Valencia

Pese a ser el plato por excelencia de la gastronomía valenciana y ser reconocido en el mundo entero, la paella genera todo tipo de debates entre los que disfrutan de este auténtico manjar.

En ocasiones es por los ingredientes, otras veces por cómo prepararla, e incluso hay discusiones por cómo comerla. Para este dilema, el humorista y presentador, Andreu Buenafuente, compartió en el programa Nadie Sabe Nada las recomendaciones sobre cómo comer una paella valenciana.

Se trata de un manual que data de 2012, elaborado por el periodista Paco Alonso. El mismo, sin embargo, no ha pasado de moda doce años después, viralizado de nuevo tras su lectura en el célebre espacio de entretenimiento.

El Manual describe un proceso plagado de condicionantes en el que las expresiones valencianas y las tradiciones están a la orden del día y marcan los tiempos en la comida.

"La paella es como una caja de quesitos en porciones", comienza explicando Buenafuente. Indica que debe comerse de una manera muy concreta, "desde el borde en ángulo hacia el centro".

Además, en su explicación no se olvida en absoluto de que hay más comensales en la mesa, ya que recuerda que es "esencial respetar escrupulosamente el tajo del vecino". 

Y si hay algo fundamental a la hora de comer directamente "de la paella" es mantener el cavallonet. Se trata de un "linde de separación" de la parte correspondiente de la paella para cada persona, algo a lo que Buenafuente se refiere como "un muro infranqueable que debe respetarse mientras sea posible".

También es importante la distribución de las personas que están listas para comer. Para el humorista, "los comensales deben de estar distribuidos de alrededor de la paella de manera equidistante y accesible".

Imagen de la paella valenciana. Bon Viveur

Y es aquí cuando las expresiones valencianas entran en juego y marcan el camino para degustar el plato. "La comida comienza tras el reposo preceptivo del arroz y la proclamación solemne del patriarca o persona de mayor rango social: vinga que es gela l'arròs!".

Se trata de una invitación "obligada" a comer la paella porque sino el arroz se queda frío, tal y como se explica con esa expresión valenciana.

Reconocimiento al cocinero

Porque no hay paella sin cocinero, la persona que prepara esta delicia gastronómica valenciana siempre está en tela de juicio por ver si tiene buen sabor o si por el contrario no convence a los comensales.

World Paella Day. Visit Valencia

Buenafuente explica que "si la paella está buena, el elogio al cocinero será de forma continuada cada dos cucharadas".

Ya en el momento de comer la paella, cómo consumir o no los ingredientes también es tema de debate. "Tropezones, verdura y trozos de carne que no apetecen al comensal se pueden depositar delicadamente en el centro para que lo disfrute otro", explica el cómico.

Pero este paso también cuenta con restricciones, ya que Buenafuente advierte que "si un trozo de carne sale de la paella no puede volver a la misma". "Bajo ningún concepto, y mucho menos en forma de hueso", resalta.

En todo momento, la distribución de las personas alrededor de la paella y a la hora de comer es fundamental. "Si alguien invade el espacio de otro comensal y es la primera vez puede que reciba un pequeño gesto de desaprobación", recuerda el presentador.

Pero al igual que al inicio de la comida, las expresiones valencianas vuelven a aparecer. Este gesto "puede ir acompañado del monosílabo: xe!, seguido de fes el favor", a modo de reclamación por la invasión del espacio propio.

Para finalizar

Al comer directamente "de la paella" es esencial saber cuando una persona ya ha terminado de comer. "Se entiende que un comensal abandona cuando apoya la cuchara en el borde del caldero", explica Buenafuente.

Pero esto no es todo, en el momento en el que una persona finaliza, el espacio que ha dejado puede ser ocupado "por sus inmediatos vecinos en la mesa". Para ello deben "derribar el cavallonet con educación".

Finalmente, el cómico añade una última recomendación sobre cómo comportarse ante una paella con más comensales. Es de muy mal gusto girar la paella", concluye Buenafuente.