Era 1977, un año donde todavía los road trips en solitario tenían sentido. El fotógrafo Eric Meola conducía atravesando Nevada por los Estados Unidos de América, con el Boss de fondo musical. No pudo ser la canción de Born in the USA, (tema que se grabó en 1982), pero quizá sí Born to Run o The E Street Shuffle. Bruce Springsteen siempre es una buena banda sonora para los viajes en carretera. Durante el trayecto, Eric Meola avistó una tormenta.
“Parecía una de las que se predicen en la Biblia”, cuenta Meola. “Fue un espectáculo de luz, una dramática estampa”. Meola tomó su cámara e inmortalizó los tornados que se avecinaban.
Esta experiencia llevó al fotógrafo neoyorquino a volver a Great Plains, una llanura que se extiende desde el sur central de Estados Unidos hasta Canadá, para embarcarse en lo que sería el comienzo de su gran proyecto.
Más de tres años y al menos 40.000 kilómetros de lo que él llama “los más bellos lugares de la tierra” recorridos. En este trayecto, Meola retrató muchos y distintos tornados que se difuminan sobre cielo y tierra.
El poder de la naturaleza lo atrapó, como nos ha atrapado a nosotros el trabajo fotográfico de Meola, una expedición a la búsqueda y captura de tormentas, algo que él ha llamado Tempest Tour.
Viajando a través de más de siete estados del medio oeste, el fotógrafo ha retratado desde catastróficos tornados hasta serenos atardeceres, interesado siempre en la interacción entre luz y color del cielo. Las fotografías que estáis viendo forman parte de la colección de Tornado Alley.
Pero Eric Meola se hizo un nombre en el mundo de la fotografía mucho antes, cuando cubrió un reportaje sobre Haití para la revista estadounidense Time, con el que se popularizó una de sus más famosas imágenes: “Coca Kid”.