En 2013 Noruega fue uno de los primeros destinos en el mundo en lanzar un certificado internacional de destinos sostenibles basados en los principios de la Organización Mundial del Turismo, la Unión Europea y el Consejo Global de Turismo Sostenible.
La naturaleza del país es uno de los bienes más preciados, tanto por los turistas como por sus habitantes, y uno de los objetivos principales es conservarla y respetarla para que generaciones futuras puedan seguir disfrutando de esta joya única en Europa.
Hoy en día Noruega apuesta fuerte por un turismo sostenible que da un uso óptimo a los recursos medioambientales, respeta la autenticidad sociocultural de las comunidades, crea puestos de trabajos “verdes” y fomenta las prácticas sostenibles entre los turistas.
Vega, Trysil, Røros y Lærdal fueron los destinos pioneros en Noruega en trabajar duro por un turismo sostenible y, gracias a su compromiso con el medioambiente, cuentan desde 2013 con el certificado que les reconoce como Destinos turísticos sostenibles.
Destinos turísticos sostenibles
Noruega es muy consciente sobre el impacto que ocasionan las actividades turísticas en su entorno y, por ello, sigue valorando a los destinos que apuestan por su entorno.
Geilo, Svalbard, Setesdal e Inderøy (La ruta del Oro) fueron los últimos destinos en conseguir el certificado de Destinos Sostenibles otorgado por el Ministerio de Turismo y Fomento de Noruega. Los trece destinos sostenibles con los que cuenta actualmente Noruega han llevado a cabo un trabajo impresionante en su compromiso hacia la sostenibilidad, como por ejemplo Svalbard con su responsabilidad en el desarrollo turístico en la vulnerable naturaleza ártica, Geilo con sus parques nacionales y el desarrollo de la “Ruta 50”, Setesdal con su trabajo por preservar la identidad cultural y fomentar el uso de vehículos eléctricos o Inderøy, cuyo foco de trabajo se ha centrado en impulsar la gastronomía local.
Requisitos para los Destinos Sostenibles:
• El certificado se otorga a aquellos destinos que mejoran la experiencia del visitante y reducen el impacto turístico en el medioambiente.
• Los destinos agraciados deben trabajar por la conservación de la naturaleza, la preservación de la identidad cultural y fomentar la cooperación con la comunidad local.
• Los requisitos se basan en parámetros cualitativos internacionales y son desarrollados estrechamente con organizaciones internacionales de gran reconocimiento.
• El certificado se renueva cada tres años.
Oslo, Capital verde europea 2019
Noruega sabe que es en las ciudades donde se libra la principal batalla contra el cambio climático y apuesta, con Oslo a la cabeza de las ciudades del país, por una ciudad resiliente y por un desarrollo urbano sostenible. Urbanistas, políticos locales y empresarios llevan años trabajando duro para reducir la huella de carbono de la ciudad y asegurar un futuro más sostenible para todos. Y estos esfuerzos son los que han sido reconocidos por la Comisión Europea y lo que ha diferenciado a la capital de Noruega de las demás ciudades europeas.
2019 marca un antes y un después en Noruega, Oslo es Capital Verde Europea 2019 y se convierte en un referente en cuanto a destino sostenible y ejemplo a seguir para muchas ciudades que desean encaminarse hacia un futuro más sostenible.
Oslo es una de las capitales europeas con mayor crecimiento, y se ha caracterizado por los ambiciosos proyectos arquitectónicos que ha acogido durante las últimas décadas, en los que la sostenibilidad ha estado siempre encima de la mesa.
Oslo, ciudad sin coches
Una ciudad sin coches es posible y los políticos de la ciudad están trabajando por la transformación ecológica de Oslo y por conseguir que no circulen automóviles por su núcleo urbano a finales de 2019. A través de la iniciativa “Una ciudad sin coches”, el ayuntamiento de Oslo ha eliminado los espacios destinados al estacionamiento y limitado el tráfico, haciendo de la ciudad una más verde e inclusiva, dando más espacio a las bicicletas, bancos, parques, espacios verdes, y mucho más, con el fin de lograr el bienestar de sus habitantes.
Los antiguos espacios reservados a los coches se han integrado de maneras nuevas y originales en la ciudad. En la fortaleza de Akershus, por ejemplo, se ha reutilizado una vieja máquina expendedora de tickets de aparcamiento y la han reconvertido en un altavoz WIFI, donde se puede escuchar música y bailar en la calle si place.
Sin duda, Noruega trabaja en pro de un futuro sostenible con el fin de mejorar la calidad de vida de su población y de sus visitantes.
Para más información, www.visitnorway.es