Municipio ubicado en Cuenca, Belmonte es villa de interés turístico desde 1968 entre otros motivos por su conjunto monumental de gran interés, entre los que destacamos el Castillo de Belmonte de 1456 y la Colegiata de San Bartolomé construida aproximadamente en las mismas fechas; de hecho, entre los siglos XV y XVIII Belmonte tuvo su época dorada de la cual se conservan numerosos edificios.
El recinto amurallado y el castillo
Uno de los elementos más importantes del complejo monumental de Belmonte es su recinto amurallado, de los siglos XV y XVI, que con las murallas y las puertas pone en comunicación el casco urbano con el castillo; se conservan varios tramos en perfecto estado y varias puertas: la de Chinchilla es el acceso a la ciudad; la del Almudí, junto al Pósito, la de Monreal o de Toledo con un camarín a la Virgen de la Estrella. Pero su monumento más emblemático es su castillo, construido sobre uno anterior de 1324, de estilo gótico de transición al plateresco con influencia mudéjar. Fue restaurado por Eugenia de Montijo que lo usó como residencia.
En torno al castillo se celebra el torneo nacional de combate medieval que va por su cuarta edición. El público que lo desee, podrá disfrutar además de los combates, de la visita al Castillo, de un gran mercado de artesanía; de la halconera del Castillo (exhibiciones de vuelo) y de comer en la Taberna de la Liza. Un año más, los asistentes al torneo podrán disfrutar igualmente de la visita al TrebuchetPark, el mayor parque histórico de máquinas de asedio con 40 máquinas organizadas en 4 civilizaciones de la historia medieval.
Belleza del casco urbano
De gran belleza igualmente es su conjunto del casco urbano, donde sobresale la iglesia de la colegial de San Bartolomé, de grandes dimensiones, gótico renacentista. En el interior, trece capillas, el coro, la sacristía y la sala capitular, una gran colección de bellos retablos, interesantísima rejería y un sinfín de obras de arte —escultura, pintura, orfebrería, libros y documentos— formando todo ello un museo de arte sacro. Tiene dos portadas al exterior, una gótica y otra gótico-renacentista.
Cuenta Belmonte con un buen número de edificios de interés como el Palacio del Infante don Juan Manuel del siglo XIV con iglesia, convento y claustro pues albergó a partir de 1502 una comunidad de monjas dominicas, en la actualidad se destina a Venta; el Palacio de Buenavista, hoy dedicado a la hostelería.
Molino El Puntal y Casa Bellomonte
Desde la Colegiata, a unos 500 metros puedes ver el impresionante molino, que conserva toda su maquinaria. Desde el molino “El Puntal”, se pueden admirar los mejores atardeceres de Belmonte y además durante algunos meses del año se puede presenciar in situ el proceso de la molienda.
La Casa Bellomonte es un museo donde se recrea cómo era y cómo transcurría la vida cotidiana en una casa castellana de la baja burguesía a finales del siglo XV.
Belmonte en la Historia de España
Las primeras noticias que se tienen sobre Belmonte aparecen en una bula que el Papa Honorio II dirige a Don García, tercer obispo de Cuenca, en 1223, en esta bula lo denomina Bellomonte, a causa del monte que rodeaba al pueblo. En 1323 Don Juan Manuel, sobrino de Alfonso X, comenzó a construir las murallas de «Belmont» y en la misma época construyó el Antiguo Alcázar. El primer miembro de la familia Pacheco que fue señor de esta villa fue Juan Fernández Pacheco, a quien se la concedió el rey Enrique III por privilegio firmado en Tordesillas el 16 de mayo de 1398. El señorío lo heredó su hija María, que se casó con Alfonso Téllez Girón y Vázquez de Acuña. El matrimonio tuvo dos hijos, Juan Pacheco y Pedro Girón (que nacieron en Belmonte). Heredó el señorío Pedro Girón. El primogénito era Juan Pacheco, primer marqués de Villena, quien ordenó construir el citado castillo y la Colegiata.