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Valencia posee numerosos alimentos autóctonos que, además de resultar irresistibles al paladar, contribuyen a una tener una nutrición saludable

Uno de estos productos procede del mar Mediterráneo. Entre sus beneficios destaca su alto nivel en protenía, algo que provoca que los nutricionistas recomienden su ingesta. Se trata de la clóchina valenciana

Este alimento, de cáscara negra y cuerpo anaranjado posee, además, un bajo nivel de grasas y, a su vez, un alto porcentaje de hierro. También destaca por ser rica en calcio, potasio, fósforo, magnesio y Omega 3.

Según la nutricionista Sofía García, que regenta una clínica ubicada en Museros, Nutrabit, los beneficios de la clóchina "son muchos". Asegura que su elaboración es sencilla, por lo que es ideal para una cena rápida cualquier día de la semana.

El molusco valenciano crece cada año en las bateas situadas en el mar Mediteráneo, cercanas a la costa valenciana, concretamente al puerto de Valencia. Estas estructuras albergan las clóchinas entre los meses de abril y agosto.

Este alimento suele confundirse con el mejillón, pero no son lo mismo. De hecho, la clóchina es, más bien, un producto escaso por su breve periodo de cultivo. Entre las diferencias, la clóchina es más pequeña y de color más pálido que el mejillón. 

A pesar de estas diferencias, el producto autóctono valenciano sigue conservando su potente sabor y, a su vez, está situado en el primer puesto del ránking de alimentos completos.

Se debe estar alerta. Desde 2007, la clóchina valenciana está protegida mediante una marca con ese mismo nombre. Por ello, para saber que es auténtica y no proviene de otros lugares de España, la malla del producto deberá incluir una etiqueta oficial.

En la malla de clóchina valenciana se mostrará una etiqueta con la imagen de un molusco junto a la Senyera, así como un número de registro.

Hasta llegar a la mesa, las clóchinas son recolectadas de las bateas por agritultores marinos. Estos criadores las extraen de las plataformas en las que estás adheridas y las llevan a la superficie.

Una vez fuera del mar, estos agricultores las limpian y almacenan en pequeñas mallas que se transportan hasta los mostradores de los mercados valencianos, donde son comercializadas.

La mejor receta

Son diversas las opciones para cocinar la clóchina valenciana, aunque entre todas ellas siempre destaca la misma: la manera tradicional

Según esta receta, cocinando al vapor 1 kilo de clóchinas, 4 dientes de ajo, 1 limón, pimienta negra, aceite de oliva y una hoja de laurel se consigue un plato sencillo y apetecible para cualquier cena con amigos

Otras opciones incluyen las clóchinas en sopas o platos más elaborados, como un ingrediente más o acompañamiento. Pero sin duda, la manera más valenciana es disfrutarlas en algún restaurante cercano a la playa, tomando el sol y viendo el mar.