En la Navidad de Berlín incluso el frío resulta encantador. Tiempo de Adviento, de gorro y guantes, al abrigo de más de 50 mercadillos con espléndidos puestos llenos de fantasía, tradición, tendencias urbanas y delicias navideñas.

Los típicos mercados navideños o Weihnachtsmärkte rebosan actividad desde los últimos días de noviembre hasta el final de la Navidad. Uno de los más famosos es el de Gendarmenmarkt, una de las zonas más bonitas de Berlín. A cada lado de la plaza se sitúan dos iglesias barrocas gemelas rematadas por una hermosa cúpula y entre ambos templos, la Konzerthaus, la sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín. Gendarmenmarkt rebosa de espectáculos callejeros, acróbatas, malabaristas, coros de gospel y grupos de jazz que animan las compras de los visitantes. Un ambiente que añade más magia, si cabe, a estas fiestas.

El Gendarmenmarkt, uno de los mercadillo navideños más famosos de Berlín.

Desde Alexanderplatz parten las grandes avenidas construidas durante la época comunista. La emblemática plaza es uno de los centros de reunión de la capital, pero también de llamativos puestos navideños. Bolas para decorar el árbol o figuritas para el belén, bisutería, juguetes de madera, cerámica, pero también pasteles y cervezas artesanas que ofrece un delicioso momento de descanso durante las plácidas compras.

La ciudad alemana reta a las bajas temperaturas con eventos y conciertos. Color, música y comida típica que se reparte por todos los barrios y calles de la capital alemana. La avenida Unter den Linden, delante del castillo de Charlottenburg y los alrededores de la Iglesia del Recuerdo Kaiser Wilhelm, en Charlottenburg, concentran también hermosos recorridos con originales y llamativos puestos navideños.

La Navidad en Berlín es tan tradicional como su mercado de Spandau, el más grande de Europa. Unas 250 casitas de madera que durante los fines de semana y las fiestas navideñas se duplican y ambientan el mercado más especial de la capital alemana. Escenas navideñas, belenes con animales vivos, música, artesanía en metal, alimentos, bebidas o cualquier artículo que se pueda imaginar tiene cabida en este distrito berlinés. Sus jardines de Navidad de St Nikolai y el mercado histórico de artes y oficios ofrecen un paseo realmente encantador.

Spandau se encuentra a las afueras de la capital alemana y su casco antiguo esta rodeado por bosques, prados y granjas a la orilla del río Havel. Las aguas de este río confluyen con las del Spree formando una especie de isla. El foso rodea a la gran fortaleza de Spandau y la hace prácticamente infranqueable. Sólo un puente permite el acceso la ciudadela. Del castillo original, del siglo XII, sólo se conserva la Juliusturm, una torre vigía que sirvió como prisión. Actualmente, es un espacio cultural con exposiciones y museo que acoge, entre otros espectáculos, los conocidos conciertos del Citadle Music Festival.

Típicamente navideño

En todos los mercados de la capital alemana es posible encontrar infinidad de objetos y regalos navideños y sabrosos dulces como el stollen, el pan dulce típico de la época de Adviento, las almendras tostadas o el Glühwein, el vino caliente con canela y otras variaciones, ideales para combatir el frío de diciembre. Como plato navideño puede degustarse el típico ganso rostizado, acompañado de col roja y albóndigas. Y para espantar un poco el frío, nada mejor que practicar un deporte tan invernal como el patinaje sobre hielo en el mercado de la Avenida Unter den Linden.

Fin de año en Berlín

La noche del 31 de diciembre no se puede dejar de acudir a la Puerta de Brandeburgo, donde millones de personas celebran en la calle del 17 de junio la llegada del nuevo año. Sylvester, como se llama a esta celebración en Alemania, es algo especial y muy diferente a las celebraciones de otras ciudades alemanas. En esta calle, de nombre tan primaveral, la llegada del nuevo año se celebra a lo grande.

Entre la Puerta de Brandeburgo y la columna de la Victoria, la fiesta es impresionante. No sólo por los millones de personas que se congregan allí, sino por la atmósfera y la alegría de los visitantes. La fiesta continúa toda la noche, trasladándose con la misma euforia a bares y discotecas de toda la ciudad.

En los 2.000 metros, de la calle del 17 de junio, se colocan escenarios donde se desarrollan shows con artistas nacionales e internacionales, eventos en vivo y conciertos de conocidas bandas de rock y pop. También se instalan pantallas gigantes, tiendas y puestos de comida y bebida. Los juegos de luces láser y los fuegos artificiales, organizados por la ciudad, dotan a Berlín de toda la calidez de unas animadísimas fiestas invernales.

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