Las empresas valencianas no destruyen empleo a pesar de la DANA y el escaso efecto de los ERTE en el primer mes
- En la provincia más afectada por la catástrofe, la afiliación a la Seguridad Social aumentó en 11.217 personas durante el mes de noviembre.
- Más información: Más de 70.000 empresas que facturan casi 60.000 millones tienen su sede en municipios afectados por la DANA
Las empresas de la provincia de Valencia, la más afectada por la terrible DANA que azotó el Levante los días 29 y 30 de octubre, han resistido al primer envite de la crisis. Según los datos del mes de noviembre, la afiliación a la Seguridad Social en el territorio creció en 11.217 personas frente a octubre, al tiempo que el número de desempleados cayó en 58 trabajadores. Todo pese a que el impacto de los ERTE está muy lejos del previsto por el Gobierno.
Así se desprende de los datos de paro y afiliación que este martes difundieron los ministerios de Trabajo y Seguridad Social. Para Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Trabajo, la "cifra anecdótica" en el paro registrado se explica por la rapidez con la que el Gobierno ha desplegado los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Sin embargo, los registros oficiales presentan una realidad que poco tiene que ver con los planes del Ejecutivo.
Eso sí, según BBVA Research, el incremento en la afiliación en la provincia de Valencia queda por debajo de la previsión hasta octubre, cuando se estimaba un crecimiento de 16.400 cotizantes. De hecho, el centro de estudios señala que, una vez corregida la estacionalidad, se estima que el número de cotizantes se redujo un 0,2% mensual, en contraposición a un avance previsto del 0,1%.
En cualquier caso, para el número dos de Yolanda Díaz, las ayudas están funcionando, en tanto que casi 30.000 valencianos tienen su puesto de trabajo "a resguardo" tras "un cataclismo de esta envergadura". Pero cabe resaltar que esos casi 30.000 valencianos no son ni un 10% de los 400.000 que Sánchez anunció que protegería con la aprobación del primer paquete de ayudas a los territorios afectados.
Ocurre algo parecido con las peticiones de cese de actividad de los autónomos en los territorios afectados. Según la federación de autónomos ATA, hay hasta 50.000 trabajadores por cuenta propia afectados, pero hasta el lunes sólo habían solicitado la prestación por cese de actividad algo más de 4.000.
Además, no es sólo que el número total esté a una considerable distancia de las proyecciones iniciales, sino que las solicitudes de ERTE ya parecen haber rebasado su pico y están en caída. Entre el viernes 29 de noviembre y este martes sólo se han sumado 168 empresas y 1.479 personas a estos mecanismos, lejos de las 267 solicitudes que llegaron a registrarse en sólo un día a mediados de noviembre.
En total, a día 3 de diciembre había 2.781 solicitudes de empresas y 29.848 trabajadores beneficiados por los ERTE de fuerza mayor.
Detrás del limitado impacto de los ERTE en Valencia hay varias cuestiones. Por un lado, y como ya contó EL ESPAÑOL-Invertia, la Inspección de Trabajo está obligada a abrir un expediente por cada solicitud y cerciorarse de que cumple todos los requisitos antes de aprobarlo, algo que no ocurrió durante la pandemia de la Covid-19.
También, como es habitual en estos casos, puede existir cierto decalaje en el registro de los datos. "De momento, las cifras no recogen el impacto de la DANA, aunque esto está influido por la ampliación en un mes más del plazo para que las empresas comuniquen los trabajadores en situación de ERTE", señala Funcas en su informe sobre el mercado laboral en el mes de noviembre.
Precisamente por ese desfase, Borja Suárez, secretario de Estado de Seguridad Social, señaló este martes que si bien del 31 de octubre al 29 de noviembre el número de afiliados se ha incrementado en 4.000 personas, la cifra ha de ser tratada con precaución, en tanto que es posible que algunas bajas todavía no se hayan registrado.
Por otro lado, no son pocos los trabajadores que todavía un mes después se encuentran realizando labores de limpieza de sus centros de trabajo, si bien las empresas no pueden obligarlos. Sin embargo, como las compañías pueden solicitar el ERTE de manera retroactiva si una vez limpiado su negocio sigue sin poder reabrir, muchas lo están dilatando hasta el término de esas labores.
Asimismo, y como indican desde la propia patronal, los diferentes paquetes de ayudas que el Gobierno ha puesto en marcha suponen una carga legislativa nada desdeñable para las empresas, en especial para las de menor tamaño. Desde el cambio en las bajas hasta el nuevo "permiso climático", las acciones del Ejecutivo obligan a unas empresas destrozadas a ponerse al día.
Y eso, unido a la obligación de devolver las ayudas públicas en caso de incumplimiento de unas condiciones cambiantes, termina echando para atrás a muchos empresarios.