con tan solo nombrarla. Surgió por casualidad en el siglo XX y se convirtió en un símbolo y seña de identidad del Cap i Casal. 

Tal y como se expone en la guía Historia de Bares de Alfonso Colmenares, la popular Agua de Valencia nació en la capital valenciana el año 1959. Se trata de un cóctel al que le añadía naranja recién exprimida, fresca, de temporada, a diferentes alcoholes.

El pintor gallego Constante Gil, que llegó en 1948 a la ciudad, quedó a cargo de la Cervecería Madrid. Un grupo de clientes vascos solían frecuentar el local, pero, un día, cansados de pedir lo mismo, retaron a Gil a ofrecerles algo mejor.

Por esta razón, decidió preparar una combinación a base del espumoso de la casa, zumo de naranja para darle más colorido y agregó un combinado de ginebra y vodka para que tuviese un toque más fuerte.

Cuando preguntaron su nombre Gil, con sarcasmo, respondió: "¿Pues qué va a ser? ¡Agua de Valencia!". Así quedó bautizada al instante.

Otra versión difiere en que se preparó con motivo de la victoria del Athlétic de Bilbao en la copa de España de 1956 y este grupo pidió "Agua de Bilbao". Como respuesta, Constante les propuso probar la Agua de Valencia y ya no dejaron de tomarlo en sus posteriores visitas.

Imagen de dos copas con Agua de Valencia. Hogarmania

La receta valenciana contiene más graduación alcohólica que la de sus similares europeos, como la Mimosa Francesa o el Buck's Fizz Británico. Por lo general se sirve en jarras de varias raciones y se bebe en copa de champán tipo seno de María Antonieta.

Aun así, el sabor dulce de las naranjas y el azúcar enmascaran el gusto alcohólico, por lo que el sabor refrescante hace que "entre como el agua", de ahí su denominación también.

Hasta ser icónica

La bebida fue tan bien aceptada por los jóvenes valencianos que pasaban por este bar que rápidamente se corrió la voz y se empezó a pedir en distintos locales, hasta que acabó por convertirse en un favorito de las noches de juerga. 

La Agua de Valencia era tan típica que durante décadas fue, junto a la horchata, la bebida que identificaba a la ciudad. Lo que cuentan los bartenders a la Guía Repsol es que no se nota que lleva alcohol, por lo que es muy fácil de tomar: "Con una copa, todo bien; con dos, el mundo es más bonito; y con tres, ya todo es de color de rosa".

Para preparar este cóctel se deben seguir los siguientes pasos: en una jarra se agrega el zumo de naranja frío y el azúcar y se mezclan los dos ingredientes hasta que el azúcar se disuelva.

Después, se añade el vodka y la ginebra, el cava y las rodajas de naranja. La bebida logrará la perfecta integración de aromas y sabores al dejarla reposar en la nevera durante 15 minutos. Finalmente, se servirá en copas tipo globo o Pompadour, decoradas con un gajo de naranja.

Café de las Horas

Con un marcado estilo rococó y neobarroco que no deja hueco libre en sus paredes con cuadros colgados, relojes de pared, papel pintado y muebles antiguos, el Café de las Horas es un establecimiento que traslada al visitante a finales del siglo XIX. Sirve, sobre todo, cafés y cócteles.

Exterior del Café de las Horas, cuya especialidad es el Agua de Valencia. Valencianfoodie

En su exterior, un cuadro en el que se observa a una fallera rodeada de naranjas, junto a la bebida por excelencia de los valencianos invita a pasar adentro: "Agua de Valencia. Nuestra especialidad", exhibe.

El local de ocio se ubica en Ciutat Vella y abre todos los días hasta las 12 de la noche. Tiene el foco puesto en atraer a los visitantes para que degusten la Agua de Valencia, así como otros cócteles.