Mérida está apodada como ‘la pequeña Roma’ y no en vano. Se trata de la capital de Extremadura y aunque sea una ciudad bastante pequeña está dotada de importantes resquicios, no solo de la época romana, sino también de la visigoda, árabe y cristiana. Pasear por sus calles y apreciar sus edificios será lo que transmita el reflejo de su importante pasado a lo largo de los siglos. Su tamaño la hace perfecta como destino para un fin de semana, aunque también está la opción de contar con más días y disfrutar de excursiones por otros puntos de interés de Extremadura.
Aunque la comarca de Mérida llevaba muchos años habitada, la llegada de los romanos supuso un gran cambio, llegando a convertirse en centro jurídico, económico, militar y cultural del Imperio Romano. También fue la capital de la provincia de Lusitania y posteriormente ostentó el cargo de capital de la Diocesis Hispaniarum. Este papel tan importante se puede apreciar a través de los monumentos que han llegado a nuestros días, como el Anfiteatro, el Circo o el Teatro, entre otros.
Su potencial histórico y cultural es tal que la Unesco la ha declarado Ciudad Patrimonio de la Humanidad y, posiblemente, sea la ciudad española que mejor conserva los restos de esta época. Las atracciones turísticas por excelencia de Mérida son el Teatro y el Anfiteatro. El Teatro fue construido hace más de 2.000 años y en él se realizaban los eventos y actuaciones culturales, mientras que en el Anfiteatro tenían lugar las peleas entre gladiadores o con animales. Estas dos paradas son obligatorias en toda visita a Mérida, además que es importante visitar su interior para conocer de primera mano lo que en él ocurría.
En la calle Sagasta y cerca de los monumentos anteriores se encuentra el Templo de Diana, con todas sus columnas en casi perfecto estado, siendo así la única construcción religiosa que se conserva de esta época en Mérida. Detrás se encuentra una construcción algo más moderna, un palacio que sirvió de vivienda al Conde de Corbos.
Otro elemento característico de Mérida es su Puente Romano que ofrece unas vistas espectaculares. Es el más largo de la antigüedad con sus 755 metros y aunque ha sido restaurado en numerosas ocasiones, aún conserva partes originales. El Circo Romano se recorre rápidamente aunque se trata de un extenso campo de hierba donde se encuentran estructuras y restos de obras romanas. Un elemento importante de este Circo es que cuenta con un vídeo en el que se recrea virtualmente lo que algún día fue.
A lo largo del Paseo de Roma se encuentra el Área Arqueológica de Morerías, donde se ofrece información sobre todas las etapas históricas de la ciudad, desde su esplendor romano hasta nuestros días y donde se pueden contemplar los restos de las diferentes civilizaciones que han habitado este territorio: romanos, visigodos, islámicos, medievales y contemporáneos. En esta zona se conservan más de 200 metros de muralla romana construida durante la fundación de Ausgusta Emerita, allá por el siglo I a.C., pero también se pueden apreciar fragmentos de las calzadas romanas, además de la Casa de los Mármoles o el Centro de Interpretación de la Vía de la Plata.
Para contemplar lo que en la época romana fue una mansión se puede acudir a la Casa de Mitreo, una mansión romana en ruinas pero bien conservada en la que se puede hacer fácilmente una idea de cómo estaba distribuida.
En Mérida se encuentra el primer templo cristiano de la antigua Hispania, construido tras el periodo de paz del Emperador Constantino. Se trata de la Basílica de Santa Eulalia, que posteriormente se convirtió en el templo de peregrinaje más importante de su época. No solo se puede contemplar su estructura y potencial interior, sino que también se puede bajar al subsuelo, donde se pueden ver las catacumbas que hay bajo el templo. También es posible encontrar resquicios de la época árabe, como la Alcazaba Árabe de Mérida, cuya visita interior será de gran interés para conocer la estructura del recinto y los restos de las distintas edificaciones.
Otros lugares de la capital extremeña que hay que visitar son la Plaza de España, la Concatedral de Mérida, el Museo de Arte Visigodo, el Arco de Trajano y los restos del Foro Provincial Romano o el Pórtico del Foro.
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