Budapest es una de esas ciudades europeas que sorprende por sus monumentos y sus fantásticos lugares para visitar. La capital de Hungría es la ciudad más importante del país y en los últimos años se ha convertido en uno de los destinos turísticos más populares de Europa. El río Danubio, con sus casi 2.900 kilómetros de longitud, divide a Budapest en dos partes, Buda y Pest, y una tercera en la que se sitúa el origen de la ciudad, Obuda.
El Budapest más clásico.
La dramática historia que ha sufrido el país, siendo fuertemente sacudida en las guerras mundiales, así como el largo periodo de dura dictadura tras éstas, se puede contemplar en los edificios y monumentos. Dejando a un lado el gran legado patrimonial y monumental de Budapest, conviene prestar especial atención a su fantástica vida nocturna. El ambiente que se respira en la capital de Hungría sorprende a gran parte de los turistas por el poderío de sus bares y salas de fiesta.
Sin duda, los locales que más resaltan son los Ruin pubs. Literalmente, son bares ruina situados en muchos de los edificios que con el paso del tiempo han quedado en estado de bastante deterioro. A principios de este milenio se tuvo la gran idea de utilizar estos espacios desocupados y en deterioro para convertirlos en bares, y fue así como nació el primero de ellos: Little Szimpla, el antecedente de Szimpla Kert.
Dado su gran éxito, han sido muchos los edificios que se han sumado a este movimiento y han creado estos bares de ruina con un aire característico y alternativo. Decoración original, buen ambiente, mejor oferta para los jóvenes para tomar algo e incluso para hacer una fiesta son las características que mejor definen estos lugares. A lo largo de la ciudad se encuentra una gran variedad de ellos, siendo los más destacados los siguientes:
Szimpla Kert: el más antiguo, grande y famoso de Budapest. Sus sirenas en espejos, ordenadores en las paredes, grafitis por todas partes, exposiciones de artistas, plantas colgantes y otra gran variedad de aspectos surrealistas hacen parecer que se ha adentrado en un mundo encantado.
Csendes Vintage: abrió sus puertas en 2008 en lugar de un restaurante que funcionaba previamente en su sitio. Destaca por su interior surrealista creado reutilizando piezas de basura. Por las mañanas funciona como café, mientras que por las tardes y las noches se convierte en un bar con un ambiente muy animado.
Dürer Kert: a diferencia de la mayoría, no se encuentra en el barrio judío y sus alrededores, sino al otro lado del Városliget. La historia del edificio en el que se encuentra situado se remonta al siglo XIX cuando era una escuela para monjas, pasando después a propiedad del partido comunista. En su jardín, además de poder tomar algo se pueden realizar una gran variedad de actividades: jugar a la petanca, darts o relajarse. Además también se ofrecen actividades culturales como proyección de películas o conciertos de rock o música electrónica.
Kuplung: destaca por ser uno de los bares de ruina con un interior más sorprendente. Diferentes grupos artísticos participaron en la creación del diseño, además de cotribuir también en llenar el lugar con programas interesantes como cine, teatro, exposiciones o fiestas.
Instant-Fogas: puede que sea el que más sorprenda por sus impresionantes dimensiones. Se abrió en 2008, pero al cabo de los años ha dejado de ser uno de los muchos ruin pubs y se transformó en un lugar icónico de la cultura underground, donde se celebran las mejores fiestas y conciertos de la ciudad.
Ellátó Kert & Taquería: se trata de uno de los últimos en abrir sus puertas, pero su ambiente relajado y sus originales muebles lo han convertido ya en uno de los bares más populares de su barrio. Además del buen ambiente para tomar algo, destacan los platos de tacos que se cocinan.
Púder Bárszínház: situado en una de las calles con mayor oferta de restaurantes y terrazas de la ciudad, Ráday utca, destaca por su diseño interior creado por el equipo del conocido diseñador Bertalan Babos Zsili. Junto a las típicas mesas y sillas repletas de colores se sitúan peculiares collages y esculturas surrealistas. Además de servir ricos platos y bebidas de todos los tipos, también se celebran eventos musicales, artísticos, teatrales y de literatura.
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