Ya son 10.000 fotografías. Y las que llegarán. El objetivo es rescatarlas, pero sobre todo su salvaguarda. El proceso es largo y tedioso, pero lo único que se pretende es devolver a las personas que lo han perdido todo parte de su memoria familiar.
Desde el Vicerrectorado de Cultura y Sociedad, en colaboración con el Laboratorio de Análisis y Diagnóstico de Obra de Arte de la Universitat de València (UV), se lanzó una campaña de recogida de fotografías y álbumes familiares deteriorados por las inundaciones de la reciente DANA.
De manera completamente altruista, la entidad se puso a disposición de la sociedad y de aquellas personas afectadas para, al menos, intentar recuperar sus recuerdos. Va más allá de salvar un álbum o un retrato de manera material; para muchos estos objetos poseen un valor sentimental incalculable.
La iniciativa -lanzada a los pocos días de la tragedia- tuvo tanto éxito que se esperan recopilar hasta 30.000 imágenes. Lo asegura Marisa Vázquez de Agredos, directora de Patrimonio Cultural de la UV, a EL ESPAÑOL.
"No paramos. Estamos realizando jornadas de 18 horas e incluso hasta 22. Cada vez llegan más llamadas de los afectados", afirma la experta en recuperación. Según precisa, de cada familia afectada pueden llegar hasta 700 imágenes.
El equipo interdisciplinar cuenta con 12 personas entre restauradores, conservadores y voluntarios expertos. El núcleo base cambia dependiendo de las necesidades de la jornada. "Esto es como un laboratorio de campaña. Cada día viene un ejército de profesionales", explica Vázquez de Agredos.
Tras la tragedia, la institución educativa comunicó lo siguiente: "Sabemos que las prioridades en este momento, ante la situación catastrófica de la provincia de Valencia, se centran en el bienestar personal y el apoyo de infraestructuras y necesidades básicas de las familias. Sin embargo, las personas afectadas también se enfrentan al dolor que supone perder los recuerdos".
"Este legado, irremplazable, será tratado e intervenido para devolverlo a un buen estado de conservación que favorezca su salvaguarda y perpetuación en el tiempo", agregó la UV.
Por este motivo, y en la medida que sea posible, la universidad pidió a las familias que no se deshicieran de esas fotografías, aunque presentasen "un elevado grado de deterioro".
"Es importante que se conserven y se pongan en contacto con el Área de Patrimonio de la Universitat de València a través del correo electrónico patrimoni.cultural@uv.es o teléfono 686788721", informan desde la UV.
En la casa del padre de Vicente, en Aldaia, aparecían enterradas bajo el lodo fotografías viejas en las que apenas se reconocían las caras de las personas retratadas. Algunas parecían conservarse mejor que otras, pero el agua se llevaba consigo el color vivo que tenían.
Los voluntarios recogían las piezas antes de echarlas a la basura y las dejaban, con cuidado, en una zona segura. "Poco podré hacer, pero dejadlas apartadas", comentó Vicente.
Al respecto, Vázquez de Agredos señala que cuanto más antigua es la foto, más resistente al agua y al barro es. "Es diferente rescatar una imagen de 1910, de 1950 y de 1990. Las instantáneas en blanco y negro se conservan mejor, mientras que el color se diluye", apunta.
La DANA, en archivos
Por otro lado, la Universitat de València ha invitado a la comunidad universitaria a elaborar un repositorio documental sobre los efectos de la DANA.
Esta vez ha sido la Facultat de Ciències Socials la que ha puesto en marcha una iniciativa para crear un repositorio sobre la tragedia del pasado 29 de octubre en Valencia y sus repercusiones sobre las poblaciones afectadas.
El proyecto está abierto a la colaboración de alumnado, personal docente e investigador, personal investigador en formación y personal técnico de administración y servicios para que pueda aportar material que permita elaborar y ampliar el repositorio.
"Esperamos que sirva como herramienta para repensar tanto los procesos sociales estructurales en los que está inmersa la sociedad valenciana (la movilidad, la planificación urbana, los puestos de trabajo y de residencia, la relación de la capital con el área metropolitana), como para reflexionar sobre la gestión de las catástrofes naturales, los procesos políticos asociados, la recuperación de las personas, de sus condiciones de vida, de vivienda y de trabajo, de los servicios públicos (educación, sanidad...), entre otros", explica la decana de la facultad, Elena Mut.
El proyecto se ha estructurado en tres fases. En la primera se ha habilitado una web donde se pueden subir los materiales digitales (vídeos, audios, fotos...) en cualquier formato. Se tendrá como punto inicial el 29 de octubre de 2024.
Esta sería la fase de documentación. Para no entorpecer la labor del voluntariado se han estipulado unas normas a seguir que se pueden leer en la web habilitada.
La segunda es la fase de análisis. El repositorio, que será de consulta gratuita, se pondrá a disposición de la comunidad investigadora, tanto de la UV como de otras instituciones, mediante el Social·Lab- Laboratorio de la Facultat de Ciències Socials.
En una tercera fase se contempla la publicación de los materiales que hayan hecho uso de este repositorio, bien sea a texto completo o bien como enlaces a publicaciones, en función de los derechos de publicación.
Esto incluye los documentales y materiales audiovisuales y gráficos, producto de la consulta del repositorio, y también el material de investigación (TFG, TFM, trabajos de investigación o tesis doctorales).