Las escapadas de fin de semana son perfectas para salir de la rutina y romper la monotonía, tanto de la semana de trabajo como del fin de semana de descanso. Un lugar ideal para disfrutar de unos días es Granada. Granada es la esencia de Al-Ándalus y una de las ciudades más bellas de España. Y aunque ya se haya estado en esta ciudad, siempre quedarán resquicios y detalles que volverán a sorprender, porque su ambiente y sus percepciones no dejan a nadie indiferente. Pero un fin de semana tampoco da para mucho, entonces los imprescindibles para disfrutar de esta ciudad en dos días serían:
La Alhambra: única, inimitable e inigualable y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Se podría llegar a decir que es uno de los monumentos más bellos de toda España porque su increíble belleza y la armonía y la paz que transmite a través de cada una de sus salas, detalles geométricos es espectacular. Además, sus jardines y el sonido incesante del agua culminan este ambiente de tranquilidad.
La Alhambra no es solo un palacio, sino que alberga en ella una auténtica ciudadela que supuso la corte del reino Nazarí de Granada. En su visita será mucho el tiempo invertido, porque no se debe dejar nada sin inspeccionar, ni un detalle, ni una filigrana, ni una sala: el Generalife, el Palacio de Carlos V, el Patio de los Leones, la Alcazaba y los grandiosos Palacios Nazaríes. Cabe recordar que es mejor reservar la entrada con antelación, ya que son muchos los turistas que a primera hora hacen cola para hacerse con la suya.
El antiguo barrio árabe de casitas blancas que recibe el nombre de Albaicín es otro de los imprescindibles en Granada. Recorrer sus callejuelas será uno de los paseos más bonitos que se podrán hacer en la ciudad, porque cada recodo, cada cuesta, cada callejón sin salida y cada taberna tienen su propio encanto. Cada monumento hará patente la historia de este barrio y de la ciudad entera, pero si algo no puede faltar es su visita nocturna para disfrutar de las mejores vistas nocturnas de La Alhambra. Para disfrutar de las vistas panorámicas de la ciudad conviene no olvidarse del mirador de San Nicolás, el más emblemático. Otros destacables son el mirador de los Caravajales o el mirador de San Cristóbal.
La Catedral de Granada y los Sepulcros Reales son dos de los monumentos religiosos más importantes de la ciudad. Su exterior sorprende, pero su interior todavía más. Este templo dedicado a Santa María de la Encarnación impresiona por las gigantescas columnas clásicas que ocupan la planta principal y, la Capilla Real, donde yacen los sepulcros de los Reyes Católicos, Juana la Loca y Felipe el Hermoso, es otro de sus lugares imprescindibles. También se puede contratar una visita guiada por todo el complejo religioso.
Una de las calles más bonitas de la ciudad y, se podría decir que de España, es la Carrera del Darro. Junto al Paseo de los Tristes, es un lugar perfecto para disfrutar y recorrer con un aire romántico, añejo y bohemio, acentuado por la presencia de importantes edificios históricos como el convento de Santa Catalina de Zafra, la Casa de Castril o los Baños Árabes. Se extiende paralela al río Darro y es la vía que separa los dos importantes lugares de Granada: La Alhambra y el Barrio del Albaicín.
Los baños árabes no dejarán indiferente a nadie y es que es Granada la ciudad que cuenta con los baños árabes más antiguos de España. Se trata de los baños del Bañuelo del siglo XI, pero para poder experimentar lo que ello supone, se puede disfrutar de un baño en los baños Hammam Al Ándalus.
El tranquilo y sosegado barrio del Realejo suele pasar desapercibido. Es el que se encuentra a los pies de La Alhambra, la antigua morada de los judíos de la ciudad. En él se encuentran monumentos como la Casa de los Tiros o la Corrala de Santiago, además del Campo de Príncipe. Recorrer sus callejones también será un bonito paseo para disfrutar.
Pero Granada no solo sorprende por su espectacular oferta cultural, sino que uno de los planes más famosos y conocidos de la ciudad es el salir de tapas. En pocos lugares de España existe una cultura del tapeo como la de Granada, a excepción principalmente de Galicia y León. Cada consumición va acompañada de una tapa gratis. Los bares de tapeo se extienden por toda la ciudad, pero los más destacables se sitúan en el Albaicín.
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