Kiev es la actual capital de Ucrania y una de las antiguas capitales de la extinta Unión Soviética. Cuenta con un gran patrimonio cultural, a pesar de haber sido fuertemente afectada durante la Segunda Guerra Mundial, también es una de las ciudades más antiguas de Europa: en el siglo XIII fue una de las ciudades más grandes del mundo y posteriormente supuso un importante centro de comercio entre el Mediterráneo y el Báltico. A pesar de su gran atractivo cultural, histórico y arquitectónico es una ciudad donde el turismo es más bien escaso en comparación con otras capitales europeas.
La ciudad está dispuesta en las dos orillas del río Dnieper. Mientras que en la orilla occidental se halla la parte antigua de la ciudad, llena de colinas boscosas, quebradas y ríos serpenteantes, la orilla oriental es la zona urbana más moderna, construida a lo largo del siglo XX. Fue uno de los centros neurálgicos de la Unión Soviética y prueba de ello son: la Estatua de la Madre Patria, una enorme estatua de más de 100 metros de altura que se encuentra junto al Museo de la Segunda Guerra Mundial; el Museo de Arte de Ucrania, donde se pueden encontrar las obras pictóricas más destacables de la historia de Kiev; o las construcciones de estilo soviético de la Plaza de la Independencia, la más importante y animada de la ciudad.
El Palacio Mariyinsky es la residencia oficial del presidente de Ucrania y también merece una visita para poder apreciar su majestuosa arquitectura barroca y, además, se encuentra junto a un parque del mismo nombre, uno de los más bellos y antiguos del país.
Como construcciones religiosas destacan la Catedral de Santa Sofía, que cuenta con diez impresionantemente decoradas cúpulas suponiendo así la iglesia más bonita de Kiev. Por haber sido dañada y reparada en varias ocasiones, cuenta con una mezcla de estilos arquitectónicos de nueve siglos diferentes. Desde lo alto de su campanario se pueden ver las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
El Monasterio de las Cuevas, también llamado Kiev Pechersk Lavra, es un enorme complejo religioso con casi 1.000 años de historia. Aunque cuenta con varios museos e iglesias, el lugar más interesante para visitar son las cuevas donde se refugiaban los monjes de los ataques. Otro monumento religioso importante es la Iglesia de San Andrés, un templo religioso de estilo barroco que se encuentra en lo alto de una colina desde donde se ofrecen otras buenas vistas de la ciudad.
En cuanto a museos, el más destacable es el Museo Nacional de Chernobyl, dedicado exclusivamente al terrible accidente nuclear que se produjo en la ciudad ucraniana el 26 de abril de 1986. En el museo se exponen una gran variedad de mapas y fotografías, cosas que pertenecieron a los participantes en la eliminación de las consecuencias del desastre, documentos clasificados… También se ofrece una película donde los visitantes pueden ver el accidente y sus consecuencias.
Cabe recordar que desde hace unos pocos años es posible visitar la “zona de exclusión”, toda el área que se extiende en un radio de 30 kilómetros alrededor de la central nuclear. Desde el mirador sobre el río Prípiats se puede ver el sarcófago que recubre el reactor número 4, el que causó el desastre, y puede suponer uno de las escenas más sobrecogedoras de la excursión.
Otros museos importantes son el Museo Nacional de la Historia de Ucrania, donde se ofrece una visión del pasado del país a través de una exposición que abarca desde herramientas de la Edad de Piedra hasta los más modernos, como los Tesoros Dorados de Ucrania; el Museo de la Gran Guerra Patriótica, que recoge una impresionante colección de piezas de la Segunda Guerra Mundial o un monumento que recuerda a aquellos caídos en la guerra; el Museo de la Literatura Ucraniana o el Golden Gate Museum serían otros destacables.
En lo referido a la gastronomía de Kiev y Ucrania en general destacan los platos típicos como el Borsh, una especie de sopa de verduras y raíces de remolacha; Kulebiakas, empanada de salmón; Blinis, tortitas hechas con maíz y rellenas de arenques; Varenyky, pasta rellena habitualmente con requesón, aunque también se puede encontrar rellana de guinda, col, fresas o patatas; o Salo, tiras de tocino de cerdo saladas en salmuera y pimentón. Como bebidas destacan el vodka y la cerveza dulce.