Tres semanas después de la DANA, todavía es complicado hacer balance sobre las pérdidas totales que el temporal ha provocado en las compañías localizadas en los municipios afectados y que sufrieron daños en sus instalaciones.
Las empresas afectadas se cuentan por miles y los daños económicos por cientos de miles o incluso millones de euros; un dato que ilustra la vulnerable situación económica en la que se encuentra la provincia y su tejido productivo.
Navlandis es una de las empresas que ha resultado afectada por el temporal y que ha visto frenadas en seco sus previsiones de crecimiento para este año y el próximo ejercicio 2025.
"La inercia que teníamos se ha detenido por completo", afirma Miguel Navalón, Director General de la empresa y socio fundador, en declaraciones a EL ESPAÑOL.
"Pensábamos duplicar nuestro volumen de negocio por segundo año consecutivo, algo que será muy difícil; al igual que cumplir el crecimiento del 30% en 2025. Está todo en el aire", explica Navalón.
Con sede en Picanya, uno de los municipios más afectados por el temporal, la empresa que forma parte del ecosistema EIT InnoEnergy es una compañía de I+D (Investigación y Desarrollo) que trabaja en la creación de soluciones innovadoras con el objetivo de hacer el transporte más sostenible.
Sin embargo, la producción de la empresa se ha visto frenada y, tal y como relata Navalón, han entrado en una situación de "peligro".
"Ahora mismo, el problema al que se enfrentan muchas empresas es saber si levantan la persiana o no. Nosotros estamos en ese grupo", reconoce el Director General de la compañía.
Actualmente, tras evaluar los daños materiales que sufrió la compañía en su sede de Picanya, reconocen que "retomar la actividad es muy complicado". Según explica Navalón, "la empresa tiene el foco puesto en cómo ayudar en la reconstrucción".
"Nosotros nos ponemos al servicio de las necesidades y ofrecemos todas nuestras capacidades para ayudar a la reconstrucción", explica Navalón. Pero, además de ellos, tres semanas después del desastre, la empresa comienza a ver la luz en cuanto a su actividad productiva.
Doble actividad
Desde antes del temporal, la empresa de innovación ya trabajaba en una doble línea de trabajo en proyectos a corto plazo y proyectos internacionales de mayor impacto sostenible a nivel global para poder alcanzar y trabajar en los objetivos de crecimiento.
En cuanto a los proyectos a corto plazo, la empresa trabajaba con contenedores y su aplicación para otros usos como la creación de viviendas, oficinas o aulas. Esta es la producción que se ha detenido por completo tras la DANA.
Además, en una segunda línea, la empresa continúa con su proyecto insignia, que es el proyecto Zbox, un innovador contenedor marítimo plegable que permite empaquetar cinco contenedores plegables en el mismo espacio de uno, lo que colabora a la consecución de un transporte y una movilidad más sostenible.
"La producción y los proyectos a corto plazo están en stand by, pero el proyecto de los contenedores plegables sigue su marcha gracias a las relaciones internacionales pasadas", detalla Navalón.
Inversores
En este sentido, uno de los factores esenciales para recuperar la actividad en empresas como Navlandis es la inyección de capital y el apoyo de los inversores.
"Nosotros nos encontramos buscando inversores, y toda startup en ronda de inversión necesita ser sostenible, es decir, invertible. Sin embargo, tras este parón, nuestra tesorería está al límite, algo que complica todavía más esa búsqueda", concreta Navalón.
Para la empresa, contar con el apoyo de los inversores es esencial, no solo para continuar su actividad, sino para potenciar esa doble línea paralela de trabajo que siguen en Navlandis. "Ahora mismo vamos al día, necesitamos apoyo desde la inversión o ingresos a corto plazo", destaca su Director General.
Sin embargo, desde Navlandis afirman que esa tarea es cada vez más complicada pese a la situación de necesidad que las empresas atraviesan tras la DANA. "No creo que los inversores se muevan por la pena o las necesidades, creo que se seguirán moviendo por los beneficios", afirma Navalón.
"Por los inputs que recibo de inversores con los que he hablado, percibo que a pesar de las ayudas que se otorguen a las empresas para no perder fuentes de financiación, invertirán en unas actividades u otras según las mismas percepciones de riesgo previas a la DANA", teme el cofundador de la empresa.
"Vulnerabilidad e incertidumbre"
La puesta en marcha de nuevo de la actividad productiva abre la puerta a la esperanza de la empresa de recuperar el ritmo de crecimiento económico y la progresión que tenía en los últimos años.
Sin embargo, la nueva fase de producción y actividad tras la DANA depende de la evolución económica del sector y de la provincia, junto con las percepciones de los inversores.
"Nos encontramos en una situación de vulnerabilidad e incertidumbre porque no sabemos cómo va a evolucionar la economía ni si las ayudas van a ser suficientes", reconoce Navalón.
Sin embargo, pese al "hándicap" que tendrá la empresa como consecuencia del parón y los daños sufridos, esperan continuar con proyectos a corto plazo.
"Tenemos pendiente retomar a corto plazo la construcción de viviendas contenedor junto con la reforma de la estructura metálica de una tienda", explica el Director General.