María José Catalá, alcaldesa de Valencia. EP

María José Catalá, alcaldesa de Valencia. EP

TRIBUNA

La nueva realidad de Valencia

23 septiembre, 2024 08:47

La política es el arte de cambiar las cosas. Siempre lo he creído y esta semana lo he vuelto a comprobar en el debate del estado de la ciudad.

La alcaldesa M.ª José Catalá ha vuelto a demostrar que otra forma de gobernar es posible: desde el respeto, desde la iniciativa y sobre todo, para todos, sin ideología ni sectarismos.

El debate del estado de la ciudad era el primero para la alcaldesa y su equipo de gobierno y, por tanto, iba a acaparar más atención de lo habitual. No ha defraudado a nadie.

No solo ha servido para evidenciar el legado de la vergüenza que dejo la oposición: una ciudad paralizada, sin ambición, sucia, descuidada, con mercados apuntalados, el Palau cerrado con goteras, con proyectos de cartón pluma sin dinero y sin estudio, los miles de licencias en los cajones, las colas del padrón, subvenciones a entidades catalanistas, menosprecio a las tradiciones, y un largo etcétera en el que quizás algún lector se identifique.

Por esos y muchos más motivos, que no seguiré enumerando para no resultar aburrido, los valencianos les enviaron a la oposición y allí llevan un año dejando patente su hipocresía, acusando a este gobierno de no hacer lo que ellos fueron incapaces de realizar durante ocho años, o lo que es peor, lo que no quisieron afrontar y prefirieron mirar a otro lado, como en el caso de la vivienda o los apartamentos turísticos.

Pero, el lunes quedó claro. La alcaldesa M.ª José Catalá dibujó la nueva realidad de Valencia: en movimiento, con inversiones, con autoestima y con medio centenar de iniciativas que lo van a hacer posible.

La prioridad, la vivienda.  Ante la preocupante falta de vivienda en la ciudad, este gobierno va a impulsar de forma inmediata una nueva bolsa de suelo en Benimàmet de más de 400.000 metros cuadrados, donde se podrán construir más de 4.600 viviendas, de las cuales casi 1.000 serán de protección pública.

Y relacionado con vivienda, mano dura para los apartamentos turísticos que no cumplan la ley con el corte de los suministros de luz y agua y la solicitud de competencia sancionadora a la Generalitat. Este gobierno no se ha quedado de brazos cruzados.

Y es que las familias son el gran eje de las políticas de este gobierno, por eso otra de las medidas, además de la bajada histórica de impuestos, ha sido la ayuda de universal 300 euros por nacimiento para fomentar la maternidad o los más de tres millones para reforzar la escuela matinera, las becas comedor y la guardería en el mes de julio. Las administraciones están para ayudar y fomentar la conciliación y no para poner obstáculos.

Medidas que dan respuesta a las demandas y necesidades de los vecinos y vecinas de la ciudad, pero también son fruto del compromiso que la alcaldesa adquirió con ellos y que se está cumpliendo.

Me refiero a tener una ciudad con más policías, hasta 200 antes de que acabe el año. Una ciudad con más de 1.000 zonas nuevas de aparcamiento y mejor transporte público con una EMT renovada, gracias al plan inversor de más de 172 millones que va a permitir dar un mayor servicio y ser más sostenible.

Una Valencia más limpia con más presupuesto, más baldeos y una brigada específica de limpieza para las zonas de juegos infantiles.

Pero si las iniciativas y propuestas son importantes, porque sin duda es lo que percibe la gente, también lo es el talante, las formas y también en eso la alcaldesa ha demostrado que Valencia está por encima de cualquier interés partidista.

El mayor ejemplo es el acuerdo histórico que se ha logrado en torno a la defensa de l’Albufera, donde alcaldes de todo signo político han sumado esfuerzos para lograr que la UNESCO lo declare Reserva de la Biosfera.

Sin embargo, ni esa oportunidad han sabido ver los partidos de la oposición que volvieron a rechazar la política de mano tendida que les ofreció la alcaldesa para abordar desde el consenso los grandes retos que tiene la ciudad. Siguen perdidos en la derrota, sin proyectos y sin liderazgo y eso nos perjudica a todos.

Ni tan siquiera eso nos va a detener. Valencia está en marcha y va a ser imparable

Juan Carlos Caballero es portavoz del Ayuntamiento de Valencia