Valencia
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La ira de la naturaleza se desató sobre Valencia el 29 de octubre de 2024, dejando a su paso un mapa de destrucción y desolación. La provincia, que se vio sumida en el caos por las intensas lluvias e inundaciones, ahora se enfrenta a la colosal tarea de reconstruir y mirar hacia el futuro con esperanza.

Uno de los municipios más afectados por esta catástrofe natural es Paiporta, el pueblo donde se han encontrado hasta 45 personas ahogadas. Sin embargo, según fuentes municipales, son muchos más los vecinos que perdieron la vida tras la DANA, pero los cuerpos han sido localizados en otros puntos de la provincia de Valencia y no aparecen en el registro oficial por municipios.

Paiporta no puede reconstruirse sola y por ello Esther, nacida en este pueblo y residente en Barcelona, ha impulsado la campaña Nací del barro, una respuesta solidaria de los vecinos de este pueblo de la comarca de L'Horta Sud.

Esta campaña busca ayudar a la comunidad a recuperarse de las inundaciones que arrasaron sus hogares y negocios. "Contamos con vuestra ayuda: la de muchísimas personas que estáis dando aliento desde que supisteis la magnitud de la devastación".

"Soy Esther Paredes. Hija de Llorenç y de Manolita els forners de Sant Roc. Nieta de Llorenç El Carter y de Fina La Vaquera, mis abuelos paternos. Y de Rafel El Paperet, el padre de mi madre (mi abuela era de Toledo y no tuvo un sobrenombre)".

Esta paiportina explica cómo se sienten ahora sus vecinos en la plataforma digital que ha creado para canalizar toda la ayuda.

"El dolor y la pérdida son inabarcables, por eso debemos concretar y ofrecer un espacio en el que ellos puedan expresar sus necesidades básicas de todo tipo. Y de ahí surge Nací del barro para que les demos la oportunidad de moldear su renacimiento".

Cómo funciona

Esta plataforma conecta las necesidades concretas y urgentes de las familias y de los negocios de Paiporta con aquellas personas que quieren ayudar. No se ha creado para recaudar dinero, sino para conectar a los afectados con profesionales voluntarios o particulares que quieran colaborar con la reconstrucción del pueblo.

Cada familia será identificada con un código para mantener su anonimato online, pero los negocios mostrarán su nombre comercial.

Se detallarán, en una entrada individual en la web, sus necesidades más urgentes según la categoría a la que pertenecen: viviendas, herramientas, gestor, terapia, comercios, niños y adolescentes.

Las personas que ofrezcan ayuda, rellenarán el formulario de contacto para informar a la plataforma del código de la familia o del comercio con los que quieren colaborar.

Voluntarios de San Sebastián reparten huevos en Paiporta. EFE / VILLAR LÓPEZ

Después, las dos partes se conocerán y establecerán la mejor manera de resolver las necesidades.

Así lo explica Esther con un ejemplo práctico. "Un carpintero se ofrece para colocar gratis la puerta de entrada de una casa y otra persona se hace cargo de los gastos de la misma, a través de acordar una factura con dicho carpintero".

De este modo, "varias personas se ponen de acuerdo para comprar el material para poner el suelo de una casa o de un comercio".

"Se evitarán donaciones de dinero directo a la plataforma o a los afectados para que no puedan tener después problemas con Hacienda", puntualiza esta vecina.

"Entre todos, encontraremos la mejor manera de que el material y el trabajo de obra estén cubiertos para ejecutarse, sin que la plataforma acepte o derive dinero a ningún profesional. La manera de organizarlo dependerá de cada caso", añade.

Urgencias inmediatas

Esther es de Paiporta y desde hace unos años vive en Barcelona.

"Sufro la tragedia desde el sofá de mi casa. Este sofá es un lugar privilegiado que me obligó a ponerme en marcha y ayudar en todo lo que pudiera desde la noche del 29 de octubre".

Esther cuenta que en Paiporta, "las personas que vivían en una casa de planta baja, estuvieron a punto de morir ahogados".

Fotografía de una calle de Paiporta. EFE / VILLAR LÓPEZ

"Se salvaron porque estalló una ventana, porque alguien les subió al primer piso de la casa de al lado con un palo o con una tela o con sus propias mano y creyeron que iban a morir azotados por el agua violenta que alcanzaba los techos".

A los que no pudieron tener esta oportunidad, reconoce que "Paiporta los llevará en su corazón para siempre y no los olvidaremos". 

La impulsora de este proyecto solidario cuenta que "las calles estarán limpias en algún momento y esto planteará las siguientes cuestiones".

"Será el momento en el que la adrenalina de todos los habitantes de Paiporta bajará de golpe y se sumergirán en la tristeza y el desánimo".

Por ello, cree que "los que estamos en la distancia debemos ser muy, muy conscientes y empáticos con estas emociones. Por lo que organizar, pensar, pedir… les va a resultar muy complicado porque su estado mental será un torbellino de pensamientos demasiado intensos".

Con el barro eliminado, "las casas y los negocios se enfrentan a urgencias inmediatas antes de pintar o meter mobiliario o electrodomésticos: fachadas destrozadas (ventanas, puertas exteriores), paredes interiores desmoronadas, suelos arrancados, mucho moho, instalaciones eléctricas y de fontanería que rehacer, persianas de negocios que cambiar".

Voluntarios

Esther se preguntó cómo iban a gestionarlo los afectados y es "aquí dónde los demás nos involucramos".

"Esta plataforma es para la gran cantidad de voluntarios que estáis yendo al pueblo, los que donáis dinero y los que estáis esperando para que la ola de solidaridad se mantenga en el tiempo".

En este espacio virtual, "los afectados y las personas que quieren pueden conectar para resolver las necesidades más urgentes".

Fotografía de la calle Sant Jordi de Paiporta. EFE / VILLAR LÓPEZ

"Necesitan de nuestra fuerza, hagamos que les llegue. Como vecina de Paiporta, os agradezco toda vuestra ayuda porque les ha salvado la vida y les proporcionará un futuro".

Esther puntualiza que "no es una ayuda lo que les brindáis, es mucho más: una nueva oportunidad de vida porque lo han perdido todo y son demasiadas víctimas".

"El dolor y la pérdida son inabarcables, por eso debemos concretar y ofrecer un espacio en el que ellos puedan expresar sus necesidades básicas de todo tipo".

Y de ahí surge Nací del barro "para que les demos la oportunidad de moldear su renacimiento".