La isla de Corfú es la más conocida de las siete islas jónicas griegas y difiere del resto de islas griegas no solo en su verde y exuberancia, sino también en sus rasgos con influencias italianas, francesas y británicas. El toque italiano se puede apreciar en su casco antiguo, diseñado por los venecianos en el siglo XIV, que alberga un sinfín de estrechas callejuelas, casas de colores pastel y edificios con tejas rojas.
La isla de Corfú se ubica a muy pocas millas de Grecia continental y tiene una superficie aproximada de 585 kilómetros cuadrados, siendo así la segunda más grande del archipiélago de las islas Jónicas, después de Cefalonia. Es un potente destino playero y es que sus playas atraen cada año a un gran número de turistas. Además de sus playas que merece la pena visitar otros puntos de la isla, tales como la ciudad histórica de Corfú, capital homónima de la isla y nombrada por la Unesco como Patrimonio Mundial por ser ejemplo arquitectónico de gran valor universal tanto por su autenticidad como por su integridad.
La ciudad de Corfú es una de las ciudades más bellas de Grecia y guarda importantes monumentos y edificaciones dignas de admirar. Uno de los lugares más visitados es Spianada, la plaza más grande de Grecia y una de las más grandes de Europa, donde se puede disfrutar de un agradable paseo entre estatuas y monumentos históricos, pero también de una gran pradera. El Palacio de San Miguel y San Jorge alberga el Museo de Arte Asiático, con una de las colecciones más grandes de Europa en cuanto a obras de arte chino y japonés de estilo neoclásico. En definitiva, este museo es un remanso de paz donde se exhibe porcelana china de todas las principales dinastías, así como grabados, cerámica y escultura.
La ciudad vieja de Corfú es un perfecto lugar para conocer su historia importancia como ciudad portuaria fortificada. En toda la isla se encuentran varias fortalezas, pero tres de ellas rodean a la capital, que es lo que la hace extraordinaria entre el resto de ciudades griegas. Pasear por el laberinto que se presenta en sus callejuelas es una de las mejores actividades que realizar en la ciudad porque a cada paso se encontrarán magníficos edificios, en su mayoría de estilo neoclásico. Además de la identidad italiana, también se puede contemplar el pasado inglés en muchos de los edificios. El Campiéllo es el barrio más antiguo de la ciudad vieja de Corfú y mantiene perfecto su encanto de calles empedradas y pasos con arcos, así como casas pintadas de colores y puertas decoradas.
Al este del casco antiguo y en lo alto de un promontorio rocoso se encuentra la Fortaleza Vieja, construida en el siglo VI y reconstruida en el siglo XV por los venecianos. Es desde aquí desde donde se ofrecen unas vistas fabulosas de la ciudad y de la costa. En el interior de la fortaleza se encuentra una iglesia. En cambio, la Nueva Fortaleza empezó a construirse en el siglo XVI y ofrece unas vistas espléndidas del puerto viejo, de la Grecia continental e incluso de Albania. En su interior a veces se realizan conciertos, exposiciones y otros eventos.
En cuanto a templos religiosos destaca la Basílica de Paleópolis, construida en la primera mitad del siglo V, convirtiéndose en una de las basílicas más grandes de todo el país. En ella se conservan restos de las antiguas termas romanas. Por otro lado, destaca la catedral de Corfú, la Catedral de San Jacobo, construida en el siglo XVI. Un verdadero símbolo de la isla y, posiblemente, la atracción más fotografiada, es el Monasterio de Vlachérna, una hermosa edificación blanca caracterizada por el típico campanario ortodoxo.
El Palacio de Achilleion es un verdadero oasis de serenidad y fue muy deseado por la emperatriz Sissi para escapar de la austeridad vienesa. Esta isla supuso para la emperatriz un auténtico remanso de paz y bienestar. Fue construido siguiendo las indicaciones de Sissi, en estilo pompeyano, y en su interior se pueden admirar estatuas, frescos, diferentes objetos históricos y personales de la emperatriz.
Sidari es conocido como el canal del amor de Corfú, una profunda ensenada natural que forma una serie de bahías y canales donde se representan algunas de las playas más destacadas de la isla. Se trata de un pintoresco pueblo y muy animado de noche y de día, por eso es uno de los principales destinos para los más jóvenes. Paleokastritsa es otro de los lugares imprescindibles que visitar en Corfú, con impresionantes playas y calas de aguas azul turquesa. Otros pueblos destacados son Kouloura, Kassiopi o Pelekas.
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