Valencia

El broche de oro ideal después de un buen almuerzo -o esmorzaret, como se le conoce en la Comunitat Valenciana- es finiquitar con un tradicional café valenciano que, a la vista, es tricolor por el licor (la zona baja más transparente), el café (zona intermedia) y la crema (zona superior).

Se dice que el cremaet tiene sus raíces en el siglo XVIII, cuando los pescadores valencianos añadían ron a su café para atemperarse durante las frías mañanas de invierno. Con el paso del tiempo, esta práctica evolucionó hasta incluir otros licores y convertirse en una bebida emblemática de la región.

Aunque el carajillo sea el homónimo conocido en el resto de España, difiere del café valenciano por diversas razones. Las crónicas históricas indican que, posiblemente, el origen del carajillo se remonte a las lejanas tierras de ultramar, concretamente a la isla de Cuba, donde España libró una guerra para tratar de mantener sus últimos territorios coloniales a finales del siglo XIX.

Los soldados trataban de infundirse valor para el combate ("corajillo") a base de enriquecer sus cafés con el brandy que llegaba desde España. Los problemas de suministro hicieron que este coñac fuera sustituido progresivamente por el abundante ron caribeño

Hoy en día, este último se disfruta en todo el mundo como una forma deliciosa de combinar café con licores espirituosos como coñac, ron, anís, orujo o whisky. De hecho, la revista gastronómica británica Delish nombró al carajillo como el mejor café en 2024.

Pero el cremaet, para los valencianos, es especial y muy distinto a cualquier otro; significa "quemadito" en español. Su elaboración requiere "temple, mimo y dulzura" y se convierte en todo un rito con pasos a seguir. Además, su disfrute debe ser pausado para saborear los contrastes que otorga en el paladar.

Su preparación consiste en atemperar el aporte alcohólico del ron con azúcar, unos granos tostados de café, canela en rama y una corteza de limón.

Esta mezcla se calienta con agua hirviendo y se deja quemar unos segundos. Posteriormente, se le agrega un café corto y se deja reposar mientras se forman los tres colores que abanderan cualquier esmorzaret valenciano.

Asimismo, el culto al cremaet se celebra con una propia feria dedicada a esta bebida en la Comunitat Valenciana. Cada mes de mayo Xeraco celebra un evento donde se busca la mejor receta del año. Se trata de la Fira de l’Esmorzar i del Cremaet, el FIESCREM, donde cada año participan bares de las tres provincias valencianas.

VisitValència recomienda una lista de locales especializados en almuerzos donde preparan este café como marca la tradición:

  • Central Bar (Mercado Central)
  • Gastro Trinquet de Pelayo (Pelayo, 6)
  • Bar Cremaet (Avinguda del Port, 20)
  • Bar Mistela (Riu Nervión, 11)
  • Bar Marvi (Santos Just i Pastor, 14)
  • El Trocito del Medio (Blanes, 1)
  • La Pascuala (Dr. Lluch, 299)
  • Casa Guillermo (Progrés, 15)
  • La Bernarda (Cobertis de Sant Tomás, 7)
  • Bar Rojas Clemente (Plaza Rojas Clemente)

En otras regiones, como Castellón, el cremaet se elabora al quemar únicamente el ron o el coñac y suelen servirlo en vaso de barro, por lo que es imposible distinguir los tres colores. 

Por su lado, los castellonenses creen que, realmente, Vila-real es la cuna del cremaet, ya que "fue un castellonense el que durante la guerra de Cuba, hizo semejante mezcla, pero agregó café por no gustarle el ron y trajo consigo la receta de vuelta a España".