Dicen que es la taberna más antigua de la Comunitat Valenciana. Lo que empezó siendo un establecimiento en el que vendían de todo y los agricultores paraban a tomar algo y a hacer tertulia, se ha convertido en uno de los restaurantes especializados en paellas a leña más emblemáticos de la ciudad.

En un enclave muy especial, rodeado de la huerta valenciana, el secreto de El Famós para seguir abierto tras más de un siglo es la tradición. Es seguir las recetas familiares de toda la vida, sin cambios ni sucumbir a las modas, para que "el sabor sea siempre el mismo". 

Así lo explica a EL ESPAÑOL Vicente Navarro, que junto a su hermana Laura, está al frente del emblemático restaurante. Ellos son la octava generación de la familia dedicada al negocio. No podía ser de otra manera.

Viven en el inmueble donde está el restaurante y sus recuerdos de la infancia están inevitablemente ligados a la cocina, según rememora. Ahora tiene 45 años y ha pasado por todos los puestos en el restaurante, aunque ahora es cocinero junto a su tío.

"Solo cocinamos la familia, una generación va preparando a la siguiente para cocinar en el futuro", subraya. De esta manera, las recetas pasan de generación en generación, manteniendo el sabor tradicional de la cocina valenciana.

De El Famós destacan sus arroces, pero también otros platos típicos valencianos, como la caldereta, espardenyá, el aill i pebre de anguilas o el suquet de rap.

8.500 paellas

Situado en un entorno privilegiado, a 15 minutos del centro de la ciudad, este local prepara entre 8.000 y 9.000 paellas al año. Al día, entre 30 y 40.

En su carta puede elegirse entre 10 tipos de paellas y 8 de arroces, entre los que destacan la clásica de pollo y conejo, la de toro, la de marisco o el arroz amb fesols i naps. También preparan arroz al horno y arroces caldosos de marisco, bogavante y langosta, entre otros.

"No seguimos las modas de paellas más finas o más gruesas, nuestra paella es la original", asegura, al tiempo que explica que siguen "la misma técnica" de sus abuelos y bisabuelos.

Otra de las claves de este establecimiento es el producto, que es siempre de proximidad. O lo producen ellos o sus vecinos de la huerta. De hecho, cuenta que el arroz con el que hacen sus paellas es el mismo que usaba su bisabuela.

Su bodega, con más de 200 referencias, es otro de sus grandes atractivos.

Almuerzos

Son muchos que en lugar de visitar El Famós para degustar una paella, lo hacen para probar sus almuerzos. Los hacen desde siempre, pero a diferencia de en otros muchos locales, los bocadillos los hacen a la carta, a demanda del cliente y en el momento.

Los bocadillos pueden ser de titaina, de habas con embutido, de lomo o de cualquier tipo de tortilla que preparan a petición del comensal.

El precio medio del clásico esmorzar valenciano es de unos 10 o 12 euros y de la comida oscila entre los 35 y 40 euros. Abren todos los días, menos los lunes. 

Historia

Se cree que es uno de los locales de hostelería más antiguos de toda la Comunitat Valenciana. 

Navarro explica que la alquería sale en los planos de la ciudad desde el año 1.595. Sus antepasados regentaban varias tabernas, de las que solo sobrevivió el restaurante actual, situado en el Camino de la Iglesia de Vera, número 14.

En estos locales vendían hielo, vino, aceites, arroz a granel e incluso alpargatas. "Era una taberna y una tienda", afirma. En este sentido, añade que empezó a dedicarse únicamente a la cocina en la década de los 50 del siglo XX.

Casa El Famós está a las afueras de Valencia, junto a la Universidad Politécnica, y muy cerca de la Ermita de Vera del siglo XVII. 

Antes de la actual, siete generaciones de la familia Navarro han regentado este emblemático local, que pasó de ser una tienda a una taberna para acabar convirtiéndose en un exitoso restaurante de cocina tradicional valenciana.

Cruzar su puerta es como viajar al pasado, tanto por la estética del restaurante como por el sabor de sus platos, ajenos a las modas gastronómicas.

Su nombre se debe al padre de los actuales gerentes, Vicente Navarro, conocido como El Famós. Era pintor y transformó el comedor en un museo, llenando las paredes del comedor con sus propios cuadros. Falleció el pasado 16 de junio de 2024.