El Turismo es sin duda una de la mejor manera de conocer nuestro planeta. Practicarlo y disfrutarlo de la mano de empresas y operadores sostenibles es con toda seguridad una gran idea que hay que divulgar pues es una de las maneras más directas de que todos nosotros, seamos más o menos viajeros o turistas, contribuyamos de forma directa a cumplir con nuestra responsabilidad de cuidar el medioambiente, y las comunidades locales donde las actividades se lleven a cabo.
Sin temor a equivocarnos, el turismo sostenible es una actividad de la que tomar muchos ejemplos para otros sectores y personas interesadas en el cuidado de nuestro planeta que es, por cierto, el único lugar que por el momento podemos habitar como especie y civilización inteligente.
Se ha asumido ya sin ambages y de buena gana que el Turismo, como otras muchísimas actividades empresariales que involucran a todos, debe ser sostenible a la par que una buena oportunidad de negocio para quienes operan en este apasionante sector.
La necesidad de que a través del turismo sostenible logremos no solo concienciarnos individualmente sino también como colectivo, o como ocurre en nuestro país, como sector motor de la economía al igual que en otros muchos países, y con un alcance cada vez más global, no es algo que ya sea objeto de discusión por casi nadie.
La práctica del turismo sostenible ha llevado a muchas empresas a invertir en mejoras ambientales y dotar a los destinos de mayor calidad y bienestar en todos los ámbitos pues supone.
No se trata solo de proteger el medioambiente donde se ejerce la actividad turística, sino también de dotar a la actividad de profundos valores éticos y sociales que son comunes a todos, que son globales. Bajo esas premisas, es cierto que el turismo sostenible plantea también grandes desafíos como los relativos a la seguridad y la remoción de barreras para viajar –se piensa siempre en global y para todos-, los desafíos que supone incorporar nuevas tecnologías respetuosas con el medioambiente y que no deberían suponer costes excesivos como es el caso de las energías renovables.
Pero sobre todo, y para lograrlo, es necesario plantear una estrategia a medio y largo plazo clara y asumible, destinada al logro del desarrollo sostenible con todo lo que ello implica y que nos incumbe a todos lograr que no solo se plantee sino que se lleve a cabo por todos y cada uno de nosotros .
La imaginación del sector turístico está desbordando las expectativas iniciales y cada vez más atrae a los consumidores de turismo más concienciados con la sostenibilidad y el desarrollo sostenido. Son ya innumerables los ejemplos de actividades encaminadas al turismo sostenible en todos los continentes y también en España.
Son también, innumerables las nuevas modalidades de actividades turísticas vinculadas al conocimiento del medioambiente y su protección así como del conocimiento (base del respeto mutuo) de otras comunidades y grupos humanos alrededor el universo mundo.
Hoy en día, cualquier viajero o turista sea cual sea su edad, formación o clase social y poder adquisitivo dispone ya de novedosas ofertas en materias como el turismo rural, turismo enológico, turismo ornitológico. Incluso hay ofertas innovadoras para disfrutar de ciencias como la Astronomía, siempre en entornos donde el viajero puede no solo disfrutar y descansar, sino también de hacerlo adquiriendo nuevos conocimientos y experiencias en diferentes aspectos del medioambiente, la ciencia y la vida social de otras comunidades distintas de la suya.
Hay medios que son una ventana de información apasionante sobre todas estas cuestiones y, de paso, hacer realidad la idea de que existen muchos lugares en la Tierra (y en España por supuesto) donde algo increíble está esperando a ser descubierto por el viajero habido de experiencias, conocimientos y, por qué no decirlo, de ganas de contribuir a que nuestro planeta sea la mejor casa posible para todos sus habitantes. Todo ello, procurando entre todos los implicados que el impacto de la actividad turística sea el menor posible en el entorno ambiental donde se ubique o desarrolle. Nadie podrá decir que no se trata de un objetivo sano, loable y profundamente humano.
En cierta ocasión el Dalai Lama afirmó que “todos estamos en este planeta como turistas. Nadie podemos vivir por siempre”, así que cabe añadir que mientras estemos aquí aprovechemos la ocasión para conocer el mundo, cuidarlo con esmero pues lo merece sin duda alguna, y mostremos a nuestros antepasados que hemos aprendido la lección que nos enseñaron y la transmitamos a las futuras generaciones.
¿Es que hay, acaso, algo más maravilloso que transmitir un mundo limpio, cuidado y lleno de vida y bienestar a quienes nos precederán en el futuro? Con seguridad, la respuesta todos la conocemos y es algo en el que, también con seguridad, estamos todos de acuerdo seamos de donde seamos.
Cada uno de nosotros, los viajeros o turistas, y las empresas que conforman el sector del Turismo solo tenemos una vida y un mundo para demostrar con hechos que somos capaces de mantenerlo en orden y bien cuidado, desarrollarnos en paz, bienestar y con el menor impacto ambiental posible.
*Juan Carlos Calvo, abogado ambientalista.
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