Los imprescindibles baños de Budapest
Sus centros de aguas termales o balnearios se han convertido en una de las principales razones por las que la ciudad es visitada por cientos de miles de viajeros.
28 diciembre, 2015 21:55Noticias relacionadas
Budapest es una ciudad única en más de una manera, pero sin duda, es la ciudad de los baños y los spas. Sus centros de aguas termales o balnearios se han convertido en una de las principales razones por las que la ciudad es visitada por cientos de miles de viajeros.
Sólo el Baño Szechenyi tiene una afluencia de más de un millón de bañistas por año. La Perla del Danubio o el París de Oriente son algunas de las maneras por las que se conoce a esta ciudad, pero sin duda, el título merecido es el de Ciudad de los Spas que Budapest consiguió en el año 1934.
Sin embargo, la importancia de Budapest como ciudad balnearia se remonta a más de dos mil años, cuando los romanos colonizaron esta ciudad y empezaron a disfrutar de los manantiales y las fuentes termales.
También los turcos hicieron mella en los baños, creando instalaciones conocidas como los Baños Rudas, que a día de hoy sigue en funcionamiento. Ahora tiene más de 70 millones de litros de aguas termales de 21 a 78 grados centígrados que proceden de sus 118 fuentes naturales. No es de extrañar que Budapest se haya reinventado y nos sorprenda con magníficos baños termales y centros de aguas medicinales.
Si preparas tu viaje a Budapest, no olvides darte uno de estos exquisitos baños. Lo más probable es que no te dé tiempo a hacer el tour completo de la ciudad, por eso te dejamos con los tres imprescindibles que tienes que sumar a tu itinerario:
Baños Gellert
Tres años después de que se le concediese el premio de Spa City (o ciudad de los spas), se celebró el primer Congreso Internacional de Balnearios en los baños termales de Gellért, el más popular de la ciudad y que seguramente hayas visto en algún que otro anuncio televisivo, como el clásico de "cuerpo Danone".
El balneario fue construido en 1918, antes incluso que el hotel al que pertenecen, el Hotel Gellért. Además de sus 10 piscinas cubiertas y dos descubiertas, en este balneario se pueden aprovechar servicios terapéuticos como el masaje con piedras de lava, tratamientos con chocolate, tratamientos con fango y baños en ácido carbónico. Además podrás darte un masaje subacuático con agua a presión.
Balneario Széchenyi
Construido entre 1909 y 1913, este balneario de estilo neo-barroco fue el primer balneario terapéutico de Budapest y es uno de los mayores complejos de spa en Europa con 15 piscinas en total, tres descubiertas y 12 en los recintos interiores.
Las piscinas al aire libre tienen una temperatura aproximada de 40ºC, en ellas podrás notar en el cuerpo el frío de la ciudad y el calor de las aguas. Las aguas termales de este balneario brotan del segundo pozo más profundo de Budapest, con una profundidad de aproximadamente 1.250 metros y con 75ºC de temperatura. Además, en estos baños se puede disfrutar de saunas, salas de masaje y… de una partida al ajedrez metido en el agua.
Baños Rudas
De los más antiguos de la ciudad, inaugurado en 1550 tras la ocupación Otomana. Un balneario que podían visitar exclusivamente los hombres, aunque con su reapertura en 2005 se abrió a todos los públicos.
Se han ido ampliando y modificando instalaciones a lo largo de su historia, a mediados del siglo XVI y finales del siglo XIX, cuando comenzaron a añadir saunas al balneario. Este baño es muy parecido a los que podemos encontrar en Turquía, con una piscina octogonal cubierta por una gran cúpula de 10 metros de diámetro. Es considerada de las más bonitas de la ciudad.
Baños Lukács
Este baño tiene un rico trasfondo histórico: se construyeron en el siglo XII y en la época de las cruzadas ya funcionaban. A este baño llegaban hombres de todo el mundo para curarse con las propiedades de sus aguas termales, que eran beneficiosas sobre todo para trastornos digestivos. A principios del siglo XX, en estos baños se reunían artistas e intelectuales de la ciudad para conversar y poner en común ideas políticas o sociales mientras se bañaban en sus cinco piscinas termales.