Hoy me gustaría hablarles de las elecciones europeas, pero no de las elecciones europeas de este pasado domingo. Sino de las elecciones europeas en general. Siempre me ha llamado la atención que son unos comicios que, en general, se consideran de segundo orden, menos importantes. Sin embargo, todos sabemos el peso que la Unión Europea ha tenido en el desarrollo de España como estado miembro.
Todos sabemos cómo la política agraria común condiciona lo que sucede con nuestra agricultura o las implicaciones, positivas y negativas, que ha tenido el paso de la peseta a la moneda común: el euro.
Europa no es eso que empieza en los Pirineos. Europa nos atañe, nos implica, nos beneficia y nos perjudica. Europa puede hacernos más libres o más esclavos. Más ricos o más pobres. Más felices o más desgraciados.
Todos lo sabemos. Si no todos, muchos de nosotros. Pero en las campañas de las europeas los partidos hablan de Europa entre poco y nada. Se sigue hablando de política estatal. Se sigue en el sainete de poca monta de la política española: que si Sánchez o si Begoña, que si Ayuso o su pareja. Es muy descorazonador.
De estas elecciones me preocupa sobre todo la postura de la Unión Europea sobre las tensiones crecientes con Rusia. El legítimo derecho de Ucrania a defenderse, el apoyo de Europa al gobierno legítimo de Zelenski ha dado paso a una degeneración del discurso dentro de la Unión en una escalada armamentística contra una potencia nuclear como Rusia. Una situación de máxima tensión que Europa afrontará ahora con una mayoría histórica de la ultraderecha en el Europarlamento.
Líderes europeos como Von der Leyen y Macron ya deslizaban antes de las elecciones la posibilidad de una guerra en Europa. "Guerra" es el eufemismo que se usa para llamar a la matanza de jóvenes europeos de clases populares contra jóvenes rusos de clases populares por unas razones y unos objetivos que dudo que a estas alturas alguien tenga claros.
No sé ustedes, pero yo, que tengo 2 hijos que avanzan hacia la adolescencia, no pienso quedarme de brazos cruzados ante la posibilidad, cada vez más cercana, de que los envíen a morir al frente dentro de unos años.
Y sí, ya sé que Putin está envalentonado, ya sé que Europa necesita mejor coordinación en Defensa. Y también conozco el famoso dicho latino: Si vis pacem para bellum (Si quieres la paz, prepárate para la guerra). Me queda claro que en la Unión Europea hay muchos, a izquierda y derecha, que apuestan por prepararse para la guerra. Nos lo han dejado claro.
Por suerte para mí, para mis hijos y probablemente para los suyos, si usted los tiene, también hay eurodiputados que se prepararán para la Paz. Que apostarán siempre por evitar una guerra abierta con Rusia y apostarán siempre por la negociación y el acuerdo antes que por enviar adolescentes españoles a morir en el invierno del frente en Bielorrusia.
Eso también se votaba este domingo, y yo estoy tranquila de que con mi voto a Compromís-Sumar, con mi voto a Vicent Marzà, voté también por no enviar a mis hijos al matadero.