El pueblo de Valencia ideal para hacer una escapada este invierno: tiene auténticas joyas de la historia y cultura
- En la población convivieron hasta tres religiones diferentes: judíos, musulmanes y cristianos. Este hecho le otorgó una gran riqueza cultural.
- Más información: Esta receta típica de la abuela valenciana es exquisita para el invierno: fácil de preparar y con un sabor inconfundible
Hay un pueblo de Valencia que es de esos destinos que consigue atrapar al visitante con tan solo pasar un día recorriendo sus callejuelas, sus bodegas y sus monumentos.
Ese precioso lugar es Chelva y está situado a una hora del centro de Valencia, por lo que es ideal para una escapada este invierno. El agua es el principal protagonista de este municipio valenciano: fuentes, lavaderos y manantiales surgen en cada rincón.
Lo ideal para conocer este pueblo es callejear por su barrio morisco del Arrabal, donde se puede visitar la mezquita más antigua de la Comunitat Valenciana: Benaeça, ahora llamada Ermita de Santa Cruz, que data del siglo XIV.
El barrio judío, el Palacio Vizcondal y la iglesia barroca de Nuestra Señora de los Ángeles (siglo XVII), el acueducto de la Peña Cortada, el convento de San Francisco (siglo XIV) y el santuario de la Virgen del Remedio son otras de las paradas a realizar.
Chelva es considerado un encantador pueblo de la comarca de Los Serranos que ha sido capaz de mantener sus tradiciones y de cuidar su cultura a lo largo de los años.
Sus paisajes fluviales, sus estrechas y acogedoras calles y cada una de sus emblemáticas construcciones lo convierten en un destino idóneo para desconectar y viajar a la época medieval.
Hasta el siglo XVII convivieron en la capital de Los Serranos tres religiones diferentes: judíos, musulmanes y cristianos. Este hecho le otorgó a la población una riqueza cultural que se puede apreciar en cada uno de sus rincones.
Paseo por la historia
La Villa de Chelva reúne un gran interés histórico y cultural, al conservar la huella de todos los pueblos que la habitaron. Declarada Bien de Interés cultural, con la categoría de Conjunto Histórico, está formada por una serie de barrios de gran complejidad, de trazado sinuoso y enigmático.
La ruta se puede iniciar por el casco antiguo. Su Iglesia Arciprestal de Nuestra Señora de los Ángeles, ubicada en la plaza Mayor, es el monumento más emblemático y está considerada una de las mejores obras del barroco valenciano.
Continuando este paseo se llegará hasta el barrio andalusí de Benacacira, con calles sin salida y sus casas encaladas. Por su parte, el barrio judío del Azoque, ubicado entre los barrios cristiano y mudéjar, conserva a la perfección su esencia medieval.
Asimismo, el Arrabal mantiene el trazado original y todavía cuenta con elementos históricos que teletransportan al siglo XIV.
El barrio cristiano de las Ollerías permite pasear por calles más amplias y ordenadas mientras se sigue descubriendo el encanto medieval de Chelva.
Tras un apasionante paseo por su historia y su cultura, se puede regresar a la plaza Mayor, lugar en el que comienza la apreciada Ruta del agua. Se trata de una excursión circular que llevará a conocer lugares de gran belleza paisajística como el Molino Puerto o La Playeta, una zona de baño rodeada de naturaleza ideal para refrescarse en época estival.
También posee un refugio de la Guerra Civil, excavado en roca tobácea de terreno, a una profundidad de 8 metros y cuenta con dos acceso. En total tiene 49 peldaños entres sus dos escaleras.
Su longitud es de 42 metros y cuenta con una galería principal y un habitáculo donde se refugiaban las personas. Es allí donde se aprecia un candil de la época y un pequeño banco adosado. Por lo que respecta a la altura no pasa del 1,80 y su anchura de 80 centímetros.