En español es conocida como Breslavia y mundialmente es conocida por ser la ciudad de los gnomos, unas estatuillas repartidas por toda la ciudad que le dan un punto divertido para todos los visitantes. Pero Wroclaw es muchos más, es una ciudad muy viva, llena de estudiantes universitarios y de eventos culturales, aunque nuestro viaje lo comenzaremos en la Plaza del Mercado.
Plaza del Mercado
Data del siglo XIII y es sin lugar a dudas el corazón de Wroclaw. En su centro se encuentra el edificio Sukiennice y el Ayuntamiento, un monumento único a escala europea, de arquitectura gótica y renacentista. El Ayuntamiento, la antigua sede de las autoridades de la ciudad, hoy en día alberga el Museo Municipal de Wroclaw.
Es la segunda plaza del mercado más grande de Polonia, superada sólo por la de Cracovia. Los polacos la llaman Rynek, y aunque sufrió brutalmente los avatares de la Segunda Guerra Mundial, el esfuerzo realizado para su restauración ha dado sus frutos convirtiéndola en punto de encuentro para oriundos y para visitantes, no podremos irnos del lugar sin hacernos una foto junto a la estatua del poeta Aleksander Fredro.
Ostrow Tumski
Es la parte más antigua de Wroclaw, está rodeada por el río Óder, y cuenta con maravillosos monumentos arquitectónicos. La catedral gótica de San Juan Bautista, renovada después de la guerra y la colegiata de Santa Cruz y San Bartolomé, una iglesia de dos pisos, son las más importantes.
Aquí se encuentra también el Museo de la Archidiócesis que, desde más de 100 años, colecciona obras de arte sacro, como por ejemplo, el famoso Libro de Henryków, del siglo XIII–XIV, que contiene la primera sentencia escrita en antiguo polaco (En 2015, el documento fue inscrito en el registro de la Memoria del Mundo de la Unesco).
Sala de música Oratorium Marianum
Se encuentra en el edificio principal de la universidad más antigua de Wroclaw, fundada hace 300 años. La Universidad se encuentra en un complejo de edificios de estilo barroco, formado por antiguo colegio e iglesia de los Jesuitas. El edificio alberga, entre otros, el Museo de la Universidad de Wroclaw. En éste se encuentra la perla del barroco de Baja Silesia: el Aula Leopoldina y la sala de música Oratorium Marianum, en la que se organizan conciertos de destacados músicos desde hace 200 años.
En el observatorio astronómico, en la Torre Matemática, se encuentran antiguos instrumentos de trabajo, por ejemplo un astrolabio del siglo XIV, un globo celeste del siglo XVI y un compás de 1665.
Parque Szczytnicki y Jardín Zoológico
El parque fue creado en 1785, como un jardín privado, luego fue anexado a un parque municipal. Su principal sitio de interés es el Jardín Japonés, creado en 1913. El jardín cuenta con una original disposición, cambia en cada estación del año, sólo los elementos de arquitectura japonesa son invariables. El Parque Szczytnicki, con su arboreto, bosquecillos de rododendros, jardines de rosas y el Jardín Japonés, es considerado como un monumento natural de Wroclaw.
El Jardín Zoológico es el más antiguo y más grande de Polonia en términos de número de animales. En el zoológico hay edificios históricos, por ejemplo la torre de osos, edificio de elefantes, casa de primates, y edificios modernos, por ejemplo el Africario. Es un complejo único a escala mundial que presenta diferentes ecosistemas, relacionados con el mundo acuático de África.
Ruta de los Gnomos. El enano molinero
A lo largo y ancho de Wroclaw hay hasta 400 figuritas de estos simpáticos habitantes. En la oficina de turismo te dan incluso un mapa en el que te indican cómo llegar a ver todas. La historia de los gnomos se remonta a las protestas de los trabajadores contra el sistema comunista a mediados del siglo XX: los obreros burlaron la pena de cárcel vistiéndose de enanitos y de manera pacífica protestar contra las condiciones laborales del comunismo polaco. En 2001 se conmemoró este movimiento la estatua del Papá enano y luego en años posteriores se alzaron el resto.
La historia resalta sin embargo la figura del enano molinero, gracias al cual Wroclaw tuvo harina durante siglos. Este gnomo trabajaba en el Molino María en Ostrów Tumski. Cuando los trabajadores de molino terminaban el trabajo y salían a descansar, el enano Młynarz entraba en acción. Aceitaba todos los mecanismos, eliminaba pequeños fallos. Gracias e él, el molino funcionó perfectamente y los habitantes siempre tenían harina fresca.