El legado vikingo se puede contemplar no solamente en Dinamarca, sino también en Irlanda, Noruega y Galicia. Entre los siglos IX y XI, los vikingos exploraron, combatieron y comercializaron desde Escandinavia por todas las costas del mar Báltico, el Negro, el Mediterráneo y el océano Atlántico, además de adentrarse por los grandes ríos del este de Europa.
Los vikingos, además de ser conocidos como guerreros, dejaron un importante patrimonio arquitectónico y artístico. Por esto hay distintas rutas vikingas agrupadas bajo el distintivo de Itinerario Cultural Europeo, iniciativa impulsada por el Consejo de Europa que se inició en 1992.
Dioses de la guerra, rapados o con largas melenas rubias, tatuajes, maquillaje en la cara y en los ojos, cubiertos de pieles y de cueros protectores… estos son algunos rasgos que describen la apariencia de los vikingos. Revivir su historia y sus leyendas es posible en varios lugares europeos, entre los que se encuentra Dinamarca:
Su capital, Copenhague, se trata de un antiguo pueblo de pescadores a orillas de lo que actualmente se conoce como estrecho de Øresund. En la capital no se encuentran muchos vestigios del pasado vikingo, pero tiene un buen lugar para descubrir la vida de esta tribu: el museo Nacional, National museet. Se trata del mayor museo del país en cuanto a historia y cultura y en él se expone la vida cotidiana de los vikingos: cómo eran, qué comían, a quién rezaban, cómo se vestían, sus rituales, expediciones…
Dejando a un lado a los vikingos, la ciudad es encantadora y tiene importantes lugares para visitar y contemplar, como la plaza del Ayuntamiento, el Radhuspladsen o el parque de atracciones más antiguo de Europa, Tivoli.
Una de las ciudades danesas más antiguas e importantes del país es Roskilde, que en el pasado llegó a ser la capital. En el paraje a orillas del fiordo se encuentra uno de sus museos más interesantes, el de los Barcos Vikingos. En este edificio se encuentran los cascos de cinco barcos del siglo XI que han sido localizados en el fondo del fiordo.
Se cree que estos barcos fueron hundidos por los propios habitantes de la ciudad para impedir la entrada al golfo y evitar un inminente ataque desde el mar. Dividido en dos salas, este museo muestra por un lado la explicación de las fases de construcción de los barcos y, por el otro, el astillero, donde es posible subir a bordo de una nave comercial cargada de mercancías o de un barco de guerra con el equipamiento para afrontar la batalla.
A unos diez kilómetros de Roskilde se encuentra Lejre, conocida como la cuna del Reino de Dinamarca. Es tierra de leyendas sobre los reyes daneses, así como la posible capital del legendario rey vikingo Hroogar, un poderoso guerrero. Entre los resquicios vikingos que se han encontrado se encuentran tres residencias, tres enormes tiendas de una única habitación, montículos funerarios y los restos de un asentamiento vikingo importante. En esta ciudad se puede experimentar en primera persona la vida de los vikingos, en el museo arqueológico de Tierra de Leyendas.
En Slagelse se puede contemplar cómo eran las típicas construcciones de la civilización, conocidas como Trelleborg: una fortaleza de planta circular con cuatro puertas orientadas a los cuatro puntos cardinales, cuyo interior estaba dividido en cuatro cuadrantes en los que se construían cuatro casonas capaces de albergar, en total, a 500 personas.
La ciudad de Odense tiene un gran significado espiritual ya que es el lugar donde se veneraba al dios Odin, además el lugar donde Canuto IV, considerado como el último rey vikingo, fue asesinado. Sus restos se pueden ver en la iglesia de San Canuto. Esta ciudad también fue el lugar de nacimiento de Hans Christian Andersen, conocido escritor y poeta danés.
Una de las villas más bonitas de Dinamarca que en el pasado contó con uno de los puertos más importantes de Dinamarca utilizado por los vikingos es Ribe. Con apenas 800 habitantes, fundado a principios del siglo VIII, con calles adoquinadas y trazado caótico, posee edificios de gran interés, como la catedral de Ribe, la primera iglesia católica del país, y el edificio del Ayuntamiento. En el Museo Vikingo de Ribe se pueden contemplar muchos objetos y artilugios de la civilización, además de una maqueta de la ciudad en el año 800 d.C.
Otros lugares destacados del país son la ciudad de Hobro, un auténtico museo vivo donde se exhiben los restos arqueológicos que pertenecen al anillo de la antigua fortaleza vikinga de Fyrkat, la más antigua del país. En la ciudad de Aalborg se encuentra un gran cementerio vikingo, el Lindholm Hoje, compuesto por 682 tumbas y 150 barcos de piedra.
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