Ubicado en el parisino barrio de Marais, el hotel La Librairie se escapa de la imagen habitual que creamos cuando hablamos de alojamientos turísticos. Espacio, confort, nuevas tecnologías y servicios, junto con una sensación de independencia, y con el aliado fundamental de cientos y cientos de libros a nuestro alcance, despertarán en el visitante una sensación de placidez que le hará pensar “cómo no he descubierto este rinconcito de paz antes”.
La Librairie forma parte de un concepto llamado Paris Boutik y está integrado también por el hotel ‘L’Epicerie’ en el Mercado de la Bastilla y separado del primero por unos escasos dos kilómetros; no es baladí la distancia, ni una casualidad, porque es un espacio que podemos recorrer a pie y así asombrarnos con diferentes comercios y monumentos que parecen salir a nuestro encuentro. Pero centrémonos en la estancia en el hotel porque es toda una experiencia.
Rodeado de 4.500 libros
La fachada es la propia de una librería típica, al uso, de tonos ocres con su cristalera decorada con tomos de algunos de los volúmenes que podremos disfrutar una vez estemos en su interior, la puerta de la entrada muestra un deterioro buscado que nos hace creer que estamos ante una librería con cierta antigüedad. Traspasamos su umbral. El hall es apabullante, bastante amplio, luminoso y ya aquí miles de libros nos observan desde sus lugares privilegiados, en altas y lujosas estanterías; el interior no tiene nada que ver con el exterior en la Librairie Suite, dentro todo rezuma un lujo y una sensación de comodidad muy agradable.
Y entre los volúmenes que están salpicados por todas las estancias (incluso en el baño) hay por supuesto guías de viaje porque el creador del Paris Boutik Concept, David Lécuiller ama viajar. Por supuesto, las estanterías de La Librairie albergan libros sobre París y de todo tipo, históricos, divulgativos o las citadas guías de viaje.
Mezcla de conceptos: el lujo y lo cotidiano se dan la mano
En su origen, La Librairie fue confeccionada para dar hospedaje a dos personas, aunque desde no hace mucho se ha abierto la posibilidad de dar cobijo a cuatro personas. No hay recepción de hotel como estamos acostumbrados, nos recibe “el dependiente” de la “librería”, quien tras cogernos los datos personales nos enseña las dependencias. Hasta aquí nos da la sensación de estar alquilando un apartamento, pero entonces llega la hora del servicio: excelente, lujoso, atento y sin el más mínimo desperdicio. Por eso es adecuado decir que La Librairie aúna el lujo de los hoteles más vanguardistas, pero también la cercanía y el encanto del alquiler de habitaciones.
El histórico barrio de Marais
El barrio del Marais debe su nombre al pantano (marais, en francés) que ocupaba la zona allá por el siglo XII. Hoy en día, este barrio histórico es uno de los más concurridos por su ambiente y porque “esconde” incalculables tesoros culturales. El barrio forma un triángulo entre las plazas de la Bastille, de la République y del Hôtel de Ville. Muchas de sus mansiones, que datan del siglo XVII y XVIII, se han transformado en museo de gran renombre internacional, como el museo Picasso o la casa de Victor Hugo. Los pasos nos llevarán casi de forma autómata a conocer la Plaza Vosges, que ostenta el título de ser la más antigua de París.
La Rue des Barres es calle medieval típica de Marais, salpicada de bares y restaurantes que la invaden con sus terrazas y sus mesas de manteles de colores. Y si estás loco por los chocolates, asegúrate de parar en Jacques Genin , uno de los mejores chocolateros en París y cuyo sabor asociaremos para siempre al pintoresco barrio de Marais.