Contemplar la magia de la aurora boreal, gozar de un bucólico paseo en trineo de renos, escalar una cascada de hielo, entretenerse con carreras de caballos sobre la nieve, asistir a un torneo de bolos sobre hielo o practicar el ‘snowbike’. Los deportes más tradicionales tienen una seria competencia, una gran cantidad de actividades tan extravagantes como divertidas.
Noruega, de la aurora boreal a la escalada sobre hielo
El país de los fiordos, titánicas montañas que se sumergen en el mar, el sol de medianoche y las auroras boreales, ofrece infinidad de propuestas para pasar unas vacaciones inolvidables.
Una de las actividades más famosas y anheladas es la contemplación de la aurora boreal. Las zonas más propicias para conseguirlo son el norte de Noruega o las Islas Svalbard y las mejores fechas entre finales de otoño y principios de primavera.
La mayor frecuencia se registra entre las seis de la tarde y la una de la madrugada, aunque no es una ciencia exacta. El cinturón de auroras boreales entra en el Norte de Noruega por las Islas Lofoten y sigue la costa hasta el punto más septentrional de Europa, en el Cabo Norte. Ningún otro lugar en la tierra ofrece mejor oportunidad de avistar las auroras boreales.
Trineos de renos. Montar en un tradicional trineo tirado por perros es una alternativa de lo más concurrida en tierras laponas. Pero resulta mucho más original dejarse guiar, a paso tranquilo, por encantadores renos que se deslizan por los bosques y a través de mesetas heladas. Y para acelerar el ritmo, podemos dejar que un reno tire de nosotros mientras nos deslizamos sobre los esquíes. Estas excursiones pueden realizarse por todo el país pero especialmente en la Laponia Noruega.
Escalar cascadas de hielo gana adeptos cada año. A lo largo de todo el país, existen diversas cascadas habilitadas para practicar esta disciplina. Rjukan se ha convertido en el primer destino del norte de Europa para los aficionados a la escalada en hielo del mundo entero. Se puede practicar desde finales de octubre hasta principios de abril. En febrero se celebra el festival anual de Rjukan. También Hemsedal, en la región del fiordo Hardangerfjord, es ideal para combinar esquí con escalada de hielo.
El esquí de fondo es una actividad que en Noruega tiene muchísimos aficionados debido a que, además de ser gratuito, hay muchas pistas habilitadas en grandes zonas del país. Entre las mejores está la cadena montañosa, y parque nacional, conocida como “la tierra de los gigantes”, Jotunheimen, que cubre un área de casi 3.500 kilómetros cuadrados y es un paraíso para los adeptos al esquí de fondo. La pequeñas ciudades de Vaga y Beitostolen son buenos puntos de partida para una aventura de esquí de fondo, con paradas de cabaña en cabaña. La Pista del Trol o la Pista de Peer Gynt ofrecen un recorrido espectacular.
Suiza, los deportes de invierno menos convencionales
Su impresionante paisaje alpino, sus tradiciones, su intensa vida cultural y su amplia variedad de ofertas y deportes de invierno convierten a Suiza en un destino invernal muy solicitado. Para los viajeros intrépidos, que buscan huir de lo convencional, ofrece algunos de los deportes de invierno más extravagantes.
Las carreras de caballos en la nieve se celebran cada año, en enero, sobre las aguas congeladas del Lago Obersee, en Arosa. La tradición se remonta a 1911 y se trata de una de las carreras de caballos más antiguas de Suiza. La espectacular carrera de obstáculos sobre la nieve, una de las disciplinas del torneo, es única en el mundo.
Torneo de bolos sobre hielo. En Wildhaus, en el valle alto de Toggenburg, tiene lugar una desconocida modalidad que, sin embargo, cuenta con varios siglos de historia, la práctica de bolos sobre hielo. Este deporte popular relacionado con el curling es muy divertido y fácil de aprender. Se enfrentan dos equipos que intentan lanzar alternativamente los ice stocks desde la zona de tiro y dejarlos lo más cerca posible del objetivo.
Snowbike. Deslizarse por la nieve en bicicleta es posible en la zona de Grächen. En vez de ruedas, las bicicletas disponen de dos esquíes colocados uno detrás del otro. Es sencillo y muy divertido.
Airboard. Pura adrenalina. Es el deporte más fascinante e innovador del invierno. Se trata de una marca registrada de deslizadores de nieve desarrollados en Suiza y conocidos también como bodyboards. Una divertida práctica que tan sólo requiere unos 30 minutos de aprendizaje. Airboards y equipo se pueden alquilar en cualquiera de las 27 estaciones suizas oficiales de airboard.
El polo sobre hielo es uno de los espectáculos más excitantes dentro del amplio universo de los deportes de invierno. En la prestigiosa estación de St. Moritz, al sur de los Alpes, se celebra cada año el Campeonato mundial. El ‘Polo World Cup on Snow’ se ha convertido en uno de los torneos más prestigiosos. Practicar este tradicional deporte, de origen británico, sobre el lago helado de St. Moritz es muy diferente a hacerlo en Londres, en Buenos Aires o Sotogrande. No sólo por los escasos cambios que exigen las reglas de juego del snowpolo, sino porque el comportamiento de los caballos a 1.822 metros sobre el nivel del mar, con temperaturas bajo cero, no es el mismo que sobre el terreno habitual de juego.
Golf en la nieve. Cambiar los palos de esquí por los de golf es una opción muy atractiva que se puede practicar en diversas pistas de golf de Suiza, como en Nendaz o en la llanura de Tortin. Un recorrido de 3 hoyos para el que no se precisa experiencia, solo ganas de descubrir algo nuevo.