Vibrante, emocionante y con un contraste cultural amplio, Hong Kong nos ofrece una mezcla ecléctica de la cultura occidental y china, y los hoteles que se alzan en su costa y en el interior son también un ejemplo de esta fusión, a la vanguardia de los últimos adelantos tecnológicos pero enraizados en los tratamientos de masajes más tradicionales y milenarios.

Deluxe Victoria Harbour Suite, cualquiera de las habitaciones se convierten en miradores de lujo.

El Ritz-Carlton 5 estrellas, un mirador de lujo

Diseñar un hotel en los 16 pisos superiores del edificio más alto de Hong Kong brinda una ventaja inmediata sobre el resto de hoteles: la ubicación por sí sola lo convierte en un espectáculo verdaderamente asombroso; se nos quedará clavada en nuestras retinas la estampa de la panorámica del puerto Victoria y de parte del skyline, especialmente de noche. Pero el Ritz-Carlton Hong Kong no se detiene aquí, elevando el lujo en cualquiera de las áreas que debe cubrir un hotel.

Tiene dos restaurantes con estrellas Michelin y un spa donde los tratamientos son avalados celebridades del celuloide como la actriz Margot Robbie (El Lobo de Wall Street) y la maquilladora Mary Greenwell. El hotel también tiene una piscina infinita suspendida sobre la ciudad con vistas sublimes del puerto de Victoria. Pero donde destaca la singularidad del Ritz-Carlton Hong Kong, es en las habitaciones y las áreas comunes como los salones o los dinning room que se han diseñado para sentir la comodidad en su más alto nivel. Donde quiera que mire, el hotel irradia un ambiente cálido con una encantadora decoración de este a oeste. Y luego está el bar de la azotea, que tiene una sala de estar al aire libre con vistas panorámicas de la ciudad a las afueras.

Suite Gran Victoria Harbour Room.

Pero el paraíso gastronómico se desarrolla a través de seis restaurantes de los que destacamos el restaurante chino con dos estrellas Michelin Tin Lung Heen, el restaurante italiano con una estrella Michelin Tosca y el bar de ozono más alto del mundo del que ya hemos hablado. Una auténtica fusión cultural que acabará en nuestro paladar.

El Ritz-Carlton Hong Kong es un refugio congelado en el tiempo y nada decepciona. Sólo le bastará estar alojado en una de las 312 lujosas y espaciosas habitaciones y suites que ofrecen vistas inigualables de la ciudad y el emblemático puerto de Victoria

Los baños serán seguramente nuestras estancias favoritas en las horas de relax.

Four Seasons 5 estrellas, la tentación gastronómica

Con cinco estrellas Michelin, tres piscinas y algunas de las habitaciones más grandes de la ciudad, el Four Seasons Hotel Hong Kong alcanza tal perfección que si no se hubiera creado, tendría que crearse.



Si no estuviera parado allí en toda su brillante gloria frente a la Centro de Finanzas Internacional, difícilmente creería que existe el Four Seasons Hotel Hong Kong pues su estructura lujosa de rascacielos le hace camuflarse en el skyline.

Majestuosidad del Four Seasons en Hong Kong.

El verdadero atractivo del hotel es que te da muchas razones para no ir a ningún lado. ¿Por qué salir a cenar cuando está el restaurante Caprice, de dos estrellas Michelin, donde incluso las impresionantes lámparas de araña Swarovski y las vistas de la Bahía Victoria no te apartarán de la comida? Luego está el Lung King Heen con tres estrellas Michelin: el primer restaurante chino en ganar el título (y posiblemente el mejor de la ciudad) o el Sushi Saito, la primera sucursal en el extranjero de un restaurante donde Barack Obama y Shinzo Abe compartieron una comida.

Lo que hace que el hotel sea especial son dos cosas esencialmente: Lung King Heen, el único restaurante chino de tres estrellas Michelin en el mundo, y Caprice, cocina francesa de tres estrellas Michelin. Y la piscina de borde infinito con vista al puerto cuyo entorno al estilo resort ofrecen un oasis en medio de la vibrante Hong Kong.

Four Season suite, elegancia y sencillez.

Disfrutar de los platos especiales en cualquiera de los restaurantes será uno de nuestros pasatiempos.