La zona afectada por la DANA en la provincia de Valencia es de 562 kilómetros cuadrados, el equivalente a 56.200 campos de fútbol. En esta área viven 845.371 personas que han sido afectadas directa o indirectamente por la catástrofe.
La gran riada, la mayor catástrofe natural de este siglo, dejó a 600.000 personas sin agua potable y a 150.000 sin luz. El número de coches dañados asciende a 120.000 y las empresas perjudicadas son casi 49.000. Es decir, el 27% de toda la provincia.
Son algunos de los datos facilitados por la nueva Vicepresidencia para la Recuperación Económica y Social de la Comunidad Valenciana dirigida por el teniente general Gan Pampols que muestran la magnitud de la tragedia, en la que han muerto 222 personas y cuatro continúan desaparecidas.
La estrategia de la Generalitat Valenciana pasa por finalizar la fase de emergencia en la que se encuentran todavía una decena de municipios, principalmente en la zona cero de la DANA, en L'Horta Sud, donde todavía están retirando el lodo de los garajes y de los fosos de los ascensores y los centros educativos no han abierto en su totalidad.
En la fase de reconstrucción, el Ejecutivo valenciano tendrá que afrontar la ardua tarea de reparar numerosas infraestructuras. Preocupa especialmente el problema de la vivienda, ya que la riada ha dejado 1.658 casas declaradas como no habitables por los daños y 160 tendrán que demolerse.
Según los datos de la Vicepresidencia Segunda, hay 492 viviendas desalojadas que presentan problemas estructurales y 126 que están apuntaladas.
En total, hay abiertos más de 6.000 expediente de revisión de viviendas y 600 técnicos movilizados, de los 170 están trabajando sobre el terreno.
En este sentido, Gan Pampols en una entrevista a este periódico, afirmó que la obra de reconstrucción "es faraónica" y abogó por llevar a cabo un plan de vivienda, en colaboración con los ayuntamientos, para liberar suelo, urbanizarlo y construir.
Abrió la puerta a plantearse soluciones modulares de urgencia a corto plazo, como "viviendas de construcción prefabricada o las denominadas roadhouse que se montan sobre plataformas con una capacidad de alojamiento determinado".
En los centros habilitados por la Generalitat para realojar a las víctimas de la DANA hay un total de 126 personas: 98 en el Centro de Atención Temporal de Emergencia y 28 en la Antigua Fe.
Según explicó Gan Pampols en rueda de prensa este lunes, el Consell prevé disponer de 300 viviendas públicas para estas personas.
Polígonos
La recuperación más lenta es la de las áreas industriales. Según la información actualizada de este departamento, todavía se está actuando en 48 de los 57 polígonos afectados. Únicamente se han podido recuperar 8.
Además, siguen sin abrir 18 centros educativos, 7 centros sociales, 10 farmacias y una carretera. Hay 46 viales obstruidos de los 767 dañados y 6 depuradores en proceso de reparación.
En cuanto a los residuos, el dirigente político informó de que se han retirado en un mes 300.000 toneladas de enseres, el equivalente a 12.000 camiones de 25 toneladas.
Asimismo, indicó que ya funcionan el 80% de las depuradoras dañadas y se están revisando manualmente las 6.000 tapas de colectores que existen.
En todas estas labores de actuación para hacer frente a la emergencia, el Ejecutivo valenciano ha comprometido 700 millones de euros, según anunció el vicepresidente Gan Pampols, que inicia esta semana las visitas al terreno.
Datos iniciales
La gran riada que se produjo hace un mes afectó a 57 centros de salud, 115 centros educativos y 130 residencias y centros sociales.
Perjudicó a 48.722 empresas (el 27% de toda la provincia de Valencia), a 370.000 trabajadores y a 68.000 autónomos. Asimismo, se han visto dañados 5.200 establecimientos minoristas y 123 parques empresariales.
En cuanto a infraestructuras, se destruyeron 650 kilómetros de carreteras, lo que supone al equivalente a la distancia de Valencia a Bilbao. Quedaron inoperativas 90 km de vías de ferrocarril y metro.
El nuevo vicepresidente explicó en su primera rueda de prensa que su misión será la normalización socioeconómica de las zonas afectadas y minimizar los riesgos derivados de futuros episodios meteorológicos.
Su objetivo será la redacción de dos planes marco. El primero de reconstrucción económica y social, que aún no sabe lo que costará, porque todavía no están redactados esos planes, aunque avanzó que "cueste lo que cueste se tendrá que pagar".
El otro plan será de medidas de prevención, protección y respuesta ante crisis derivadas de fenómenos meteorológicos de potencial destructivo.
Un trabajo que tendrá que hacer de la mano de la nueva Conselleria de Emergencia e Interior, liderada por Juan Carlos Valderrama y para el que solicitará a los grupos políticos de la oposición que participen con la propuesta de perfiles técnicos que puedan sumarse.
El vicepresidente explicó que su esfuerzo se centrará primero en "las personas" y luego en los polígonos y las empresas para garantizar el desarrollo.
Víctimas mortales
La riada de Valencia, con 222 víctimas, es la cuarta catástrofe natural más mortífera registrada en Europa en lo que va de siglo, tras el devastador terremoto de Turquía del año pasado (51.000 fallecidos) y los dos seísmos de Italia: en L'Aquila, en 2009 (309 muertos) y en el centro del país en 2016 (299).
Del total de fallecimientos, 103 personas murieron ahogadas en sus domicilios o cuando bajaron para intentar sacar sus vehículos sin ser conscientes de la riada que iba a asolar sus municipios.
Concretamente, 68 personas fueron halladas en sus casas, 30 en sus garajes y 5 en sus sótanos. Además, en la calle se hicieron 27 levantamientos de cadáveres.
En cuanto al municipio con más víctimas, la mayoría de los fallecimientos se concentran en cuatro localidades: Paiporta (45), Catarroja (25), Valencia (17) y Alfafar (15). Le siguen los municipios de Massanassa (12), Sedaví (11) y Benetússer (10) y Picanya (10).