La ciudad de Valencia se despierta hoy 9 d’Octubre con la fuerza, el brío y el orgullo de ser la capital del Reino que conquistó el rey Jaume I en 1238. Hace 786 años del nacimiento de nuestro pueblo y hoy los valencianos volveremos a salir a la calle para acompañar a nuestra Real Senyera y conmemorar la reconquista de Jaume I y el inicio de nuestro autogobierno.

El 9 d’Octubre es un día de unidad y de orgullo. De unidad del pueblo valenciano y de orgullo de nuestra historia y de nuestra identidad. Por eso, la Real Senyera, símbolo de unidad de nuestro pueblo, volverá a entrar en la Catedral para celebrar el Te Deum y así rememorar la reconquista cristiana de Jaume I el Conqueridor.

Nuestra ciudad no debe ni puede ignorar nuestra historia, porque de ella surge nuestra identidad.

La ciudad de Valencia ha recuperado su autoestima, la autoestima de quererse, de admirarse y de hacerse respetar. Somos hijos de un pueblo doblemente leal: leal a Valencia y leal a España. Así está en el escudo de nuestra ciudad, con una doble "L" grabada en fuego y que debe ser nuestra guía para los retos de hoy y los desafíos del futuro.



La Valencia líder, trabajadora, innovadora y que brilla con esa la luz tan vitalista que plasmó nuestro pintor más internacional, Joaquín Sorolla, ha vuelto. Nuestra ciudad tiene por delante grandes retos y los vamos a afrontar desde la sostenibilidad económica (priorizando la economía familiar), la sostenibilidad social (afrontando el problema de la vivienda y construyendo 1.000 viviendas de protección pública para nuestros jóvenes) y la sostenibilidad medioambiental (liderando proyectos para convertirnos en una ciudad más amable).



Pero también tenemos por delante desafíos que se están gestando en el Gobierno Central y que pueden torpedear el progreso de nuestra ciudad y me refiero a la financiación singular de Cataluña.



El cupo catalán va a romper la caja común de la solidaridad y nuestra ciudad, así como el resto de Ayuntamientos de toda España van a sufrir una importante merma económica que nos impedirá financiar de forma adecuada los servicios públicos que dan respuesta a las necesidades de nuestros vecinos.



Por ello, este Ayuntamiento tiene la firme intención de parar este golpe y defenderemos nuestra autonomía local ante el Tribunal Constitucional y ante el Consejo de Europa, si el cupo catalán se materializa. No consentiremos privilegios que discriminen nuestra ciudad, porque lo que está en juego es el pan para hoy, pero también el pan para el futuro de Valencia.



Vivimos en una comunidad infrafinanciada (la peor) y tenemos razones de peso para exigir que la reforma de la financiación autonómica se produzca a la vez que la reforma de la financiación local. Si nos creemos el Estado Autonómico y la descentralización, una cosa no puede ir sin la otra.



El pueblo valenciano no volverá a consentir unas prebendas que siempre recaen en los mismos, en aquellos que quieren romper nuestro país.



Y, por eso, Valencia, como está grabado en nuestro escudo, afrontará este nuevo desafío desde la doble lealtad que está en nuestro ADN: leales a Valencia y leales a España.



Porque nosotros lo que exigimos es un trato justo: no queremos más de lo que nos corresponde, queremos lo necesario para seguir aportando a este proyecto común que es España.



Deseo que este espíritu de unión y de reivindicación recorra este 9 d'Octubre y que todos acompañéis a la Real Senyera, digna y firme que no se inclina ante nadie, en un ambiente de paz y de germanor.



Feliç 9 d’Octubre.