El cultivo del olivo tiene una gran importancia en España, donde se cultiva el 55% de lo que se produce en Europa. Nuestro país cuenta con cerca de 340 millones de olivos, lo que representa una cuarta parte de la superficie que hay en el mundo con esta plantación.
Pero dentro del territorio nacional se diferencian ciertas zonas donde el olivo es el gran protagonista. Ejemplo de ello son Andalucía, Cataluña, Castilla-La Mancha, Aragón o las Islas Baleares. Estas zonas representan una fantástica opción para desarrollar el conocido enoturismo, aprender sobre este cultivo y degustar el maravilloso aceite de oliva, el ‘oro líquido’.
Córdoba
En Andalucía, la provincia de Córdoba es una de las que más importancia tiene en lo que al cultivo del olivo se refiere. En la localidad de Montilla, con varios olivos centenarios, se puede visitar el Molino y Museo del Aceite Juan Colín, un cortijo del siglo XVI en el que se muestran aperos y antiguas presas para trabajar la aceituna.
Esta no es la única localidad olivera reseñable en Córdoba, ya que entre otras también destaca Baena, donde se encuentra el Museo del Olivar y el Aceite que ofrece un recorrido por la historia de los diferentes usos de este producto, o Montoro, donde se encuentra el hotel rural Molino La Nava, situado en una almazara del siglo XVIII rodeada de olivares.
Jaén
Esta provincia cuenta con aproximadamente 586.000 hectáreas cultivadas de olivos y ello ha contribuido a la aparición de su cultura del olivar, siendo también un gran atractivo de su promoción turística. La oferta en este sentido es muy amplia, como guía de almazaras, restaurantes, cortijos, museos y rutas. En relación a las rutas destaca la Vía Verde del Aceite, que atraviesa el mar de olivos de Martos y aprovecha el trazado del antiguo ferrocarril que unía Jaén con Puente Genil, en Córdoba.
La experiencia olea en esta provincia andaluza se puede extender hasta las poblaciones vecinas de Úbeda y Baeza, que guardan entre sus calles unos de los mejores conjuntos medievales y renacentistas de Andalucía. En Úbeda se encuentra el Centro de Interpretación Olivar y Aceite o el cortijo Espíritu Santo. En Baeza se encuentra la Hacienda La Laguna, un histórico cortijo del siglo XVII donde se sitúa el Museo de la Cultura del Olivo, el más grande de España de este tipo.
Castilla-La Mancha
En las tierras manchegas también es un gran protagonista el olivo, además de los viñedos. La producción del aceite ha llevado a la construcción de edificios de gran sencillez y tradición para el desarrollo de la actividad. Muestra de ello se puede ver en el Museo del Aceite de Mora.
El olivar de Castilla-La Mancha se ha consolidado entre los más importantes del panorama nacional y destacan zonas como Toledo y Ciudad Real, donde se dispone de 104 y 55 almazaras, respectivamente, de las 242 aproximadamente que hay en la actualidad en la comunidad.
Cataluña
La comunidad catalana cuenta con cinco denominaciones de origen que se distribuyen por la Costa Brava, Tarragona y Lleida. Por su parte, en Girona destaca Pau, un municipio del Alt Empordà en el que se sitúa la bodega Empordàlia donde se combina la producción de vino con la de su popular aceite de oliva virgen extra. En esta localidad sorprende el hotel Mas Lazuli, un antiguo convento del siglo XI entre una docena de viñedos y olivares y donde se pueden degustar estos productos.
En Lleida se distribuye la ruta olivera entre las comarcas de Les Garrigues, Segrià y Urgell, con más de una treintena de cooperativas y centros como el Museo y Centro de la Cultura del Aceite en Granadella. El olivo cobra especial protagonismo también en la comarca tarraconense del Montsià, que cuenta con una de las mayores concentraciones de olivos milenarios del país.
Aragón
A unos 70 kilómetros de Zaragoza, en el Bajo Aragón, se encuentra el proyecto gastroturístico ecológico Campo de Belchite, donde se ofrecen experiencias de oleoturismo, enoturismo y agricultura ecológica. Entre las calles de Calaceite, en la comarca de Teruel de Matarraña, se puede visitar una almazara de 1735 que ha sido transformada en un alojamiento rural y donde también se podrán conocer las diferentes variantes de aceitunas de la zona.
Islas Baleares
La tradición del olivo también llega a las islas, en concreto a las Islas Baleares. En Mallorca se ofrecen caminos entre olivares, tales como el del barranco de Biniaraix, el de Sa Tanca de s’Atzeroler y el olivar de Coma-sema. El primero se distribuye por la montaña y se pueden encontrar ejemplares centenarios en terrenos de plantación irregular, mientras que el segundo es una zona de propiedad familiar, por lo que se requiere el concertado de la visita previamente. Por último, en el olivar de Coma-sema, también de propiedad familiar, se puede visitar una tradicional almazara de tracción mecánica que todavía continúa en funcionamiento.
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