Pronto escucharás y leerás allá por donde vayas el nombre de la ciudad de Guangzhou pues es allí donde le ha tocado a la selección española de baloncesto jugar la liguilla de la primera fase del Mundial FIBA. Pero no te asombres si en su lugar lees o escuchas que se refieren a esta ciudad del sur de china con el nombre de Cantón, pues también se la conoce así, de hecho es celebérrima por su gastronomía, seguro que también has oído hablar de la comida cantonesa.
Entre pagodas y rascacielos
Si eres de los afortunados que vas a ir allí en estos días, varios lugares y edificios conllevan una visita inevitable. Quizá el más emblemático de todos es la Pagoda de las Flores; cuenta la leyenda que bajo esta pagoda está enterrado el sacerdote Huineng, el sexto maestro del Zen e impulsor del Budismo. Fue construida originalmente como templo en el año 537 por la dinastía Liang, aunque la estructura que ahora se puede ver y fotografiar se edificó en el año 1097.
Si nos atrevemos a subir, veremos que desde fuera la estructura de 55 metros de alto nos engaña pues parece que vemos 7 ó 9 pisos, cuando realmente tiene hasta 17 niveles, cada uno de ellos con un grabado perfectamente detallado de monjes meditando.
Pagoda de las Flores vista desde el suelo.
El templo GuangXiao es otra de las atracciones turísticas y según cuentan las leyendas del lugar, este templo es más antiguo que la propia ciudad y que en torno a él se fue formando lo que hoy es una de las grandes urbes del planeta. Data del siglo IV, y su interior está custodiado por tres esculturas que representan a los Tres Santos de Huayan, precursores del Budismo.
Si bien es una maravilla estética y arquitectónica el exterior del templo, su interior lo supera con creces en ambas áreas. El color rojizo y anacarado que nos rodea nada más entrar nos embaucará hasta que salgamos de él.
Templo de GuangXiao, el principal de la ciudad de Guangzhou.
Los cristianos también tienen su rincón en Guangzhou en la imponente Catedral del Sagrado Corazón, situada a un lado del Pearl River. La construcción de la catedral se inspiró en la Basílica de Santa Clotilde de París.
Con 35 metros de ancho, 78,69 metros de largo y dos torres paralelas de 58,5 metros de alto, la catedral es el mayor templo católico romano de estilo gótico de China y el Sudeste de Asia.
Catedral del Sagrado Corazón.
Pero no todos son atracciones centenarias, el skyline de Guangzhou se caracteriza por una decena de impresionantes rascacielos, siendo el más alto el CTF Finance Centre de 530 metros de altura y con 111 plantas, no en vano es el tercer edificio más alto de China y el sexto del mundo.
La Torre de Televisión de Cantón no es propiamente un rascacielos pero su altura, hasta 604 metros divididos en 37 plantas, le convierten en otra atracción de obligada visita.
Skyline de la ciudad de noche
El International Arena de Guangzhou
Entre los edificios deportivos encontramos el El Yuexiushanis Stadium, un recinto multideportivo con capacidad para albergar 35 mil espectadores. En él se realizan diferentes actividades deportivas sobre todo relacionadas con el atletismo, aunque principalmente se utiliza como estadio local del equipo de fútbol del Guangzhou que milita en la China Super League.
Los jugadores de la selección española de baloncesto jugarán en el International Arena, un pabellón con aforo de 18.000 espectadores. Las líneas curvas de su estructura nos recuerdan a los estadios de fútbol rusos y chinos, cuya elegancia no está reñida con la funcionalidad.
El Guangzhou International Sports Arena. https://commons.wikimedia.org/wiki/User:PQ77wd
La Opera House, un idilio a orillas del río
Situada a orillas del Pearl River, esta construcción constata que Guangzhou se está enganchando en las últimas décadas a la última vanguardia de la arquitectura y la singularidad. El edificio ocupa 42.000 m² y su auditorio alberga un total de 1.800 asientos. Un ejemplo de lo colosales que son las edificaciones de la República China en todas sus ciudades.
Entre las atracciones al aire libre destacaremos la Escultura de las Cinco Cabras envuelta en un halo de leyenda que cualquier oriundo del lugar se jactará orgulloso de contarnos: Guangzhou era una tierra inerte y sin agua, pero un día cinco genios montados en sendas cabras proporcionaron arroz y agua a los primeros habitantes de la ciudad, quienes supieron labrar la tierra y lograr que la zona prosperara.
La Casa de la Ópera con la Torre de la Televisión al fondo.
Gastronomía cantonesa, universal y única
Hay un dicho cantonés que dice "cualquier animal que torna su cara al sol, puede ser comido". Esto expresa la amplitud de la comida cantonesa, que se caracteriza sobre todo por el uso de las especias para matizar y exponenciar sabores. El jengibre, la cebolleta, el azúcar, la sal, la salsa de soja o el vino de arroz son esenciales en esta gastronomía.
El pescado y las algas son muy apreciadas en esta zona del mundo, de hecho uno de los platos típicos aquí es el Yu Qi, es decir, aleta de tiburón, o el Hahm Yu o pescado en salazón.
El uso de salsas suaves y de especias es propio de la gastronomía cantonesa.
