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Valencia se caracteriza por su riqueza sostenible y su cuidado entorno natural. Son muchos los municipios y localidades de la provincia que pueden hacer gala de su rico y protegido ecosistema gracias a sus bosques frondosos y a sus espacios naturales.

Además, algunos de estos pueblos, gracias a la excelsa variedad natural que albergan, son reconocidos en las diferentes guías turísticas a nivel nacional por su belleza.

Este es el caso de Carrícola, un pueblo situado en la comarca del Valle de Albaida, en la provincia de Valencia, que ha sido reconocido por la Guía Repsol como uno de los pueblos más bonitos de Valencia

En esta lista, también figuran municipios como Bocairent, Xàtiva o Sagunto, que son lugares con un gran patrimonio histórico. Sin embargo, lo que diferencia a este pueblo de pocos habitantes es su impacto sostenible.

La localidad de Carrícola es conocida como "la chispa del Valle de Albaida". Está situada en la vertiente norte de la Sierra de Benicadell y, en los últimos años, se ha convertido en una referencia de la gestión y desarrollo de la sostenibilidad en todo el territorio.

Tal y como se indica en la página web del Consorcio para la Gestión de Recursos (COR), Carrícola es todo "un modelo de sostenibilidad" que se basa en "la supervivencia de un pequeño municipio rural en armonía con el entorno".

Se trata de un pueblo pionero en la implantación de la agricultura ecológica desde la década de los años ochenta que ha apostado por proyectos sostenibles a través de la implicación ciudadana y con iniciativas mesuradas, trabajadas a pie de calle.

Carrícola. La Vall d'Albaida

Este impacto sostenible, la realización de proyectos de gestión de recursos y el desarrollo de una agricultura ecológica han contribuido, no solo a preservar el medioambiente en la zona, sino también a que el propio municipio pueda luchar contra la despoblación.

Despoblación

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), este pequeño municipio cuenta con una población de 102 habitantes. Una cifra que hace que se encuentre en riesgo alto de despoblación.

Sin embargo, cabe destacar que este dato no es el mínimo de habitantes con el que han contado, ya que, durante la década de 1991, esta localidad únicamente tenía 67 personas viviendo en ella. 

Este dato es resultado de un éxodo rural que vivió la localidad durante los años 90 con la que muchas personas abandonaron el pueblo ante la falta de trabajo en el campo.

El inicio de la vertiente sostenible de la producción y la remontada en cuanto al censo del municipio se dio con la llegada de una empresa francesa, la cual compraba toda la producción de naranja a cambio de convertirla en cultivo ecológico.

Biodivers

De hecho, con el objetivo de atraer visitantes y dar a conocer la acción sostenible que realiza, la localidad impulsó hace más de una década "Biodivers", el proyecto más emblemático y conocido del pueblo por su gran atractivo visual.

Este surge a partir del vínculo con el entorno ambiental y busca generar itinerarios artísticos con obras integradas en el paisaje. Para su preparación contó con los artistas y de personas como Romà de la Calle, en aquel momento presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, y Joan Peiró, vicerrector de Cultura de la UPV

La exposición ya ha tenido cuatro ediciones. La exposición recorre tres itinerarios artísticos que nacen en el núcleo urbano: paseando por Carrícola, barranco y senda del Castell y los caminos del agua.

En ella, obras de cerca de setenta creadores dialogan con la naturaleza, con especial sensibilidad en la recuperación de espacios degradados y utilizando exclusivamente materiales de origen vegetal o mineral.